37- Sanar

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Parpadeo viéndolo sonreírme, con la cabeza reposada en su brazo

Es tan radiante que casi me quedo ciega

-Buenos días bella durmiente

-¿Viste las películas de princesas? -se encoge de hombros sonriéndome

-Tengo sed-mi garganta está totalmente seca

Quito las sábanas de mi cuerpo, incorporándome

-AUH-me llevo la mano a la espalda, que ha empezado a dolerme

Me giro viéndolo reírse

-Imbécil

-¿Ahora que hice? -pregunta sonando claramente inocente ante el asunto

Gruño, poniéndole mala cara

Agarro una almohada, lanzándosela a su cara, su risa rompe el silencio de la habitación

-Idiota no te rías, esto es tu culpa, por querer follar hasta el amanecer-pongo mala cara, intentando ponerme de pies, pero caigo a la cama

-Solo quise recuperar el tiempo perdido

-Claro. Por eso me follaste como un animal sin control, casi ni me dejaste descansar tarado y ahora-señalo mi espalda-no puedo ni pararme imbécil

-¿Sabes que no cambiaras nada insultándome?

Paso mis manos por mi cabello, cada vez más frustrada

-Tarado, idiota, imbécil, gilipollas, lunático, estúpido, baboso, cara de ñaña.

-¿Disculpa?, esta cara-sus dedos recorrer su rostro perfecto, casi me quedo hipnotizada -no es una cara de ñaña, es sumamente perfecta y guapa. retráctate-se acerca hasta rosar mi nariz

Yo...

-Se me olvidaba que eras un engreído

-Retráctate

-¿Y si no quiero? -pregunto inocentemente viendo fijamente sus ojos ardiendo como nunca ante mi desafío

-Bueno alguien te tendrá que enseñar modales, para que respetes a tus mayores.

Sonrió divertida

-No es que digamos que usted sea muy educado que digamos-respondo pícaramente pasando mis dedos por su hombro

Siento su respiración agitada golpear con la mía

-Soy muy educado.

-¿Enserio?, dime, no te enseñaron a no meterte con los menores o a no tocar lo que es tuyo.

-Y a ti a no contradecir a los mayores-sus dedos se enroscan en mi cabello, jugando con ellos

-Claro que me enseñaron, pero yo soy más de, no dejarme que me mangoneen sin razón alguna-me encojo de hombros, conteniendo mi risa

-Bueno, pero a veces si lo necesitas-comenta colocando una mano en mi cadera

-¿Y tú forma de enseñarme es golpearme el culo?, yo diría que lo disfrutas. Demasiado

Se deja caer a mi lado rompiéndose en carcajadas

-No negare que me gusta, pero también hay otras formas que me gustan mas

-¿Como cuáles?

-No lose, tú de rodillas ante mí, ya sabes cómo-mis mejillas arden, cuando rompo el contacto visual-tu, amarrada en una cinta en mi cama, tú en mi escritorio, tu...

-Ya...ya entendí, cierra la boca lunático

Su brazo me rodea atrayéndome a él, hasta que mi cara quedo hundida en su pecho

La Combiancion PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora