Cuando Buster conoció a Yakko fue a mitad del primer año en la Looniversidad en ese entonces Yakko no era estudiante pero era el protegido prodigio de Bugs Bunny, quien había traído a Yakko para una clase muestra, desde la primera vez que Buster lo vio ya no pudo apartar su mirada de él.Desde aquel primer encuentro en la Looniversidad, Buster se había quedado hechizado por Yakko. Recuerda vívidamente la escena en la clase de Bugs Bunny, quien había traído a Yakko para mostrar su talento. Aquel chico prodigio parecía flotar en un mundo propio, arrancando risas y miradas de admiración con una facilidad que parecía mágica. Buster, siempre el competidor, decidió en ese instante que tenía que superarlo.
Durante todo el día, intentó todos los trucos que sabía para captar la atención de Bugs y robarle a Yakko ese lugar especial. Se desafiaban, lanzándose bromas y piruetas, cada uno buscando eclipsar al otro, pero sin darse cuenta, esa competencia fue transformándose. Buster no sólo admiraba el talento de Yakko, sino que algo en su risa y su carisma comenzó a derrumbar sus defensas. Cada vez que Yakko lo miraba, con esa chispa en los ojos, Buster sentía algo que jamás había experimentado.
Al final, en un acto que sellaría su destino, Buster aceptó su derrota, pero no de la forma que imaginó. Porque más que admiración, lo que sentía era amor. Se había enamorado profundamente de Yakko Warner, y aunque en ese momento no lo sabía, ese sentimiento cambiaría el rumbo de su vida para siempre.
Bugs Bunny lo había planeado bien. Sabía que Yakko, aunque talentoso y carismático, necesitaba un entorno donde pudiera crecer rodeado de toons de su edad. Hasta ese momento, Yakko se había rodeado principalmente de sus hermanos y de una rutina que lo mantenía ocupado, pero no necesariamente satisfecho en lo social. Bugs quería que Yakko experimentara la vida universitaria, que se abriera a nuevas amistades y aventuras. Por eso, organizó aquella clase en la que lo presentó a sus futuros compañeros y, sin saberlo, le presentó también a alguien que se convertiría en una parte fundamental de su vida: Buster.
Desde el primer día, Buster y Yakko tuvieron una conexión instantánea. Al principio, compartían una sana rivalidad, pero muy pronto esa competencia amigable se convirtió en algo más. Ambos descubrían en el otro a alguien con quien podían ser ellos mismos, compartir bromas y conversaciones que no podían tener con nadie más. Era como si Buster le ofreciera a Yakko la amistad y la compañía que, sin darse cuenta, había estado buscando.
Fue en ese ambiente de camaradería y diversión que Yakko sintió un deseo genuino de estudiar en la Looniversidad, no solo por el prestigio o los elogios de Bugs, sino para vivir la experiencia al lado de Buster. Yakko encontró en él a su primer y mejor amigo, alguien que lo entendía y lo hacía sentir libre. Y a partir de ese momento, ambos comenzaron una etapa que les cambiaría la vida, juntos en la Looniversidad y en el centro de sus propias aventuras...
Con los años, la relación entre Yakko y Buster se volvió tan profunda que para muchos era evidente que su conexión iba más allá de una simple amistad. La complicidad entre ellos era tan natural que, para quienes los veían, parecía imposible que fueran solo amigos. Sin embargo, Yakko, acostumbrado a enfocar sus emociones en su arte y no en relaciones románticas, no se detenía a analizar lo que realmente sentía por Buster. Para él, la amistad y el afecto de Buster era algo seguro, parte de su vida cotidiana, y la idea de que pudiera significar algo más no era algo que hubiera considerado seriamente.
Por su parte, Buster sentía un amor profundo, pero en silencio. Temía que, al expresar sus sentimientos, perdería la amistad incondicional que había construido con Yakko. Pensaba que era mejor esperar y disfrutar de los momentos juntos, convencido de que su cariño bastaba para ambos. No había prisa; estar cerca de Yakko le era suficiente. Sin embargo, esa tranquilidad se esfumó cuando Max Goof apareció en la vida de Yakko.
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Sombras del engaño
FanfictionTras un divorcio doloroso, Yakko y Max intentan rehacer sus vidas mientras crían juntos a sus hijos, Makky y Angelina. La llegada de Buster a la vida de Yakko complica las cosas cuando su relación evoluciona, y finalmente los dos se embarcan en la a...