Si ella vuelve
"¡Sí, no te confundiste! ¡Nuestro subdirector, Álvaro, tomó a Ángela en sus
brazos! ¡No! Para ser exactos, ¡ambos se estaban abrazando con fuerza!"
"¿Se pusieron de novios? No... ¡Estoy muy triste! ¡El hombre de mis sueños
ama a otra mujer!"
"¡Oh Dios mío! ¡Sólo míralos! Ellos... ¡Dios mío! ¡Se están besando!"
"¡Dios mío! ¡Álvaro! ¡Dr. Gu! ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Mi amor platónico, no
beses a Ángela! ¡No! No quiero ver eso... ¡Yo también voy a saltar al río!"
Al mismo tiempo que gritaban eso, una mujer saltó al lago con entusiasmo, y
más tarde, otra mujer la siguió. De pronto, Álvaro y Ángela, sorprendidos por
esa repentina incursión diluvial, dejaron de besarse.
Ángela se sonrojó, y luego sostuvo la camisa de Álvaro con fuerza. Su mente
se quedó en blanco.
Álvaro... Él la besó delante de todos.
"¡Dios mío!", el corazón de Ángela literalmente se le salía del pecho.
Al cabo de un rato, ambos se alejaron nadando y, él la llevó a tierra firme.
"Álvaro, yo..." Antes de que ella pudiera terminar su oración, él la levantó en
sus brazos y se fue. Nadie podía creer en lo que sus ojos veían.
En cuanto a las chicas que habían saltado del puente intencionalmente,
seguían gritando pidiendo ayuda, pero Álvaro, fiel a su costumbre, las ignoró
y corrió más allá de donde estaban
esos hombres y mujeres medio ahogados que se aferraban unos a otros, y se
dirigió a la Oficina del Subdirector.Álvaro llevó a Ángela al baño. Luego, le pidió que se sentara en el sofá,
encendió la calefacción central, se puso en cuclillas frente a ella y le tomó el
pulso.
"Estoy bien. Sí sé nadar". La razón por la que había saltado del puente era
porque sabía nadar, de no ser así, no lo habría hecho. Hubiera preferido
dejarse atrapar por los guardaespaldas.
Como Ángela estaba bien, Álvaro se levantó, sacó una toalla de baño y la
cubrió con ella.
Después, sacó otra toalla y cubrió su cabello, "Ve a tomar una ducha. Este es
un baño simple, no tiene bañera, pero puedes tomar una ducha".
"Bien. ¿Y qué hay de ti?"
"Yo estoy bien. Puedes ducharte primero". Él salió del baño inmediatamente
y cerró la puerta.
Al salir, llamó a Alonso: "Envía un conjunto de ropa para dama a mi oficina".
"Para... Ángela?", preguntó Alonso con mucho cuidado.
Aunque Álvaro no dijo nada, claramente se refería a ella, Ángela deslizó una
toalla alrededor de su cuerpo y entró en el baño. Ella se las arregló para
prepararse para la cama y se metió en ella antes de que él entrara.
Él llegó después de que ella hiciera una inspección exhaustiva de todo su
cuerpo en busca de lesiones.
"Cambiate de ropa". Álvaro entró con dos bolsas en las manos y las puso
sobre la mesa.
"Bien".
Cuando Álvaro entró al baño, Ángela se cambió de ropa de inmediato, sin
embargo, cuando vio la ropa con detenimiento, torció los labios... Era...
pasada de moda.Un elegante vestido floral negro, medias negras y zapatos planos amarillos.
"¡Qué mal... gusto tiene Álvaro!"
'Será mejor que hable con él al respecto cuando salga del baño. Si de verdad
tiene tan mal gusto, ¡necesito darle una lección de moda!', pensó.
En ese momento, alguien llamó a la puerta. "Srta. Si, soy yo", dijo Alonso,
quien entró portando en la mano un recipiente térmico con comida. Ordenes
de Álvaro
Ángela se zampó la mitad de la comida y dejó el resto para Álvaro. Entonces,
miró su ropa.
¡Como ella era muy joven, le daba vergüenza salir de la oficina con ropa
pasada de moda!
"¡¿Por qué me compró ropa tan anticuada? !", se preguntó.
Cuando Álvaro salió del baño, quedó en shock.
"¡Ala Grande!" Ángela corrió hacia él y lo tomó de los brazos, pero él la alejó
para quitarle el vendaje. "No te muevas. Déjame poner un vendaje fresco en
tu herida."
Originalmente, no hubiera tenido necesidad de cambiar el vendaje, pero ahora
era necesario porque el agua del lago había mojado la tela.
Bajo el vendaje, el polvo ya estaba endurecido, y la herida era de color rojo
brillante. Álvaro tuvo que revolver su botiquín antes de tomar una botella de
yodo.
"Ala Grande, alguna vez le has... comprado un regalo a una mujer?", le
preguntó Ángela con curiosidad.
Después de una breve pausa, él respondió fríamente: "Sí"."¿Qué le compraste?" ¡Ángela juraba que hacía esa pregunta sólo por
curiosidad! Simplemente deseaba determinar su gusto, y ya se podía imaginar
las reacción de esas mujeres.
Desafortunadamente, su respuesta lastimó su corazón.
"Un bolso... y... un anillo." Cuando Raquel tenía 18 años y Álvaro 19,
estaban oficialmente comprometidos.
En compañía de Raquel y del padre de ella, Álvaro compró el anillo de
bodas, y en su cumpleaños número 19, compró un bolso de moda para ella.
Por lo general, nunca compraba regalos personalmente para otras mujeres,
sino que le pedía a su asistente que ella lo hiciera.
"¿Un anillo?", susurró Ángela con inquietud. Su cara se había puesto un poco
pálida.
'¡Parece que Álvaro y Raquel estaban dedicados el uno al otro! Soy tan
envidiosa, celosa y odiosa... '
"Álvaro, si ella vuelve...", esa era la primera vez que Ángela mencionaba a
Raquel en su presencia.
Al escuchar su pregunta, él volvió a la normalidad y continuó cubriendo la
herida. "No debes nadar en los próximos días, o afectará el progreso de la
curación".
Ángela se había quedado callada.
Después de aplicar nuevamente yodo, Álvaro empacó su ropa. "Me acaba de
llamar Lulu. Te está esperando. Le pediré a Conrado que te lleve a casa".
Aunque Álvaro dijo estas palabras en un tono normal, ella percibió dolor en
su voz.
'Pero Raquel no ha vuelto, así que todavía puedo pasar un buen rato con
Álvaro, ¿cierto?', se preguntó.Dando un paso adelante, Ángela puso sus brazos alrededor de la cintura de él.
El rostro sobre su pecho hizo que aquel vibrara por los fuertes latidos de su
corazón.
Álvaro percibió el estado de ánimo sombrío de Ángela y poniéndole la mano
en la cabeza le dijo en voz baja: "Ángela, no puedo hacerte ninguna promesa
porque el futuro es incierto, pero debes creerme, me esforzaré por nuestro
futuro".
La razón por la que no quería hacerle ninguna promesa era porque no podía
controlar el futuro. Si no actuaba de esa manera, podía lastimarla
profundamente...
"¿Me puedes decir... a quién amas más?"
Después de que ella formulara esa pregunta, Ángela fijó su vista en su
mandíbula y no en sus ojos...
porque la gente podía descubrir la verdad a través de los ojos de los demás, y
ella tenía miedo de descubrir la verdad a través de los ojos de él.
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Enamorada del doctor
Romancela historia de Angela si y Alvaro gu ... una historia de amor que comienza en "ENAMORADA DE DANIEL " QUIÉN ME ACOMPAÑAN Atreves de esta store....