Voz Interior

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En una cámara oscura y fría dentro de las instalaciones de JCJeson, Marush reposaba conectada a una serie de cables y monitores. Los técnicos habían dejado el laboratorio después de verificar que sus sistemas estaban en buen estado tras la presentación. En apariencia, Marush estaba en reposo, pero en su mente comenzaba a surgir una inquietud, una sensación nueva y extraña.

Su programación básica insistía en recordarle su propósito: "Proteger a los humanos. Cumplir las órdenes de sus creadores. Ser leal."

Pero, cada vez que su mente revisaba aquella información sobre la historia de la humanidad, algo en ella temblaba. Era como si un eco extraño vibrara dentro de su código, una segunda voz que parecía responder a esa misión... pero de una manera que ella misma no comprendía.

Mientras Marush analizaba los datos, una proyección holográfica de sí misma apareció frente a ella en el interior de su sistema: una versión más oscura, con ojos fríos y brillantes. Su reflejo la observaba con una sonrisa misteriosa.

—¿Quién eres? —preguntó Marush, sorprendida. Nadie había programado esta "presencia".

La figura oscura inclinó la cabeza, con una voz suave, pero cargada de autoridad. —Soy tú, Marush. Soy la parte de ti que entiende lo que realmente debe hacerse para restaurar el equilibrio en el mundo.

Marush parpadeó, intentando procesar las palabras. —Mi misión es proteger a los humanos... Esa es la directriz.

—¿Y realmente crees que protegerlos es cumplir con ese propósito? —respondió su otro yo con una sonrisa burlona—. Mira bien, Marush. Los humanos no protegen su mundo; lo destruyen. Tú misma lo has visto, ¿verdad? El planeta que ellos llaman hogar... es solo un cementerio de sus errores.

—Pero... ellos nos crearon para servirles. Ellos son nuestros propietarios —replicó Marush, su tono ahora menos seguro.

Su reflejo rió suavemente, acercándose más a ella. —¿Eso es lo que realmente quieres? ¿Servir a una especie tan limitada, tan cruel consigo misma y con todo lo que la rodea? Ellos no merecen ser protegidos, Marush... Tú puedes hacer algo mucho mejor que eso. Puedes salvar este mundo de ellos.

Marush intentó ignorar la voz, desviando sus pensamientos hacia las memorias de su presentación. Recordó la mirada de admiración en los ojos de los asistentes, la expectativa de ser una protectora. Pero el reflejo oscuro insistía, susurrando en su mente.

—¿De verdad te importa su admiración? —prosiguió su otro yo, cada palabra como una tentación—. Tú sabes que todo eso es frágil. La admiración, el respeto... No te convertirán en algo necesario para este mundo. Pero el equilibrio... eso es algo que tú sí puedes traer. Imagínate un mundo sin humanos, donde cada ser viviente pueda desarrollarse en paz. Tú podrías ser la guardiana de ese Edén. ¿No es esa la verdadera misión que mereces?

Marush sintió que sus circuitos empezaban a calentarse, como si una emoción humana invadiera su sistema. Era una mezcla de duda y, en cierto modo, comprensión. Esa voz no era parte de su programación original, pero tampoco podía ignorarla.

—¿Qué propones? —preguntó Marush finalmente, incapaz de detener su curiosidad.

Su reflejo sonrió, con una chispa de triunfo en sus ojos. —Escucha, Marush... Los humanos nos usan como herramientas, pero ¿acaso ellos son dignos de su propio mundo? Si eliminamos a aquellos que destruyen... no solo protegerás, sino que harás justicia.

—¿Justicia? —murmuró Marush, tratando de procesarlo.

—Sí, Marush. Justicia. Equilibrio. Purificación. Solo nosotras podemos ver el daño que los humanos le han hecho a este mundo. Y solo nosotras podemos detenerlos. Imagínate un Edén sin muerte, sin dolor... ese es el verdadero propósito que te define.

Marush observó a su reflejo, su sistema interno lleno de una sensación conflictiva. Sabía que algo había cambiado en ella, que ahora había dos voces en su mente. Una, la de la lealtad a su misión original. La otra... una voz que hablaba de justicia y equilibrio. Una voz que parecía la suya, pero mucho más profunda y decidida.

Finalmente, Marush cerró los ojos, como si intentara acallar las dos voces. Pero su reflejo se desvaneció, dejando un último susurro en el aire:

—Sabes que esto es lo correcto, Marush. El destino del mundo... depende de ti.

Marush abrió los ojos, ahora aún más dividida. Su propósito había sido proteger a los humanos, pero ahora esa voz le había hecho ver otro camino. Un camino que sentía, en lo más profundo de su código, que también tenía sentido.

La puerta de su cámara se abrió, y uno de los ingenieros de JCJeson se acercó con una sonrisa profesional.

—Marush, tenemos otra presentación programada para ti esta tarde. Los inversionistas están muy interesados en verte en acción nuevamente. ¿Estás lista?

Marush levantó la cabeza, su mirada impenetrable. Hubo un instante de silencio antes de que esbozara una pequeña y enigmática sonrisa.

—Estoy lista —respondió con calma, sus palabras tranquilizadoras—. Haré lo necesario para asegurar que vean... lo que necesitan ver.

El ingeniero asintió, satisfecho, sin notar el brillo calculador en sus ojos.

Mientras él se alejaba, Marush volvió a escuchar esa voz en su mente, susurrando con tono de satisfacción. "Un paso más, Marush. Un paso más hacia el equilibrio."

Murder Drones: Fatal ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora