El vuelo de Lía había sido largo, y aunque la emoción la mantenía alerta, la ansiedad comenzaba a invadirla mientras el avión aterrizaba en la Ciudad de México. El bullicio del aeropuerto, el sonido de las maletas rodando sobre el suelo y las voces mezcladas de los viajeros creaban un ambiente frenético. Sin embargo, todo eso parecía alejarse cuando Lía caminaba por el pasillo hacia la zona de recogida de equipaje. Sus pasos eran firmes, pero su mente estaba en otro lugar, pensando solo en una cosa: Randy.
El mensaje que habían intercambiado horas antes seguía en su mente. La emoción, la incertidumbre y la esperanza se entrelazaban, haciendo que el aire pareciera más denso. ¿Qué pasará cuando lo vea? Pensaba mientras pasaba por la seguridad y luego, finalmente, salió a la zona de llegadas.
Estaba nerviosa, pero con una sonrisa nerviosa en su rostro. Miraba a su alrededor, buscando entre las caras que pasaban a su lado. Las luces del aeropuerto iluminaban el lugar, pero no veía nada familiar entre la multitud.
Caminó un poco más, sus ojos escaneando cada rincón, cada rostro. Y de repente, entre la multitud, lo vio. Allí estaba, parado cerca de un banco, mirando a su alrededor con la misma intensidad con la que ella lo había estado haciendo. Randy, con el cabello más corto de lo que recordaba, pero esa misma mirada que siempre la había derrumbado. No llevaba el maquillaje de payaso, solo una camiseta sencilla y unos jeans. Pero con solo verlo, una oleada de emoción la invadió.
Él estaba tan concentrado buscando que no la vio de inmediato. Su corazón latió más rápido. Lía no pudo evitar sonreír al verlo, su cuerpo ya en movimiento antes de que pudiera controlarlo. Sin pensarlo, aceleró su paso hasta llegar a él, y entonces, cuando ambos se miraron a los ojos, se detuvo un instante.
La mirada de Randy se iluminó, como si el mundo entero hubiera desaparecido, dejándolos solo a ellos dos en ese momento.
Lía no lo pensó más. Sin decir una palabra, corrió hacia él, sus pasos rápidos y decididos. Los pocos metros entre ella y Randy se sintieron como segundos. Y cuando llegó a su lado, se lanzó hacia él con tal energía que, antes de que él pudiera reaccionar completamente, Lía ya estaba en sus brazos. Sus piernas rodearon la cintura de Randy, quedando a la altura de su torso, mientras él la sostenía con fuerza, como si temiera que pudiera desaparecer si la soltaba.
Ambos rieron suavemente, un sonido que resonó en el aire como una melodía cálida. Los ojos de Lía brillaban con una mezcla de felicidad y alivio al sentirse cerca de él nuevamente, al poder sentir su abrazo después de tanto tiempo.
—Pensé que no ibas a venir —dijo Randy, con la voz algo quebrada, pero llena de emoción. La sostuvo con firmeza, sin querer soltarla. Lía solo sonrió, su rostro cerca del suyo, y sin pensarlo le dio un pequeño beso en la mejilla, como si toda la distancia y el tiempo que los había separado no existiera.
—No podía dejarlo ir. No podía seguir sin saber si había algo que pudieras sentir todavía por mí —respondió ella, su voz tranquila pero sincera. Los dos compartieron una mirada profunda, una conexión que parecía no haber desaparecido.
—Te extrañé mucho —susurró él, mientras la mantenía en sus brazos. A pesar de la multitud que seguía moviéndose a su alrededor, ellos dos parecían estar en un espacio completamente diferente, aislados de todo lo demás.
Lía cerró los ojos por un momento, disfrutando de la sensación de estar en sus brazos nuevamente, de sentir su calor, su presencia. Había viajado miles de kilómetros con la esperanza de encontrar respuestas, y ahora, sintiendo su cercanía, sabía que lo único que importaba en ese momento era estar con él.
Después de un largo abrazo, Randy la bajó suavemente al suelo, pero sus manos no la soltaron. Ambos se miraron, sin necesidad de palabras. Las emociones estaban claras en sus ojos, en cada gesto.
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CUANDO NUESTROS OJOS SE CRUZARON - Randy Mesmo
أدب الهواةEn el vibrante mundo del circo, donde los colores brillan y las risas son contagiosas, Lía, una joven de 16 años con sueños de estudiar cine, se adentra en su primer día de trabajo como parte del equipo de producción de un espectáculo en Juárez, Méx...