CAPÍTULO ⁹

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La vida de un Omega recesivo no es fácil. Son tratados como basura tanto por Alfa como por Omegas dominantes.

Se les niega cualquier puesto de trabajo y casi nunca reciben la atención médica necesaria. Por eso hay tantos casos de muertes por infecciones y/o hemorragias causadas por los cambios en el interior.

Minho tiene razón, ahora que me presenté como Omega recesivo nadie va a querer contratarme. El entrenador Changbin me dejó seguir porque es buena persona y también por el hecho de que el Alfa gruñón no tiene planeado cambiar de fisioterapeuta.

-Lo sentimos, la última vacante fue ocupada.- la chica me mira con pena, ya sea verdad o mentira, ella no tiene la culpa.

-Gracias por su tiempo. me despido de ella y salgo del local. Ya he recorrido varios lugares donde puedo trabajar medio tiempo, pero en ninguno he tenido suerte.

Mi celular suena y lo saco para apagar la alarma que puse. Ya es hora de volver a casa, Minho estará allí pronto.

Logré que me quitara el collar, dos semanas pasaron de eso y un nuevo mes comenzó. Debo agendar una cita con el doctor para que me revise y así poder empezar los supresores.

No hemos tenido sexo, pero sí encuentros en los cuales terminaba con el pene del Alfa entre mis muslos o en mi boca.

Y en cuanto a nuestra convivencia, se podría decir que ha vuelto a la normalidad. Minho pasa todo el día en el gimnasio y yo voy por la mañana y por la tarde. No me quedo tanto tiempo ya que mi fatiga ha aumentado y sólo quiero dormir.

Espero que esto no dure mucho o terminaré por quedarme dormido a mitad de la calle.

Espero que esto no dure mucho o terminaré por quedarme dormido a mitad de la calle

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-Oye, despierta.

Alguien mueve mi hombro y abro los ojos mientras suelto un bostezo. Quiero seguir durmiendo.

-¿Qué sucede?- pregunto al ver a Minho a un lado del sofá.

-¿Ya es hora de irnos?

Recuerdo que vine de la calle y comí algo, estaba esperando al señor Lee para ir a la reunión. Supongo que me quedé dormido en poco tiempo.

-Sí, levántate. me avienta algo que golpea mi rostro. -Presta atención, Han Jisung.

-Sí, sí. me levanto y vuelvo a bostezar mientras me pongo la chaqueta del equipo. Lo sigo y salimos del departamento.

-¿Qué día es tu cita con ese doctor?- él lleva una gorra y también se puso la chaqueta.

Los chicos organizaron una pequeña fiesta entre los miembros para celebrar la victoria de Minho y la derrota definitiva de ese imitador. Nos pidieron casi suplicando que fuéramos con el uniforme del equipo.

-Mañana, aunque hace unos días hablé con él y me dijo que podía darme un supresor suave hasta que pueda tomar los otros.

Llegamos a su coche y subimos. El señor Lee no dice nada más y el viaje se vuelve silencioso una vez más.

MI SECRETO ΜiηSυηgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora