CAPÍTULO ²³

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Minho pudo satisfacer su curiosidad y estuvo todos estos días preparándome para poder meterme su pene sin causar algún accidente. Cada vez que volvíamos del gimnasio por la noche, sus dedos o su lengua jugaban con mi trasero hasta cansarse.

Mi tercer mes llegó y como dijo el doctor Park, el lubricante natural que genera mi cuerpo comenzó a filtrarse y es incómodo, por lo que tuve que reducir mis idas al gimnasio.

-Es... Es suficiente...- muerdo mi labio inferior y cubro mi cara con la almohada. Tengo las piernas bien abiertas mientras Minho las sostiene para así evitar que pueda cerrarlas ante las intensas sensaciones.

El placer recorre mi cuerpo y muevo la cintura en busca de más.

Minho está ansioso por el sexo y, últimamente, yo también. Quiero que me toque y quiero su miembro dentro, pero se ha abstenido de hacerlo.

-Por favor, ya basta.- siento la piel caliente y más en la zona donde su lengua entra sin darme oportunidad de un respiro. -Se-Señor...

-¿Quieres que te la meta?- se despega de mi trasero y retira la almohada para verme a los ojos. Se lame los labios y sonríe satisfecho mientras adentra dos dedos.

-Te he tratado bien estos días y estás más que preparado. Mira...- retira lo dedos y mete su pene sin problema. Jadeo sin aliento y aprieto más las sábanas, el calor sube hasta mi pecho y gimo con gusto al sentirme lleno.

Minho deja salir una risita y su respiración se corta un poco. Maldice y mueve su cintura de forma lenta.

-Ahh...- las lágrimas se desbordan por los costados de mi rostro y estiro los brazos para rodear su cuello y acercarlo más.

Mi vientre creció otro poco y me dificulta poder abrazarlo sin aplastar esa zona.

-Han Jisung, afloja.- palmea mi brazo y lo suelto de inmediato.

-Lo... Lo siento.

-¿Quieres matarme o qué?- me mira con ambas cejas levantadas y la diversión se refleja en sus ojos. Niego bruscamente y él en un movimiento rápido me deja arriba. Apoya la espalda en las almohadas y aferra las manos en mi trasero. -Esto está más relleno, ¿no lo crees?

Vuelvo a negar, no pudiendo hablar debido a sus movimientos. No está todo su pene dentro y recuerdo las palabras del doctor. ¿Las está siguiendo?

-Estás aumentando de peso y te ves muy bonito.- susurra en mi oído, utiliza un tono suave y dulce. Abro los ojos y entre las lágrimas puedo ver que su mirada está de otro color.

El lado Alfa toma el control más veces que antes, haciendo enojar mucho a Minho.

El lado Alfa toma el control más veces que antes, haciendo enojar mucho a Minho

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-Señor, su hombro...

Minho está entrenando y cada tanto toca su hombro. Descuidé mi trabajo y él parece no tener intención de decir algo sobre eso. Sin embargo, cuando le pido poder revisar el hombro se niega rotundamente y me esquiva hasta salir del gimnasio.

MI SECRETO ΜiηSυηgDonde viven las historias. Descúbrelo ahora