Después de aquella charla con el oso quedaron de verse después para hablar de temas con respecto a sus reinos.
Ahora se encontraba en el cementerio, dónde meses atrás su padre fue enterrado, necesitaba desahogarse de todo lo que había pasado en su corto tiempo como príncipe.
—Viejo, es que no es posible, ¿cómo chingados te las arreglabas con el reino? Con razón no querías dejarlo de la nada, cabrón.
Dijo, sentándose sobre su tumba quedando frente a la lápida.
—Si tan solo me hubieras enseñado a como reinar y no te hubieras vuelto hostil, sería diferente, pero no, tengo que arreglar tus mierdas.
Suspiró, seguía completamente resentido con él, pero después de todo, le amaba.
—Si tan solo me dijeras que me amabas o pasaras tiempo conmigo... Con ese poco amor tuyo me conformaba...
Si tan solo le dejara ver a sus hermanos también, ellos lo querrían y no le tendrían odio por no tener privilegios.
—A pesar de todo... Te quiero, vendré la próxima semana, ¿si?
Y dejó una rosa en la lápida antes de levantarse, ya no tenía más asunto ahí.
Caminó unas cuantas tumbas más hasta que escuchó unos sollozos a los lejos. Por unos instantes se asustó, pues estaba oscureciendo y la salida estaba retirada de dónde estaba, ¿qué debía hacer?
Los sollozos cada vez comenzaban a escucharse más cerca, hasta que finalmente pudo darse cuenta de quién era.
Luzu yacía hincado sobre una tumba en especial, lamentádose una y otra vez. Auron se había ido minutos después, pues no podía verlo más así, no sin sentirse culpable de su dolor.
Si tan solo se hubiera cuidado más, él estaría ahí y no estaría sufriendo como ahora.
—¿Luzu?
La sangre se le heló por completo, ¿qué hacía Quackity ahí? Rápidamente se limpió las lágrimas.
Si, quería encontrárselo, pero no de esa manera.
—¡Hey, Quacks! ¿q-qué haces aquí?
Le sonrió, haciendo como si nada.
—Vine a visitar a mi padre a su tumba. ¿Tú estás bien?
Preguntó acercándose más a lo que Luzu asintió rápidamente colocándose tras la tumba, no quería que supiera de quién se trataba.
—Si, yo solo... Solo estaba algo sentimental.
Quackity no estaba del todo convencido, pero no quería incomodar al ojirubí, así que meramente asintió.
—No te preocupes Lusu, si viniste a visitar a alguien y aún lo extrañas, estoy seguro que él te cuida desde donde esté.
Esas palabras volvieron a hacerlo llorar y Quackity sentía una gran impotencia.
No le podia dar un abrazo, ni si quiera darle palmaditas de aliento a lo que se le ocurrió algo mejor.
Mientras Luzu sollozaba, sintió algo pequeño en su nariz, un pequeño copo que le hacía pequeñas cosquillas era el causante.
No pudo evitar sonreír y Quackity se sintió contento por ser el causante de la pequeña felicidad del castaño.
—Siento haberte echo llorar, Luzu.
—Descuida, Quackity, gracias de verdad.
El azabache sonrió, pero no le era suficiente.
—¿Quieres ir a comer algo?
—¿Ah? No, yo no... Estoy echo un desastre ahora...
—Luzu, para mí eres loo más bonito del mundo, incluso llorando.
Y el príncipe de fuego se sonrojó, no había escuchado un cumplido a su persona desde hace tiempo.
—Está bien, vamos, Quacks.
Y caminaron, aunque Quackity de reojo pudo ver, que a Quien Luzu le estaba llorando, no era más que un bebé.
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El Príncipe De Fuego Y El Príncipe De Hielo. [Luckity M-Preg]
FanfictionEstá historia está basada en un rol que tuve con mi ex hace mucho, la verdad, la historia es bastante buena, así que le doy créditos a ella. M-preg, cubitos, no streamers.