Aerial Chronicles: ¡Soy el maldito villano!

Esos hermosos ojos purpura

Pov Luna Lestia:

¿Alguna vez has imaginado cómo se vería el día del fin del mundo? ¿Has pensado en cómo se sentirán las pobres almas que vivirán ese fatídico día? ¿Miedo? ¿Desesperación? ¿Resignación?

Bueno, yo he vivido dos veces el mismo destino, y lo único que sentía era... vacío.

Incluso cuando mi hermosa hija me abrazaba con lágrimas en los ojos y temblando de desesperación.

Incluso cuando miles de personas estaban causando disturbios porque ya habían perdido la esperanza.

Incluso cuando veía a las madres despidiendo a sus hijos con una sonrisa antes de enviarlos a dormir, con la esperanza de que no presenciaran su propio final.

Aun así, solo sentía vacío. Me faltaba algo, y ya entendía qué era. Después de todo, lo vi en los ojos morados de aquel niño la primera vez que lo vi.

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Mi primera vida...

Desde que nací, todo ha sido fácil. Desde los entrenamientos con la espada hasta las clases de magia impartidas por ese viejo maestro que siempre decía la misma frase cuando lograba algo.

"Impresionante, Luna, eres definitivamente un genio milenario".

Apariencia, inteligencia, fuerza, maná, lo tenía todo. Si hay algún defecto que la gente podría señalar en mí, era mi rostro completamente inexpresivo.

Incluso había quienes decían que ese defecto era parte de mi encanto, algo que me hacía más hermosa, algo único.

¿Cuándo fue la última vez que sonreí?

No lo recuerdo... Según mi padre, fue antes de que mi madre falleciera víctima de una extraña enfermedad. Según él, solía sonreír todo el tiempo, y que mi sonrisa era lo más hermoso que había en la creación.

Siempre creí que era una exageración.

Todo era monótono para mí. Las cosas eran tan fáciles que las hacía en automático, y aún así, nunca faltaban los elogios.

Hasta que vi a ese niño de ojos morados.

Este niño despertó mi curiosidad, algo que no sentía desde hace mucho tiempo. Sus ojos mostraban una gran pasión, un gran anhelo. Incluso cuando no era muy talentoso, no dejaba de luchar por su sueño.

Mi curiosidad por saber cómo terminaría esa gran pasión, ese sueño del niño de ojos morados, me llevó a seguir de cerca su vida. Incluso llegué a pedirle que fuera mi amigo, algo que nunca necesité ni mucho menos solicité.

"Haz lo que quieras, solo no te metas en mi relación con Valeria", dijo sin preocuparse por mi existencia.

¿Cómo terminó esta gran pasión? ¿Un final feliz, un fracaso y resignación?

No, terminó con su muerte.

Yo, que lo vi todo desde un punto de vista neutral, supe muy bien por qué todo terminó tan trágicamente. El niño de ojos morados caminaba en la oscuridad, desesperado por ver a su prometida en brazos de alguien a quien todos llamaban...

Héroe.

Podría haberlo salvado. Solo necesitaba mover mis pies, llevarme a ese joven moribundo y sanarlo.

Pero no lo hice.

Porque pude ver cómo sus ojos morados, aquellos que me llamaron tanto la atención, carecían de lo que más me gustaba de él: pasión, voluntad.

Sabía que si lo rescataba, solo quedaría una cáscara vacía de lo que fue aquel niño apasionado.

No me arrepentí de dejarlo, no hasta que meses después vi los ojos morados de mi primer pecado, un pecado muy hermoso por cierto.