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En su laboratorio, Orochimaru miraba a Sasuke con una sonrisa enigmática. Aunque el Uchiha mantenía su expresión seria y distante, Orochimaru no era fácil de engañar.

—Parece que tu antigua compañera, Sakura, está enfrentando tiempos difíciles en Konoha —dijo con voz suave pero cargada de intención—. ¿Te sorprende que hayan decidido no ejecutarla?

Sasuke mantuvo su mirada fija en un rincón del laboratorio, fingiendo desinterés.

—No me importa lo que pase con ella.

Orochimaru dejó escapar una risa suave.

—Oh, claro que no. Pero... es curioso que hayas estado tan atento a los rumores. No te preocupes, no planeo detenerte si decides ir a verla. Después de todo, también me interesa lo que ocurra en Konoha. Akatsuki hará su movimiento pronto, y tú podrías ser... útil para observar.

Sasuke se giró hacia Orochimaru, sus ojos brillando con desconfianza.

—¿Qué estás planeando?

—Nada que deba preocuparte —respondió Orochimaru con un gesto despreocupado—. Solo te estoy dando la libertad que tanto ansías. Considera esto una oportunidad... o una prueba.

Sin decir más, Orochimaru se dio la vuelta, dejando a Sasuke solo con sus pensamientos. Aunque no lo mostró, Sasuke sintió un leve alivio. Orochimaru sabía más de lo que dejaba entrever, pero si estaba dispuesto a permitirle ir, Sasuke aprovecharía la oportunidad.

Horas después, mientras viajaba por el bosque en dirección a Konoha, Sasuke no podía evitar pensar en la última vez que había visto a Sakura. Su imagen estaba grabada en su mente: sus ojos brillantes, su voz llena de reproches y la duda que parecía invadirla cuando hablaban. Sasuke apretó los puños.

—¿Qué estás haciendo ahora, Sakura?

Cerca de Konoha, un grupo de cuervos observaba desde las ramas de los árboles. Itachi estaba alerta, vigilando los movimientos de la aldea y anticipándose a los planes para que Akatsuki entrara en acción. Cuando sintió la presencia familiar de Sasuke acercándose, una mezcla de emociones cruzó por su mente.

—Así que también has venido...

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Mientras tanto, en Konoha, Sakura estaba en la habitación asignada por Tsunade, sentada en la cama mientras contemplaba el futuro incierto que le esperaba. Su corazón estaba dividido entre la lealtad a su hogar y los recuerdos de las personas que había dejado atrás. Cuando miró por la ventana, el cielo parecía presagiar que algo importante estaba por ocurrir.

El sonido de explosiones resonó por toda Konoha, y los gritos de alerta inundaron las calles. Desde la pequeña habitación donde estaba confinada, Sakura sintió un temblor en el suelo y escuchó los ecos de la batalla afuera. Su instinto la empujaba a salir, pero el sello en la puerta y las paredes de la habitación le impedían canalizar su chakra.

Se acercó al único ventanuco de la habitación, tratando de vislumbrar algo, pero todo lo que alcanzaba a ver eran columnas de humo elevándose hacia el cielo. Su corazón latía con fuerza.

𝐃𝐎𝐋𝐋 // 𝐒𝐚𝐬𝐨𝐬𝐚𝐤𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora