𝗨𝗦𝗔𝗚𝗜, 𝗥𝗘𝗦𝗣𝗢𝗡𝗦𝗔𝗕𝗟𝗘 𝗬 𝗣𝗥𝗜𝗠𝗢 𝗖𝗛𝗔𝗠𝗕𝗘𝗔𝗗𝗢𝗥 | 𝙏𝙈𝙉𝙏

AMARGA DESPEDIDA

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Ambientado en el pasado.

◻️ Pasaron meses desde la muerte de Miya. Durante ese tiempo, Kiyo había asumido la responsabilidad de cuidar no solo de su propia familia, sino también de la familia de su hermano. Aceptaba trabajos ocasionales que le ayudaban a mantener a todos. Mientras, tanto Yuki como Mamasagi comenzaron a trabajar también. Yuki, de vez en cuando, vendía pan casero, y Mamasagi, se dedicaba a pequeños trabajos de costura que también aportaban algo a la economía familiar

◻️ Sin embargo, todo esto no parecía ser suficiente para cubrir las necesidades, y Kiyo vivía cada día agobiado por el estrés y la angustia del dinero. Como el dinero llegaba, también se iba rápidamente: la renta, los gastos de la familia, y otra parte que siempre terminaba en manos de Mamasagi. Ella en diversas ocasiones se negó a aceptar ese dinero porque se sentía como una carga para su cuñado, pero al final accedía ya que Kiyo se lo había prometido a Miya

◻️ La situación parecía estar atrapando a Kiyo en un ciclo de desesperación, pero todo cambió cuando se reencontró con un viejo compañero de trabajo. Este hombre, también desempleado, le habló de su plan de abandonar el pueblo y viajar hasta la frontera para cruzar al país vecino en busca de una oportunidad mejor. Le extendió una invitación, proponiéndole que se uniera a él y así ambos pudieran conseguir un futuro mejor para sus familias. Era una oportunidad que Kiyo no podía ignorar, y por primera vez en mucho tiempo, vio una salida

◻️ Pasaron días mientras Kiyo meditaba en silencio, dándole vueltas a la idea de irse. No le dijo nada a Yuki, pero ella pronto comenzó a notar que algo no estaba bien. Ella, con la delicadeza que la caracterizaba, decidió confrontarlo. Kiyo, no pudiendo ocultarlo más, finalmente le reveló la verdad. Le contó que había decidido irse del pueblo, que viajaría con su ex compañero de trabajo en busca de mejores oportunidades. Cuando encontrara un empleo, le enviaría dinero para ayudarla a ella y a Mamasagi

◻️ Yuki, al escuchar las palabras de Kiyo, cayó en un estado de completa negación. No podía aceptar la idea de que él se fuera, no podía imaginarse su vida sin él a su lado. El solo pensamiento de criar a su hijo sin la compañía y el apoyo de su esposo le rompía el corazón. Con la voz temblorosa, le rogó una y otra vez que pensara su decisión. Le prometió que buscaría un trabajo para ayudar con los gastos, que enfrentarían juntos las dificultades, pero que él no podía irse

◻️ Sin embargo, Kiyo se mantuvo firme en su decisión. Yuki, al ver que nada de lo que decía podía hacer que su esposo lo reconsiderara, se resignó a aceptar la realidad; pero su corazón no podía soportar la idea de que Kiyo emprendiera este camino solo. Aunque le partía el alma pensar en lo que tendría que hacer, decidió que lo acompañaría

◻️ Kiyo intentó disuadirla. Le pidió que se quedara para cuidar a su hijo, que no se sometiera a ese sacrificio. Sabía cuánto le costaba a su mujer separarse de su pequeño. Pero, a pesar de su angustia interna, Yuki sabía que no podía dejar a su esposo ir solo. No podía. En su mente solo resonaban las palabras que se habían prometido el día de su boda: "Siempre estaremos juntos, en las buenas y en las malas"

[...]

◻️ El día finalmente había llegado, pero antes de partir, llegaron a casa de Mamasagi para dejar a su hijo a su cuidado

◻️ "Yui..." susurró Yuki, sintiendo cómo el peso de la despedida le aplastaba el pecho. Su voz, quebrada y suave, no podía ocultar el dolor que sentía. "Pórtate bien, ¿sí? Tienes que hacerle caso a tu tía en todo lo que te diga mientras no estemos" cada palabra que salía de sus labios parecía desgarrar su corazón un poco más. No quería que su hijo notara la tristeza, pero era imposible disimularlo. "Ya verás que pronto volveremos a estar juntos"

◻️ "Mami..." murmuró Yui, abrazándola sin querer soltarse

◻️ En ese momento, Yuki intentaba aguantarse las lágrimas para no hacer llorar a su pequeño. "Te prometo que vamos a regresar, mi cielo" besó su frente. "Y vamos a jugar mucho, y te voy a preparar galletas..." su voz se quebró al final, pero hizo un esfuerzo por sonreír

◻️ Kiyo, observando en silencio el dolor de su esposa, se acercó a ella. "Bonita, ya nos tenemos que ir"

◻️ "Un minuto más, amor" dijo sin soltar a su hijo. "Solo déjame abrazarlo un minuto más..." Yuki tomó el rostro de su pequeño entre sus manos, y unió su nariz a la de él. "Te amo, Yui... papi y yo te amamos mucho. No olvides eso nunca..."

◻️ Yui sonrió y volvió a abrazar a su mamá. Ella, con un dolor inmenso en el corazón, vio obligada a entregárselo a Mamasagi. Con un último beso en la frente de su hijo, Yuki se alejó de él y tomó de la mano a Kiyo mientras salían de la casa...

[...]

◻️ Fue un largo y cansado viaje a través del país, hasta que finalmente llegaron a la frontera. No se encontraban solos, estaban acompañados del hombre que invitó a Kiyo y otras personas. Tras días de camino y con la oscuridad cubriendo la frontera, aguardaron en silencio. Sabían que el momento de cruzar llegaría en las primeras horas de la madrugada

◻️ El grupo estaba tenso. La oscuridad parecía envolverlos. Pero en un abrir y cerrar de ojos, la situación se complicó. Un primer disparo resonó, desgarrando el silencio nocturno. Fue una señal de alerta y caos; de inmediato, todos se dispersaron, corriendo en distintas direcciones, intentando escapar de las balas que ahora volaban en su dirección

◻️ Kiyo tomó la mano de Yuki con fuerza, su única prioridad era protegerla, mantenerla a salvo en medio del caos. Corrieron juntos, pero en un momento de desesperación, mientras empujaba a Yuki hacia adelante, un dolor agudo recorrió su espalda, dejándolo sin aliento... Había recibido un impacto

◻️ Kiyo cayó de rodillas, y el dolor era tan intenso que apenas podía moverse. Yuki se dio la vuelta y regresó hacia él, arrodillándose a su lado mientras, con lágrimas en los ojos, veía cómo su esposo empezaba a desangrarse. "¡Kiyo!" colocó sus manos temblorosas sobre su herida, tratando de detener la sangre que fluía. "Amor, dime qué hago… ¿cómo te ayudo?" susurró desesperada, presionando con fuerza la herida

◻️ Kiyo, a pesar del dolor que le invadía, hizo un esfuerzo titánico por hablar en voz baja para no llamar la atención de los hombres que estaban disparando. "Y-Yuki..." murmuró con dificultad. "A-amor, tienes que irte"

◻️ "No... no, no te voy a dejar aquí" respondió ella, sollozando

◻️ "Bonita, e-escuchame" dijo con lágrimas en los ojos. "Tienes que regresar, ¿ok? T-tienes que irte ya"

◻️ Yuki continuó negando; el dolor y la desesperación ahogándola. Pero Kiyo, sin fuerzas para discutir, tomó su anillo de bodas y se lo entregó. "Por favor, bonita..." suplicó y ella lo tomó. "N-no olvides lo mucho que te amo"

◻️ Otro disparo resonó a lo lejos. Yuki no podía creer que en verdad su esposo se estaba despidiendo de ella, no podía creer que estaba a punto de perderlo, y con el alma rota, acercó su rostro al de Kiyo y lo besó por última vez. "Te amo, Kiyo"

◻️ Él le sonrió una última vez, y con su último aliento, le dijo. "Cuando v-veas a Yui, dile que lo amo"

◻️ Yuki asintió y lo soltó, sabiendo que ese era su adiós. Se puso de pie y se fue corriendo. Otro disparo se escuchó y ella no miró a atrás, pero sabía que su Kiyo ya se había ido

◻️ Corrió sin detenerse, impulsada por el último deseo de su esposo y por el pensamiento de su hijo esperándola en casa. Cada paso era un tormento, cada metro era un recordatorio del sacrificio de Kiyo, y aunque sentía que el dolor la desgarraba, siguió adelante... Pero no llegó muy lejos

◻️ En medio de su huida, otro grupo de hombres la interceptó. Intentó zafarse de ellos, recordando las tantas veces que Kiyo le había enseñado a defenderse... pero no pudo, no pudo soltarse... Y esa fue la última vez que alguien supo de ella

[...]

◻️ Cuando el ex compañero de Kiyo finalmente logró cruzar la frontera, no perdió ni un segundo y trató de comunicarse con la familia de su amigo. Le llamó a Mamasagi y le notificó que su cuñado había muerto; y aunque no lo había visto con sus propios ojos, posiblemente su esposa también lo estaba