CAPÍTULO ²⁴

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Doy vueltas hasta chocar contra algo. Lo empujo para poder encontrar una posición más cómoda, pero ese algo se niega a mover.

Abro los ojos y veo la espalda ancha del Alfa que se durmió después de hacer lo que quería conmigo.

-Uhg.- volteo hacia el otro lado y me levanto mientras acaricio mi estómago. Tengo hambre y quiero comer algo delicioso.

-Son las cuatro Han Jisung, vuelve a dormir.

-Usted siga durmiendo, iré abajo un rato.- arrastro los pies hasta salir de la habitación, luego apresuro el paso y llego a la cocina.

Me pongo a preparar lo que quiero y a los minutos todo se llena al aroma de la pasta. Me sirvo en un plato y busco en todos lados hasta encontrar lo que realmente vine a comer. Cuando lo encuentro, me siento y corto la barrita de chocolate en trozos pequeños para ponerlos sobre la pasta limpia.

Llevo el tenedor a mi boca con todo servido y gimo gustoso ante el sabor.

El plato comienza a quedar vacío y me levanto para servirme más.

-¿Eso es chocolate?- Minho habla muy cerca de mi oído, me asusto y dejo caer la barrita que tenía en la mano.

-¿No?- aparto la mirada y sigo comiendo. -Tenía hambre y cociné un poco de pasta. - le echo más chocolate.

-¿Es uno de esos antojo?- Minho me quita la barrita y me levanto para recuperarla. Su rostro está arrugado en un gesto de desagrado.

-No puedes comer esto.

-Claro que sí.- lo persigo por un rato hasta que siento mi estómago pesado, cubro mi boca y corro al baño más cercano.

Quedo arrodillado frente al inodoro y vómito todo lo que comí.

Las lágrimas se forman en la esquina de mis ojos y aprieto el puño ante la desagradable sensación de las arcadas.

-¿Cuánto comiste? Hay unas cinco envolturas tiradas en el piso.

-No... No lo sé. - recuesto la cabeza sobre mi brazo y cierro los ojos, cansado de vomitar tanto.

-Vaya a descansar, tiene entrenamiento temprano y su nuevo fisioterapeuta irá al gimnasio.

No escucho sus pasos ni su voz, así que suspiro y me muevo para poder levantarme. Quiero tomar un baño y luego ir a mi nido. Cuando estoy por hacerlo, siento sus manos bajo mis axilas, me levanta y abro los ojos con sorpresa.

-¿Qué hace?

No dice nada, me deja frente al lavado y luego tira de la cadena mientras baja la tapa.

-Voy a ducharme...

-Sí, sí. Lávate la boca primero.- abre la llave de la ducha y el vapor llena el baño.

-Rápido.

Hago todo deprisa y voy junto a él. Minho se queda parado allí sin tener intención de retirarse.

-¿Puede...? ¿Puede salir?

-No, quítate la ropa.- agarra la parte superior de mi pijama y la tira para arriba. Se queda viendo mi vientre por un largo rato, haciéndome sentir un poco incómodo y expuesto.

-Es muy pequeño.

-Bueno, el doctor Park dijo que no va a crecer tanto.

-No lo hará si sigues vomitando lo que comes. - se voltea y se quita su pantalón. Se adentra a ducha y señala mi pantalón. -Ven aquí.

Su miembro está más que despierto y trago saliva al sentir su aroma.

Su miembro está más que despierto y trago saliva al sentir su aroma

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