——[Acto I]——
La costa de Bellford estaba demasiado tranquila esa noche, tanto que los pasos de Vincent hacían eco en las paredes.
Los viejos faroles proyectaban sombras titilantes sobre los adoquines húmedos, mientras la neblina se arrastraba perezosa desde el mar, como un velo que envolvía la ciudad. Era una de esas noches en las que el frío calaba hasta los huesos y la humedad impregnaba la ropa. Usualmente, la inmundicia de la ciudad aprovecha la bruma de la costa para ocultar sus indecentes negocios, moviéndose entre las sombras como ratas entre las grietas. Pero por alguna sospechosa razón, no había casi nadie a esas horas.
Nadie más que un grupo de pescadores con ropas maltratadas y barbas descuidadas, quienes compartían una botella de ron junto a un barco en la orilla. Estaban sentados en cajas de madera, riendo a carcajadas apagadas y compartiendo chistes que solo ellos entendían. A la distancia, sus risas se mezclaban con el murmullo del oleaje, creando una sinfonía sombría y solitaria.
Como fachada, los Reefmen son dueños de varias empresas pesqueras, y esos marineros muy probablemente trabajen para ellos sin tener la más mínima idea de que es Silas quien realmente firma sus cheques. El capitán mantenía la ilusión de ser un patrón justo, mientras ocultaba sus verdaderos negocios tras contratos y recibos.
Cuando vieron a Vincent acercarse, sus risas se fueron apagando poco a poco, hasta convertirse en un silencio tenso. Ni siquiera intentaron disimular su desprecio. Uno de ellos, un hombre con una cicatriz en la mejilla, se levantó y escupió al suelo.
— ¿Qué quieres, Ashford? —preguntó, con voz ronca— Déjanos en paz. No buscamos problemas con nadie esta noche.
Vincent lo miró, los ojos oscuros y serenos bajo el ala de su sombrero. No era la primera vez que le tocaba hablar con matones y rufianes, así que dando un paso más cerca, dejó que la brisa marina moviera levemente su gabardina antes de responder con tono tranquilo.
— Todo lo que quiero es hacer un par de preguntas —dijo, sacando un cigarrillo que se llevó a los labios antes de encenderlo— respondan pronto y podrán volver a su botella y a sus cuentos de marineros.
Los pescadores se miraron entre sí, incómodos. El hombre de la cicatriz frunció el ceño y dio un paso adelante.
— ¿Y si no hablamos, Ashford? —desafió, con una sonrisa torcida y falta de humor.
Vincent exhaló una bocanada de humo que se dispersó en la bruma nocturna antes de responder, con una sonrisa que apenas asomaba en las comisuras de sus labios.
— La costa tiene una forma de guardar secretos, muchachos... —hizo una pausa, dejando que el sonido de las olas llenara el silencio— A veces, los guarda tan bien, que nadie vuelve a oírlos jamás.
Sin esperar una respuesta, metió la mano en el bolsillo interior de su abrigo y sacó un pequeño botón dorado que brilló a la luz de la luna, con un emblema grabado en su superficie.
— Díganme ¿Dónde han visto esto antes?
El brillo del botón captó la atención de los pescadores, pero no suavizó su actitud. continuaron reacios a contestar, pero uno de ellos, un muchacho de no más de veinte años, tenía el rostro pálido y el labio inferior tembloroso.
Vincent lo notó, y sin perder un segundo, se le acercó hasta que la distancia entre ellos fue solo un par de pasos. El joven trató de sostener la mirada, pero terminó bajando la vista hacia las olas que rompían suavemente contra la orilla.
— Dime, joven —insistió Vincent, en un tono más bajo pero con la misma firmeza— no hay nadie más que nosotros cuatro. Las palabras se las llevarán el viento y las olas.
![](https://img.wattpad.com/cover/382944912-288-k887682.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Susurros De Neón
Mystery / ThrillerBellford, alguna vez tierra fértil para empresas y negocios, solo tiene un montón de fabricas abandonadas que no hacen sino recordar la antigua gloria de un imperio devastando por la Gran Depresión. Ante la ausencia del orden, 5 grandes facciones ha...