El héroe y su compañía habían luchado con todas sus fuerzas para llegar hasta el castillo de la malvada vampira Isabella Carmilla, la reina de la noche.
Sabían que para acabar con ella, tenían que matar a todos sus descendientes, que habían sido malditos por el dios de la sangre.
Por suerte, las compañeras del héroe eran regresoras, personas que habían vivido la misma historia y podían recordar lo que había pasado. Ellas se habían encargado de eliminar a todos los vástagos de Isabella, o al menos eso creían.
Cuando entraron en la sala del trono, se encontraron con la vampira, que les esperaba con una sonrisa burlona.
Su cabello rubio cae en suaves ondas alrededor de su pálido rostro, que resalta aún más sus intensos ojos carmesí. Su mirada es cautivadora y llena de una malicia seductora, capaz de atraer a sus víctimas hacia su oscuro encanto.
Estaba segura de que nadie podía matarla, pues tenía muchos descendientes secretos que nadie conocía.
"Así que tú eres ese tal héroe... pensaba que eras más alto", dijo la vampiresa mientras se lamía los labios, acentuando sus colmillos característicos.
"No charlaré contigo, he venido a matarte y finalizar con tu reinado del terror", exclamó el héroe con una gran sonrisa y sacando su espada.
"JA, JA, JA tonto, no podrás matarme, soy inmortal", dijo ella presumiendo su inmortalidad.
En cierto modo, su confianza era bastante acertada, ya que, ¿quién sabría que para matarla deberían acabar con toda su progenie?, incluso las personas que convirtió por diversión, hacían parte de su familia.
"Ríndete y muérete, ya sabemos que para matarte debemos matar primero a todos tus hijos bastardos", dijo una de las compañeras del héroe.
"¿Qué?", completamente desconcertada, Isabella Carmilla exclamó.
(¿Cómo lo saben?)
"Sí, también matamos a todos esos tipos que tenías en el sótano", una mujer, esta vez vestida con una túnica estampada con cruces, dijo.
Ella es la santa de la luz de esta generación.
(No, es imposible, incluso si han acabado con todos, todavía falta él...)
"También matamos a ese que estaba en el imperio, lamentablemente tuvimos que acabar con toda su familia, pero lo hicimos sin dolor, su sacrificio será recordado", dijo una mujer caballera con cabello dorado y ojos azules como el cielo.
"¡MALDITOS!" Al escuchar eso, Isabella Carmilla se enfureció por completo y estaba decidida a matarlos cruelmente para vengar a su hijo inocente.
*Después de una batalla épica
El héroe se lanzó contra ella con su espada sagrada, dispuesto a darle el golpe final. Sus compañeras le cubrieron la espalda, enfrentándose a los esbirros de Isabella.
El héroe levantó su arma y la clavó en el corazón de la vampira, esperando verla desintegrarse en polvo. Pero para su sorpresa, nada ocurrió. Isabella soltó un grito de desesperación, ya que sentía que su vida se terminó con este ataque.
"AAAAAAA, TE MALDIGO MALDITO HEROE" gritó con dolor al ver la espada en su pecho.
Y cuando estaba a punto de maldecir al héroe otra vez como último acto en su vida, algo extraño sucedió.
"AAAAAAAAaaaa ¿ah?", exclamó la vampiresa desconcertada.
...
...
Ambos se miraron con desconcierto.
¿Cómo no van a estar desconcertados?, puesto que las heridas de la vampiresa sanaban con naturalidad, como si todavía estuviera en funcionamiento la maldición de los descendientes.
"¡¿Qué?! ¡¿Cómo es posible?! ¡¿No hemos matado a todos sus descendientes?!", exclamó la santa y la mujer caballero al mismo tiempo.
"¡¿Qué?! ¡¿Cómo es posible?! ¡¿Por qué no has muerto?", replicó el héroe.
Las mujeres regresoras se miraron entre ellas, sin entender lo que pasaba. El héroe sacó su espada y volvió a clavarla en el pecho de Isabella, por si acaso se había equivocado.
¿Quién sabe?, tal vez le faltó una arteria o algo así.
Pero tampoco pasó nada, no importó cuánto lo intentara, ni qué método usara, ella no moría.
"¡Oye! ¡Eso duele! ¡Deja de pincharme como si fuera un maldito globo!", protestó ella con desconcierto, dolor e incredulidad, y con una cierta mirada hacia el oeste.
"¡Perra, deja de ser inmortal, muere de una maldita vez!", se quejó el héroe mientras clavaba una y otra vez la espada.
Los dos se pusieron a discutir, mientras sus compañeras y los esbirros los miraban atónitos. Nadie sabía qué hacer ante esa situación tan absurda.
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Isabella Carmilla no murió...
Estaba segura de que esas mujeres sabían la ubicación de sus descendientes, incluso el híbrido humano que vivía en el imperio, ya que su paradero se hizo público por casualidad.
Entonces... ¿Por qué no murió?
Para matar a la progenitora Carmilla, se necesitaba matar a todos sus descendientes, desde personas convertidas, hasta sus descendientes de sangre.
Esto es porque el dios de la sangre maldijo a cada progenitor que nacía, haciendo imposible acabar con todos los vampiros si no se exterminaba su árbol genealógico, como medida cautelar para que los vampiros no se extinguieran.
Gracias a eso, Carmilla vivió más de 5000 años sin ser asesinada, sin importar cuántas batallas tuviera con los humanos de distintas épocas, incluyendo antiguos héroes.
Ella siempre tenía a un descendiente escondido en caso de que lo peor sucediera.
(En mi vida pasada, el héroe se vio obligado a viajar por el continente en busca de los descendientes de Carmilla).
Tardó 2 años, pero al final logró derrotarla.
El hecho de que aún viviera un vampiro, incluso cuando la comunidad internacional lanzara una campaña a gran escala para cazarlos, ya nos da un indicio de que el efecto mariposa no fue el culpable de esta situación.
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Pocos meses después...
Las compañeras del héroe finalmente se dieron cuenta de que algo andaba mal, muy mal en esta nueva vida.
Especialmente Valeria Steele, cuando misteriosos videos aparecieron en el mercado negro y contenían sus mejores ángulos...
No hace falta decir que su reputación cayó en picada. No importaba que los videos confirmaran su aventura con el héroe; las personas más perspicaces notaron que esto ocurrió incluso antes de la muerte de Kylo.
Una de estas personas fue Arabella Celestia, la madre adoptiva de Kylo y, sobre todo, la duquesa Stromcrest. No importó cuanto Anabella, su hija, tratara de evitar que tomara medidas, Arabella reaccionó con mucha furia.
Ella no era cualquiera, ya que alguna vez fue llamada la "princesa demoniaca" por sus métodos fríos, antes de casarse con el duque Stromcrest.
(Tal vez sea hora de que vayas con tu abuela, hija)
Pensé mientras acariciaba a mi hija de un mes en mis brazos.
"Y también debería encargarle esto personalmente..." dije para mí misma, mientras mantenía una curiosa manzana dorada en mi mano.
La cual era la cura para la enfermedad de Sherry Stromcrest.
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Aerial Chronicles: ¡Soy el maldito villano!
Fantasia¿Qué harías si te convirtieras en el malo de tu videojuego favorito? Eso es lo que le sucede a nuestro protagonista, un jugador hábil y despiadado que se hace llamar "Spectre". Su pasión es el juego de realidad virtual Aerial Chronicles, donde domin...