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Adela

Creo que me vería mejor con la morada—. Dijo Valeska mirando las diferentes medias de bruja que habíamos alquilado en la tienda a la que habíamos entrado para elegir nuestro disfraz para Halloween.

Había dudado entre una bruja y una princesa, pero al descubrir por medio de Isaac que Axel iba a vestir de príncipe azul, se decidió por vestirse de bruja.

El vestido que había elegido era un cruce entre negro y azul. El escote de un azul marino llevaba encaje en la parte superior y hasta su cintura, tapando la tela de satén casi por completo. La falda era de copa y parecía más una sombrilla que dejaba al descubierto sus piernas. Había optado por utilizar unas botas altas que se cerraban en sus tobillos, pero aún no había logrado elegir entre las medias.

Aila se iba a vestir de vikingo y se estaba probando los diferentes cascos para ver cuál le quedaba mejor. Debo admitir que la falda y la blusa que había elegido le quedaba demasiado bien. Las dos prendas fingían ser de cuero y un cinturón se amarraba a su alrededor, donde colgaba un cuchillo de plástico y una soga corta.

—¿No creen que es un poco excesivo todo esto?— preguntó Aila observando sus botas y yo negué.

— Para nada. Te ves muy bien—. Le dije y ella me sonrió.

— Tú tampoco te ves mal—. Dijo ella y yo me volví a mirar al espejo.

El vestido blanco me llegaba hasta los tobillos y se abría por los costados
Tenía varios adornos dorados que simulaban oro abrazando mi cintura y la parte del escote. Una corona dorada yacía sobre mi cabeza entrelazada entre las ebras de mi cabello y unas sandalias blancas calzaban mis pies.

Había dudado al inicio, pero Valeska había dicho que el maquillaje en los ojos me haría ver como una faraona y la verdad es que me había gustado el resultado.

Mis ojos llevaban un delineado oscuro y mis pestañas se veían más largas ahora que les había tocado. Mis labios rojos y mis mejillas tapadas levemente por el rubor en tonos naranjas que me hacia ver la piel un poco más bronceada.

La fiesta iniciaba en media hora y nosotras ya casi íbamos a salir en su dirección. Sólo esperábamos que Valeska se decidiera por un par de medias.

— Toma las violetas y ya—. Dijo Aila sentándose en la cama con frustración.

— Tranquila, Isaac no debe haber llegado todavía.

— No es eso. Llevamos casi una hora en esto. Pilar se va a molestar si llego tarde para el incio—. Se quejó de nuevo y Valeska rodó los ojos.

—Bien. Las violetas entonces—. Dijo ella y se sentó en la cama para ponerse las medias— Vamos.

Las tres salimos de la habitación de Aila, ya que era la que más cerca quedaba de la fiesta que se realizaría em el gimnasio.

Por el camino nos encontramos con Haruki y Dominic. Ambos se habían vestido de Power Rangers. Haruki de azul y Dominic de rojo. Nosotras nos habíamos burlado de ellos hasta que llegamos al gimnasio.

En la entrada del lugar habían cintas blancas que simulaban niebla. Al pasar por ellas nos encontramos con varios fantasmas inflables flotando en la entrada y un túnel oscuro iluminado levemente por luces rojas y a su alrededor manchas carmesí que simulaban sangre.

En el suelo habían marcas de víctimas en posiciones desagradables y sobre algunas de ellas manchas de sangre falsa. En el final nos encontramos con un cartel de emergencia donde brillaban las letras “NO ENTRES, HUYE” con luces amarillas, mientras el resto del cartel brillaba en rojo.

El Chico Del Piano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora