El Príncipe De Fuego Y El Príncipe De Hielo. [Luckity M-Preg]

Fourteen.

Un silencio incómodo se presentó entre ellos dos, Luzu lo notó, de por sí era alguien caliente, (no en el otro modo) se empezaba a sentir aún más caliente debido a la pena.

Quackity carraspeó, no supo en qué momento comenzó a sentir demasiado frío y la invitación frente suya comenzó a evaporarse debido al frío que comenzaba a salir de su ser.

Luzu abrió los ojos con asombro y Quackity al notarlo, inmediatamente cambió el semblante al ver su reacción; dedicándole la mejor de sus sonrisas, completamente sincera.

—Me tomas por sopresa, Lusu, pero estoy feliz por ti.

Luzu soltó un pequeño suspiro de alivio.

—¿De verdad? Gracias, Quacks, lo aprecio demasiado, porque quería pedirte algo más.

Quackity alzó una ceja, ¿Qué más podía pedir el mayor?

—Quiero que seas uno de mis damos de honor.

¿Qué? ¿Había oído bien?

—¿Me estás pidiendo ser tu damo de honor? ¿A mí? ¿El principe del hielo? ¿Quien posiblemente muera bien pinches evaporado?

Eso último lo dijo en broma, aunque no dejaba de ser una posibilidad y Luzu soltó una risita, mientras negaba.

—No morirás, tonto, podré arreglar un área para ti dónde puedas estar bien sin necesidad de lastimarte o evaporarte.

Mencionó con calma y Quackity parecía pensarlo.

No había recibido alguna invitación del reino de fuego en su vida, su padre tampoco la recibió, ¿Estaría bien que el acepte?

Pero, al ver el brillo en los ojos del castaño, algo dentro suyo se removió, un pequeño sonrojo cruzó por sus mejillas y tuvo que removerse, fingiendo que debía acomodar su gorrito.

—Está bien, Lusu, nomás por que me caes bien.

Y Luzu sonrió por completo, dando un paso para abrazarle pero Quackity inmediatamente se alejó, soltando una risita nerviosa.

Y Luzu entendió, disculpándose bajito;

No podían tocarse sin lastimarse en el proceso.

Pero Quackity no iba a quedarse con las ganas.

Acercó al pequeño muñeco de nieve al castaño para poder abrazarlo de un pie, derritiéndose en el proceso.

Luzu sabía que siempre causaba caos y problemas, pero aquel acto, le pareció completamente tierno.

—Tu muñequito murió.

Dijo complerwnre afligido y Quackity negó.

—No importa, puedo hacer chingos.

Luzu no supo en qué momento, pero escuchaba pisadas a lo lejos, al voltear pudo darse cuenta que muchos muñequitos iban a su dirección, Quackity empezó a correr mientras soltaba una risita y Luzu le siguió por detrás.

—¡Quacks! ¡No es justo!

Quackity se burló.

—¿Que dices? ¡No te oigo, viejo anciano!

Aceleró su paso, Luzu al escucharlo negó y sonrió con malicia, se detuvo y con uno de sus pies pisó el suelo, haciendo que un hilo de fuego apareciera tras Quackity y lo encerrada en un círculo.

Quackity al notarlo se detuvo al instante, mirando con impresión aquel círculo a su alrededor.

Hizo un pequeño pucherito.

—¡Hey! No se vale, déjame salir.

—Nop.

El mayor le sacó la lengua, pero Quackity ni se inmutó. Luzu, confundido, se dió la vuelta y los muñequitos de nieve se abalanzaron sobre el en sus pies, ocasionando que se derritieran y le causaran algo de comezón.

—¡Hey!

Luzu comenzó a reír debido a la sensación que estaba sintiendo, Quackity amaría hacerlo reír para poder escucharlo siempre.

Finalmente el círculo alrededor desapareció y Quackity pudo ir hacia Luzu, quien seguía sonriendo a pesar de que ya no había mas muñecos de nieve molestándolo.

—Gracias por aceptar mi salida, Quacks, quería liberarme después de estrés con todo lo que se viene encima.

El bajito simplemente negó, mientras le devolvía el gesto.

—Para eso estamos, Lusu, fuiste muy bueno conmigo desde que llegué, así que aquí estaré pa' lo que necesites.

La noche comenzó a aparecer, indicándoles que debían volver a sus reinos.

Nuevamente al despedirse, tocaron cuidadosamente sus meñíques y se fueron en direcciones opuestas.

Luzu estaba cansado, no quería casarse con alguien a que no amaba, pero estaba seguro que se acostumbraría a ello y el recuerdo de Auron y lo que pudo ser se esfumaria.

Pero, no esperó que el contrario estuviera fuera a su palacio, quien al verlo llegar lo atrajo hacia el y besó sus labios con desespero.

¿A quien engañaría? Sería completamente difícil si él sigue apareciendo así y jamás le pondría un alto.

Por otro lado, Quackity seguía andando, pero seguía con esa opresión en su pecho desde hace rato.

No entendía por qué, pero debía alegrarse, pues su amigo iba a casarse, ¿En qué momento la correa se congeló? Dios, no quiso pensar en eso.

Solo espera que Luzu sea feliz.

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Hola tonotos.

Lamento la inactividad, 2024 ha sido un año completamente terrible para mí, mi hermano falleció en septiembre y mi hermana está internada, juro que trato de ser fuerte, pero a veces quiero rendirme e irme muy lejos, solo el amor a mis cercanos es lo que me mantiene aquí.

Trataré de actualizar seguido, es lo menos que puedo hacer por ustedes, pues siguen aqui a pesar de todo y no los merezco, les agradezco tanto lo que hacen por mí al leer mis bizarras historias.

Adiós, tonotos.

Los tqm, Alu :]