𝐃𝐎𝐋𝐋 // 𝐒𝐚𝐬𝐨𝐬𝐚𝐤𝐮

8.

Al día siguiente, Sakura se despertó temprano y, como era su costumbre ahora, se cubrió los ojos con la cinta para no exponer su nueva y poderosa visión. Sabía que tendría que aprender a controlar el brillo de sus ojos si quería usarlos sin afectar a los demás. Apenas estaba lista cuando recibió un llamado de Pain.

Al llegar a la sala de reuniones, encontró a Pain esperándola junto a Konan. Con voz firme, Pain le indicó su próxima misión.

—Sakura, acompañarás a Itachi y Kisame. El objetivo es el Jinchuriki del Nueve Colas —Naruto Uzumaki.

Sakura sintió un golpe en el estómago al escuchar el nombre de su antiguo amigo. Sabía que este día podía llegar, pero no estaba preparada para enfrentarlo tan pronto. Intentó ocultar su agitación, pero su silencio delató el conflicto que sentía. Pain observó su expresión, pero no mostró ninguna señal de duda en sus órdenes.

—¿Entendido? —preguntó Pain con severidad.

—Sí... entiendo —respondió Sakura en voz baja, aunque su mente estaba llena de recuerdos y emociones encontradas. Sabía que esta misión no solo pondría a prueba sus habilidades, sino también su lealtad a Akatsuki y a sus antiguos lazos.

Momentos después, Sakura partió, encontrándose con Itachi y Kisame en la entrada de la base. Itachi le dirigió una mirada tranquila, como si entendiera su dilema sin necesidad de palabras.

—Vamos —dijo Kisame con su tono desenfadado, mientras aferraba su enorme espada—. Tenemos un Jinchuriki que atrapar.

Sakura asintió, tomando aire y preparándose mentalmente. Sabía que en esta misión, tendría que elegir entre el camino que había tomado y los vínculos que aún conservaba en lo más profundo de su corazón.

Mientras Sakura, Itachi y Kisame se detenían en un pequeño puesto de dango cerca de Konoha, un grupo de ninjas conocidos se encontraba a unos metros de distancia, observando con cautela. Kakashi, Kurenai y Asuma estaban afuera del local, conscientes de la presencia de Akatsuki, pero sin querer generar una confrontación directa.

—Mira quiénes están por ahí —dijo Kakashi en un tono casual, sin dirigirse directamente a ellos. Su mirada se posó en el trío, manteniendo su voz baja para que solo Kurenai y Asuma pudieran oírlo—. Parece que han decidido disfrutar de la comida de Konoha.

Kurenai frunció el ceño. —No me gusta esa idea. Tienen algo en mente, y no es simplemente comer dango.

Asuma se cruzó de brazos, observando con desconfianza. —No hay duda de que habrá problemas. Deberíamos hacer algo.

Mientras tanto, Itachi, que había estado vigilando el ambiente con atención, se volvió hacia Sakura. —Necesito que uses tu poder ocular. La situación puede volverse peligrosa en cualquier momento.

Sakura, sintiendo la tensión en el aire, asintió. Con un movimiento rápido, se ajustó la cinta que cubría sus ojos y la bajó un poco, dejando entrever sus brillantes ojos verdes. Se concentró, utilizando su nuevo jutsu para tratar de vislumbrar el futuro.

Al instante, visiones comenzaron a inundar su mente: imágenes de combate, la llegada de aliados y enemigos, momentos de incertidumbre. Se sintió abrumada, pero logró captar un destello claro en medio del caos: una oportunidad.

—Veo... veo que hay un enfrentamiento inminente. Pero hay una oportunidad de escapar —murmuró, sintiéndose aliviada y preocupada al mismo tiempo.