➤ ꜱɪᴅᴇ ꜱᴛᴏʀʏ 2

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ꜱᴇᴄᴜɴᴅᴀʀɪᴀ 

—¿Ya nos vamos? —habló molesto el demonio. Estaban en los casilleros guardando sus cosas tomando solo lo necesario, cuando Dipper estaba distraído su novio lo acorralo en su casillero. 

—Acabamos de llegar, ¿vas a estar así durante todo el año? —acarició su mejilla mientras él hacia un puchero. 

—Hay mucha gente aquí, no quiero que nadie se te acerque. 

—Relájate, no conozco a casi nadie aquí, las cosas cambiaron mucho este verano y hay cientos de caras nuevas. No seas tan celoso. 

—Bien, pero a cambio me debes esta noche... Y la siguiente... —sonrió coqueto. 

Dipper solo bufó y se separó de su novio sin antes decirle ¿vienes? Para que lo siguiera, el castaño le dio un recorrido por toda la escuela desde los salones de clases hasta el gimnasio y la piscina donde Bill se imaginaba haciendo el amor con su novio en esta última.

Siguiendo el recorrido a la cafetería por unas bebidas, encontraron a Mabel y Pacífica rodeadas de un montón de estudiantes platicando en una gran mesa, sí que es buena con las relaciones sociales pensó Bill. Dipper le explicó su horario a su novio mientras que este "disimuladamente" acariciaba su espalda. 

—Ni se te ocurra, aquí no. —pronunció firme. 

—¿Por qué no? —bajó delicadamente su mano hasta su trasero donde simulaba qué metía sus dedos dentro de su ropa, Dipper se estremeció. 

—B-Bill... Aquí... No... —decía en voz baja, intentando disimular sus jadeos, la mano juguetona de su novio se estaba adentrando en sus pantalones buscando su entrada para poder estimularla... —En... En casa... —el rubio se detuvo. 

—Perfecto. —sonrió y sacó su mano rápidamente, Dipper le tiró un malvavisco en la nariz. 

El timbre sonó y se encaminaron al salón de matemática, justo tenía que comenzar con esta clase pensó el castaño. 

Solo llevaban media hora de clase... media hora y Bill ya se quería sacar los ojos. 

El profesor primeramente se presentó y dio una introducción del tema, después comenzó con su clase y el demonio se quedó en blanco. No solo por lo estresantes qué pueden ser los números, sino que podía escuchar todos esos comentarios de las chicas hacia su novio, zorras

Tal vez desde la transformación de Dipper él se había vuelto más atractivo de lo usual, Cipher pensó que solo había sido a sus ojos, pero no fue así, el castaño si había cambiado físicamente y lo habían notado más allá de él y eso lo molestaba muchísimo. 

Cuando terminó la clase, antes de salir del salón Bill creó una fuerte ventisca que voló los cuadernos de aquellas tipas aprovechando que las ventanas estaban abiertas y salió del aula un poco malhumorado, ¿qué te pasa, Cipher? Pensó Dipper. 

Así pasó toda la mañana, incluso en el receso cuando se reunieron los cuatro para desayunar, Mabel comentaba alegremente su día y como había hecho muchos amigos, Pacífica por su parte ya comenzaba a realizar fiestas y reuniones con sus nuevos amigos, aprovechando que tenía una casa grande para ella sola.

Dipper compartía un par de palabras con ellas, más que todo criticando algunas clases, por su lado Bill solo jugaba con su lata de refresco, volteando a ver muy mal a las chicas que miraban a Dipper (de vez en cuando también al él) 

Pero esta fue la gota que colmó el vaso... 

—¡Hola! —una linda chica de cabello lacio y rubio se le acercó a Dipper. —Dipper Pines, ¿cierto? Una amiga quiere hablar contigo, ¿vienes? —habló en un tono coqueto y agudo. 

—Disculpa, yo- —Bill interrumpió. 

—¿Por qué no le dices a tu amiga que venga ella misma? Que no sea cobarde. —expresó muy molesto, la chica se quedó callada. 

—¡Philip! —dijo Dipper intentando controlarlo, el mencionado bufó y salió de la cafetería rápidamente, siendo seguido por el castaño. 

—Ya debes estar feliz. —replicó Pacífica. —Causaste la primera pelea de pareja de esos dos. 

—¿S-Son pareja...? 

—Obvio niña ¿no se notaba? De todos modos eso no te importa. —la chica se sintió muy incómoda y se retiró. 

—Tenemos que ir a verlos, ¿qué tal si...? —Nortwest interrumpió.

—Déjalos resolverlo solos, no querrás meterte con un demonio celoso. 

—Tienes razón... 

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Bill caminó hasta los vestidores qué se encontraban vacíos intentando calmarse y evitar hacer una escena, casi de inmediato, Dipper llegó hasta donde estaba y lo abrazó desde atrás tan pronto lo vio. 

—Bill, no te pongas así, no tienes por qué estar celoso. —intento calmarlo. 

—Esas zorras hablaban mucho de ti, tienen tantas cosas en la mente sobre ti y eso me enfurece. 

—Ellas también hablan sobre ti, Bill. ¿Crees que no me doy cuenta? También estoy celoso de eso. —soltó su abrazo y se puso frente a él. —Bill Cipher, yo soy tuyo, en cuerpo y alma y lo sabes. —acunó su rostro entre sus manos y el rubio volteo a verlo con una expresión más calmada. —Yo te amo, Bill.

El rubio suspiró y lo abrazó, acariciando su cabellera sintiéndose totalmente reconfortado y tranquilo. Quizás sí se había pasado un poco, solo un poco. Él besó su frente para después darle un cálido beso en sus labios que Dipper aceptó gustoso, enrollando sus brazos en el cuello del más alto. 

—¿Mejor, mi demonio celoso? —sonrió el castaño. 

—Sí, y soy muy celoso y posesivo con lo que es mío. 

—Ya me di cuenta. —volvió a besarlo. 

≫ ──•◦ ◦•── ≪

El día termino bien, dentro de lo que cabe, pues cierto demonio rubio había ocasionado que el cabello de aquella joven haya sido quemado por un "accidente" en los vestidores de damas. 

—Dijiste que me controlara, así que en vez de hacer que se comiera su propio brazo, le queme el cabello—se excusó. 

—No me refería a eso. 

Dipper les había dicho a su hermana y su novia que pasaría el día con Bill en su casa, ya que por sus celos no había prestado atención a las clases y habían dejado tareas para el día siguiente, aunque las chicas querían ofrecerse para ayudarlo mejor se guardaron esa idea para no provocarlo más. 

Cuando llegaron Bill había ordenado comida mexicana para almorzar, después continuarían con el estudio. Después de un par de besos candentes qué querían provocar más a su novio, el rubio desliza a su mano dentro de su camisa hasta llegar a sus pezones y acariciarlos mientras jadeaba en medio del beso, con su otra mano se dirigía a su entrepierna, justo cuando estuvo a centímetros de meter su mano y tocarla... 

—¡Para ya! —lo separó. —M-Mejor ayúdame a entrenar aprovechando que estamos solos. —las últimas semanas antes de que comenzarán las clases, Bill lo ayudaba a controlar sus nuevos poderes y él aprendía bastante rápido a controlarlos, fueron como dos veces donde casi fueron descubiertos por esas dos chicas, haciendo que disimularan torpemente diciéndoles qué Bill le enseña a un truco con sus poderes. 

—¿Cuándo le vas a decir a Mabel? 

—No lo sé, aún no estoy listo para eso y no sé cuál será su respuesta... No me desanimes tan pronto. 

—Ja Ja, bien mi niño pino. —le dio un besito en la nariz. —¿Qué quieres hacer primero? ¿Invocar un dragón con cabeza de unicornio, o un unicornio con cuerpo de jabalí? —el castaño se carcajeó. 

—Enséñame a controlar los elementos, dijiste que esa sería mi siguiente lección. 

—Bien, pero no quemes la casa. 

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𝖂𝖊𝖑𝖈𝖔𝖒𝖊 𝖇𝖆𝖈𝖐, 𝕻𝖎𝖓𝖊𝖘 𝖐𝖎𝖉 ◮ 𝕭𝖎𝖑𝖑𝖉𝖎𝖕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora