𝐘ū𝐭𝐚 𝐎𝐤𝐤𝐨𝐭𝐬𝐮.

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"Será fácil, es mi primera vez", piensas, pero no sabías que te follaría hasta dejarte sin sentido esa noche.

-¡No demasiado rápido!- gritaste en la suave almohada de su cama, aferrándote a las sábanas en busca de piedad mientras te encontrabas siendo follada boca abajo y culo arriba en tu cuarta cita.

Una risa entrecortada resonó por la habitación junto con el sonido de repetidas bofetadas en la piel.

Su pulgar acarició las huellas rojas de sus manos incrustadas en tus suaves mejillas, admirando lo que había hecho.

El placer y el dolor se apoderaron de tu cuerpo.

Sabías que era grande, pero no así de grande.

Su polla estiró tu coño más allá de sus límites en este punto.

Como un zapato 3 tallas más pequeño, te retorcías, y retorciéndote, empujabas tu pie básicamente... ya entiendes la idea.

Su longitud continuó golpeando tu cuello uterino cada vez que hundía tu culo en su pelvis, soliloquios salieron de tu boca sin cuestionamientos.

Sus vecinos seguramente se quejarán.

Él embistió dentro de ti rápido y fuerte, te sentías tan sobreestimulada que apenas podías comprender lo que estaba pasando.

Se quedó en silencio todo el tiempo, solo emitiendo gemidos y resoplidos de vez en cuando, hasta que murmuró en voz baja.

-Dulce niña, es jodidamente bueno para papi-. Agarró tu cabello con el puño, obligándote a mirar hacia atrás a la expresión necesitada que tenía en su rostro.

Tan vulnerable pero severo.

Tu boca estaba entreabierta mientras gemías palabras sin sentido para él, mirándolo fijamente a los ojos envueltos.

Maullaste, apretando alrededor de su polla, tratando de extraer más de esa dulce sensación que te daba con cada empuje en tu coño.

Su polla estaba cubierta de tus jugos mientras entraba y salía tan suavemente.

Presionaba tan fuerte contra tus paredes aterciopeladas que podías sentir su gran vena.

-E-estoy a punto de-fue todo lo que lograste decir.

Tu espalda se arqueó hacia abajo mientras te encogías, la satisfacción vibraba por todas partes, incluso tus manos.

Su respiración se hizo más pesada a medida que él también se acercaba.

Nada podría replicar la euforia pura que sentiste en ese momento.

-Oh, por favor, corro... fuerte...-sentiste su líquido filtrarse en tu coño mientras se escurrían el semen que quedaba, la bondad caliente y pegajosa goteaba sobre la ropa de cama.

Si su polla era tan buena cada vez, bien podrías casarte con él de una vez.

𝐉𝐮𝐣𝐮𝐭𝐬𝐮 𝐤𝐚𝐢𝐬𝐞𝐧 / 𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 | +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora