El comienzo de su relación fue lento, un proceso tan gradual que ninguno de los dos supo exactamente en qué momento dejó de ser solo una alianza de supervivencia y comenzó a ser algo más profundo. En el apocalipsis, las emociones podían ser tan frágiles como una chispa en medio de la tormenta, y ambos estaban muy acostumbrados a confiar solo en sí mismos. Sin embargo, la desesperación de la situación y el constante enfrentamiento con la muerte los unió de una forma que ninguno podría haber anticipado.
Primer Encuentro: Desconfianza Mutua
El primer encuentro entre Jungkook y Taehyung fue marcado por la desconfianza. Jungkook había sido enviado a investigar posibles refugios, buscando sobrevivientes, y de alguna manera, terminó en una vieja tienda de tecnología donde encontró a Taehyung, solo, trabajando en su laptop. En ese momento, Taehyung estaba tan absorbido en su trabajo que ni siquiera levantó la vista cuando Jungkook entró, algo que hizo que Jungkook frunciera el ceño.
-¿Qué estás haciendo aquí? -preguntó Jungkook con tono autoritario, no solo por la situación de peligro en la que se encontraban, sino también por la incertidumbre que sentía hacia este hombre desconocido.
Taehyung no se molestó en mirarlo, apenas levantando la vista de su computadora, como si tuviera algo mucho más importante en mente. -Estoy tratando de detener este desastre. Si me dejas en paz un momento, podríamos hacerlo juntos.
A Jungkook le sorprendió la calma de Taehyung en medio de la tormenta. Aunque el mundo a su alrededor estaba lleno de caos y violencia, Taehyung no parecía afectado, su mente estaba ocupada con algo más grande que ellos mismos. Sin embargo, la desconfianza de Jungkook prevaleció, y tras un corto intercambio de palabras, decidieron colaborar, aunque ambos estaban cautelosos.
Primeros Pasos: La Necesidad de Sobrevivir
Los días pasaron, y aunque trabajaron juntos en el refugio improvisado, sus diferencias seguían siendo evidentes. Jungkook era práctico, siempre mirando hacia la acción, con un enfoque militar en cada movimiento. Por otro lado, Taehyung era cerebral, un hacker que pensaba más en las soluciones a largo plazo, buscando entender el origen del virus y cómo detenerlo desde la raíz.
A pesar de sus diferencias, la necesidad de sobrevivir los unió. Cada misión en la que compartieron su tiempo fue una prueba de su habilidad para complementarse, cada uno con sus fortalezas que el otro no poseía. Jungkook protegía a Taehyung durante las incursiones peligrosas, asegurándose de que su compañero estuviera a salvo mientras el hacker se sumergía en sus investigaciones. A cambio, Taehyung le ofrecía acceso a información vital que podría salvarles la vida, y su conocimiento de los sistemas mundiales resultaba crucial para sobrevivir en un mundo sin ley.
Pero fue en esos momentos de tranquilidad, después de una misión exitosa, cuando los dos comenzaron a conocerse verdaderamente. En un mundo tan peligroso, las palabras no siempre eran necesarias, pero lo que compartieron entre ellos fue más que solo supervivencia. Fueron momentos de vulnerabilidad, de miradas fugaces que no necesitaban explicación. Cada vez que Taehyung sonreía de manera reservada o cuando Jungkook le ofrecía su abrigo en una noche fría, ambos sabían que había algo entre ellos que comenzaba a crecer, algo que no podía ser ignorado.
El Vínculo Inesperado: La Confusión de los Sentimientos
El primer cambio real en su relación ocurrió una tarde gris, después de una misión particularmente agotadora. Habían logrado infiltrarse en una base de datos de una antigua instalación militar para obtener información crucial, pero el proceso les había costado más de lo esperado. Mientras Taehyung revisaba los datos en su laptop, Jungkook lo observaba desde la ventana, su mente ocupada con lo que había sido otra jornada difícil de escapar.
En silencio, Jungkook se acercó y le preguntó, sin preámbulos: -¿Alguna vez te has detenido a pensar en lo que estamos perdiendo? -Su voz estaba cargada de una melancolía que no había mostrado antes.
Taehyung no se giró de inmediato, pero después de un rato, sus ojos se encontraron. -Sí. Cada día. -Su voz era suave, pero había una vulnerabilidad que Jungkook no había notado antes.
Y por primera vez, Jungkook vio más allá de la fachada que Taehyung había construido. No era solo un hacker, ni un compañero de misión. Era alguien que, como él, llevaba el peso de la supervivencia y la pérdida. De alguna manera, ambos compartían la misma carga emocional, aunque de formas diferentes.
Fue en ese momento, mientras el sol se ponía en el horizonte, que algo cambió. Sin palabras, Taehyung se levantó y se acercó a Jungkook. Fue un gesto pequeño, una mano sobre su hombro, un roce que decía más que cualquier conversación. Jungkook se quedó quieto, sintiendo el calor de su proximidad, y por primera vez, no pensó en las amenazas externas. Pensó en lo que significaba estar cerca de Taehyung, en lo que ambos compartían, no solo el peligro, sino también una conexión que comenzaba a transformarse en algo más.
La Intimidad Creciente: Descubriéndose a Sí Mismos
El paso siguiente fue inevitable. No era solo la necesidad física lo que los unió, sino algo mucho más profundo. Después de semanas de compartir misiones y largas noches de vigilancia, se encontraron en una situación inesperada. Estaban en un edificio abandonado, refugiándose de una oleada de infectados. Exhaustos, pero con el miedo a flor de piel, se sentaron juntos, compartiendo un silencio incómodo pero cargado de emoción.
De repente, Taehyung rompió el silencio. -Creo que... creo que ya no puedo seguir fingiendo que esto es solo una alianza. -Su voz temblaba ligeramente.
Jungkook lo miró por un largo momento, y cuando sus ojos se encontraron, no hubo dudas. Sabía lo que Taehyung quería decir. Se inclinó hacia él lentamente, no con rapidez, sino con la cautela de alguien que sabe que está a punto de cruzar una línea. Cuando sus labios se encontraron, fue algo suave, una mezcla de ternura y necesidad, un beso lleno de promesas no dichas.
Ese primer beso fue solo el comienzo. A partir de ese momento, la relación entre ellos se transformó. No se trataba solo de sobrevivir juntos, sino de sentir. Cada día, cada momento que pasaban juntos, alimentaba un vínculo más fuerte. Se dieron cuenta de que la conexión que compartían no solo era física, sino emocional.
El Reconocimiento: Compromiso en Medio del Caos
No fue hasta que sobrevivieron a un enfrentamiento particularmente violento con un grupo de infectados que Jungkook y Taehyung se dieron cuenta de la profundidad de lo que sentían. Después de la batalla, ambos se encontraron en un campo de ruinas, cubiertos de polvo y sangre, pero vivos. Exhaustos, con la adrenalina todavía corriendo en sus venas, se miraron y, sin decir nada, se acercaron el uno al otro. Fue en ese momento que comprendieron que no solo se necesitaban para sobrevivir. Habían llegado a ser todo el uno para el otro. En un mundo que se desmoronaba, habían encontrado algo que valía la pena.
-Te prometo que no te dejaré -dijo Jungkook, abrazando a Taehyung con fuerza, como si eso pudiera sellar la promesa que acababa de hacer.
Taehyung, con una sonrisa suave y fatigada, lo abrazó de vuelta. -Yo tampoco. No voy a dejar que esto se termine.
Y así, su relación pasó de ser una necesidad compartida a una promesa de amor inquebrantable, uno que no solo los unió físicamente, sino que les dio la fuerza para seguir adelante en un mundo que parecía haber perdido toda esperanza. Ambos sabían que su conexión era lo único que los mantenía humanos, lo único que aún les daba algo por lo que luchar.