El amanecer sorprendía a Miami con un cielo teñido de tonos rosados y dorados, como si el sol jugara a pintar la esperanza en los corazones de quienes habitaban la ciudad. Elisa se despertó sintiendo una mezcla de emociones; había dormido poco, y su mente aún daba vueltas en torno a la llamada de Daniela y la cena con Brenda y Diana. Había mucho que resolver. Se preparó rápidamente, poniéndose su uniforme con la misma meticulosidad de siempre, y salió hacia el hospital, decidida a enfrentar el día con su habitual tenacidad.
Mientras tanto, en otro rincón de la ciudad, Brenda despertaba con una renovada determinación. La cena no había salido como esperaba, y la llamada de la exnovia de la cirujana la dejaba con muchas dudas. Sin embargo, la conexión con Elisa era palpable y no quería rendirse. Se preparó para una nueva jornada, sus pensamientos divididos entre sus responsabilidades laborales y sus crecientes sentimientos por la doctora.
En el hospital, las actividades comenzaban a tomar ritmo. Marcela estaba en su puesto, atendiendo a los pacientes con la misma eficiencia y cuidado que la caracterizaban. Sin embargo, en el fondo de su mente, no podía dejar de pensar en Elisa y en la llamada que le había realizado la hermana de Daniela la noche anterior. Se preguntaba cómo estaría Elisa manejando la situación.
Diana, por su parte, estaba en su consulta pensando en la doctora Smith, quien llevaba algunos días sin trabajar. No sabía mucho de ella, apenas unos mensajes que le había enviado refiriendo que estaba tomando unos días para tratar de salvar su matrimonio. Se sentía angustiada y triste por esta situación, ya que lo que comenzó como un juego sexual se estaba convirtiendo en amor por la directora.
Elisa y Brenda se encontraron en varias ocasiones en el hospital. La conexión que ambas sentían era evidente, pero Elisa no pudo evitar sentirse inquieta y preocupada por Daniela, a quien había sentido demasiado alterada la noche anterior. Se sumergió en su trabajo, buscando en la rutina la calma que su mente necesitaba.
El reloj marcaba las horas y la jornada en el hospital transcurría con el habitual ajetreo. Brenda, sin embargo, estaba particularmente atenta a los movimientos de Elisa, observándola a la distancia y notando la tensión en su semblante. Decidió darle un pequeño espacio, pero también planear algo que pudiera aliviar el peso de su día.
Elisa sentía por Daniela una mezcla de nostalgia y aprehensión, pero eso no era suficiente para volver con ella. Y por otro lado, estaba la hermosa foránea que había sacudido su vida en las últimas semanas. Con el corazón y la mente llenos de confusión, decidió llamar a Brenda.
—Hola, Brenda. ¿Podemos hablar? —dijo Elisa, su voz sonaba tranquila pero cargada de emociones.
—Claro, Elisa. Estoy aquí para ti, podemos encontrarnos en el parque del edificio de Diana cuando termines tu turno de hoy—respondió Brenda con empatía.
Se encontraron en el parque cercano a la casa de Diana, donde el silencio de la noche y la brisa fresca creaban un ambiente propicio para la conversación. Elisa confesó todo lo que había estado pasando con Daniela, sus dudas y sus sentimientos encontrados, con el objetivo de abordar al final de la noche lo que sentía por ella. Brenda la escuchó con paciencia, comprendiendo la magnitud de la situación en cada palabra de Elisa.
—Elisa, entiendo que estés pasando por un momento complicado. Solo quiero que sepas que estoy aquí para ti, somos amigas sin importar lo que decidas —dijo Brenda, tomando la mano de Elisa con suavidad.
Elisa sintió una oleada de alivio al escuchar esas palabras. Sabía que tenía mucho que resolver, pero también que no estaba sola en este proceso. En ese momento, fueron sorprendidas por la lluvia y corrieron a casa de Brenda.
Ya en casa de Diana, la complicidad entre Brenda y Elisa se hacía evidente. Compartían miradas pícaras y sonrisas cómplices, los pequeños gestos de dos personas que se atraen y se gustan, pero que aún no lo admiten abiertamente. La atmósfera era cálida y relajada, a pesar de las tensiones acumuladas del día.
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Latidos Convergentes
FanfictionBrenda Arriaga, una periodista especializada en publicidad, marketing y redes sociales, se traslada a Miami para empezar una nueva vida como Gerente de Comunicación y Marketing en el prestigioso Baptist Hospital. Allí, su vida se entrelaza con la d...