En la sombría sala principal de Akatsuki, Pain observó a cada miembro con su mirada implacable. Su voz resonaba con autoridad mientras explicaba el próximo movimiento: —La captura del jinchūriki del Nueve Colas será nuestro paso final antes de alcanzar la paz definitiva. Nos dirigiremos a Konoha para asegurar su captura y debilitar a la aldea. Todos saben lo que está en juego.—
Los murmullos entre los miembros cesaron de inmediato. Hidan, con su habitual sarcasmo, comentó algo sobre el "gran espectáculo" que sería enfrentar a una aldea entera. Kakuzu, más práctico, calculaba las oportunidades de recompensa que podrían surgir. Deidara murmuraba sobre cómo las explosiones serían el centro de atención, mientras Tobi reía despreocupado detrás de su máscara.
Sin embargo, en una esquina más alejada de la sala, Sasori apenas escuchaba. Su mente estaba muy lejos de la misión. El nombre de Sakura revoloteaba en sus pensamientos como una melodía melancólica que no podía sacarse de la cabeza. Recordó su rostro la última vez que la vio, la forma en que sus ojos brillantes reflejaban una mezcla de determinación y dolor. Y luego, recordó el anillo, su cinta... el vacío que sintió al encontrarlos abandonados.
—¿En qué estás pensando, Sasori-Danna?—
La voz de Deidara lo sacó de sus pensamientos. El rubio lo observaba con una mezcla de curiosidad y burla. —No me digas que estás soñando con esa chica otra vez, unh. Ya sabes lo que pasa cuando uno se distrae en el campo de batalla.—Sasori le dirigió una mirada gélida. —Cállate, Deidara. Esto no te concierne.—
Pero Deidara no se detuvo. —Oh, vamos, Sasori-Danna. Todos saben que estás obsesionado con ella. ¿Qué harías si la vieras en Konoha, unh? ¿La enfrentarías o... la dejarías escapar otra vez?—
Las palabras eran como agujas. Sasori apretó los dientes, luchando por mantener la calma. Pero incluso él sabía que había algo de verdad en las provocaciones de Deidara. ¿Qué haría si la veía? La imagen de Sakura, con sus ojos cubiertos de nuevo, su cabello rosado ondeando al viento, apareció en su mente. Su pecho, aunque artificial, parecía doler.
—Eso no va a pasar.— Sasori cortó la conversación abruptamente. —Nos enfocaremos en la misión. Eso es todo.—
Pain los interrumpió antes de que la tensión entre los dos pudiera escalar. —Prepárense. Partimos al amanecer. No habrá errores.—
Cuando la reunión terminó y los demás comenzaron a dispersarse, Sasori regresó a su habitación. Allí, en la penumbra, sus pensamientos continuaron atormentándolo. Miró la última marioneta en la que había estado trabajando, pero no pudo seguir. La imagen de Sakura seguía apareciendo. Aunque intentó convencerse de que era absurdo pensar en ella, la realidad era más fuerte.
—¿Por qué ella?— susurró para sí mismo. Pero no había respuesta. Solo el eco de su propia voz en la soledad de la habitación.
En algún lugar del mundo, Sakura también se preguntaba si alguna vez podría escapar de los lazos invisibles que aún la unían a Akatsuki y a Sasori. Ambos estaban perdidos en sus propios mundos, incapaces de avanzar, pero tampoco de retroceder. Y mientras el sol se preparaba para iluminar el siguiente día, el destino de ambos parecía más incierto que nunca.
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𝐃𝐎𝐋𝐋 // 𝐒𝐚𝐬𝐨𝐬𝐚𝐤𝐮
Fanfiction-𝐶𝑜𝑛𝑣𝑖𝑒𝑟𝑡𝑒𝑡𝑒 𝑒𝑛 𝑢𝑛𝑎 𝑚𝑢ñ𝑒𝑐𝑎 𝙎𝙞 𝙩𝙖𝙣 𝙨𝙤𝙡𝙤 𝙣𝙤 𝙝𝙪𝙗𝙞𝙚𝙧𝙖 𝙥𝙚𝙣𝙨𝙖𝙙𝙤 𝙚𝙣 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙨𝙖𝙡𝙫𝙖𝙧 𝙖 𝙡𝙖 𝙖𝙗𝙪𝙚𝙡𝙖 𝙘𝙝𝙞𝙮𝙤