pɑntɑllɑ || lisandro martinez

00001

30 de agosto de 2022
Mánchester, Inglaterra
Constanza;

Kate me pasó el vaso de vodka con speed que terminó de preparar. Era el tercero de la noche. Lo tome y bebí un poco, pero no me pareció lo suficientemente fuerte. Necesitaba más, por lo menos esta noche. Asi que lo deje sobre la mesa y agarre la botella de vodka para empinarmela, mientras cerraba los ojos y sentía como el líquido quemaba mi garganta. 

— Bebiendo no vas a solucionar nada — comentó mi amiga inglesa

— ¿Y qué otra cosa puedo hacer? — cuestioné con algo de molestia

Volví a dejar la botella en la mesa y me dejé caer en la silla mientras soltaba un suspiro. Kate tenía razón, obvio.

Después de la llamada que recibí del director de la que creí sería mi próxima película, solo pienso en ahogarme en alcohol o matarme. Y decidí que la primera opción es la más acertada.

Hace un mes, cuando recibí la oferta de protagonizar una película e inmediatamente me instalé en Mánchester por esto, no podía más de la emoción.

Soy actriz desde los cuatro años. Empecé con cosas pequeñas, cómo propagandas o publicidades que salían en la tele. Seguí con papeles chiquitos en series que tuvieron mucho éxito: Floricienta, Casi Ángeles, Aliados, Consentidos. Luego llegaron papeles más grandes y protagonicos en distintas novelas, como Solamente Vos, Simona, Argentina tierra de amor y venganza.

Mi padre es un gran actor argentino y mi mamá una de las mejores modelos argentinas. Por esa razón a nadie le llamó la atención que, mientras crecía como actriz, también me perfile como una de las modelos más jóvenes de mi país. No es que haya sido una niña explotada por sus padres. Todo lo contrario, desde que tengo uso de razón quise ser parte de su mundo. Siempre los admiré y deseé seguir sus pasos. Y ellos me apoyaron en mis elecciones, me acompañaron a cada casting, me alentaron en cada desfile, y me ayudaron con cada canción.

También soy cantante. Cosa que sí sorprendió a los medios de mi país, a diferencia de mis otras dos profesiones. Cuando saque mis primeros sencillos, las críticas fueron duras. Aunque en realidad siempre tuvieron algo que decir sobre mi: que actuaba mal, o que era muy rellenita y bajita para ser modelo, o que todo me vino de arriba por ser "hija de". Mis canciones les parecen comerciales, mi voz es puro autotune según ellos, y mi futuro como cantante es malo. Lástima, para ellos, que los números dicen otra cosa.

Mis papás también tuvieron un papel fundamental respecto a esto. A diferencia mía,  ellos son personas mediáticas, lo fueron desde que arrancaron sus carreras. Por eso siempre salen a defenderme y a bancarme, además de que son mi mayor contención puertas adentro. Nunca entendí qué tienen en contra mío para mancharme tanto durante todos mis años de carrera. Según mis progenitores es pura envidia, y es el precio a pagar de la fama. Entiendo lo primero, aunque no lo segundo.

Si bien todos, o la mayoría, de famosos sean mediáticos o no se comieron alguna fake news, lo mío ya es descomunal. Todas las semanas me veo envuelta en un nuevo romance, quilombo o discordia. Obviamente la mayoría de las noticias son falsas, fundadas en rumores que muchas veces empiezan ellos, o en fotos y mensajes sacados de contexto.

Cuando obtuve mi primer trabajo como actriz fuera de Argentina, en la serie Euphoria, logré hacerme conocida de manera internacional. Y no sólo como actriz, sino también como modelo y cantante, ya que mi primer disco lo saqué después que se lanzó la primera temporada de la serie, y muchas marcas reconocidas mundialmente me quisieron cómo embajadora o para publicidad.

Esto también llevó a que las noticias que los medios de mi país difundían sobre mi escalen a nivel mundial. Si bien a esta altura ya estoy acostumbrada y aprendí a no darles bola ni responder, la última fake news que salió podría costarme mi primer protagónico en una película. Una película que también tiene como protagonista al actorazo Glen Powell. Es realmente una gran oportunidad para mí.