Evan miraba en silencio a los Acromntulas que de repente se volvieron excitados a su alrededor. Estos monstruos eran realmente seres puramente oscuros.
l no saba qu les podra haber prometido Voldemort para que estuvieran tan emocionados, pero ciertamente no era algo bueno. Aragog segua hablando, pero al ver las araas que se iban reuniendo gradualmente por todos lados y notar cmo se iban emocionando cada vez ms, Evan no quera seguir discutiendo ese tema.
"Hace quince aos, mis hijos se acercaron a m muchas veces. Me aconsejaron unirme al bando de Voldemort. Aunque su recompensa era realmente emocionante, no quera involucrarme en vuestras disputas humanas! S que Hagrid est en contra de Voldemort!" Pareca que Aragog estaba cansado, y retroceda lentamente hacia su telaraa abovedada.
Sin embargo, las araas compaeras alrededor de la caverna seguan avanzando lentamente hacia Evan y Pettigrew.
"Bueno, creo..." Al escuchar el susurro de las hojas detrs de l, Evan se apresur hacia Aragog. "Creo que debo marcharme, entonces. Gracias por tu ayuda, Aragog, hablar con Hagrid sobre esto!"
"Marcharte?" dijo Aragog, "Creo que no..."
El corazn de Evan lata con fuerza. Lo peor de lo que tema estaba sucediendo, y Aragog no tena intencin de dejarlos ir.
Evan retrocedi lentamente, ya que haba tantas araas gigantes a su alrededor que nunca podra enfrentarlas. Mir rpidamente a Peter Pettigrew. Si tan solo ese tipo pudiera utilizar la magia negra malvola que caus la violenta explosin anterior, tal vez an tendran una oportunidad.
Pero Pettigrew ya haba cado al suelo, temblando incontrolablemente. Haba perdido mucha sangre; su piel estaba plida y su rostro descolorido.
En su estado actual, no poda seguir luchando, lanzando hechizos, ni siquiera ponerse de pie.
Realmente, un intil!
Evan apret la varita en su mano, ya que el presente de Pettigrew no representaba una fuerza combativa, sino ms bien una carga completa.
Los ojos de Evan miraron a su alrededor y finalmente se posaron en Aragog.
Luchar contra tantos feroces Acromntulas era irreal. Su nica oportunidad era atrapar a Aragog primero. Sin embargo, en cuanto vio el cuerpo del elefante de Aragog, Evan trag de nuevo. Atrapar a ese gran monstruo no sera tan fcil. Pens que incluso Hagrid podra no lograrlo.
"Mi hijos e hijas no hacen dao a Hagrid, por mi orden. Pero no puedo negarles carne fresca cuando vagabundea tan dispuesta entre nosotros. No puedo, amigo de Hagrid. Gracias por ayudarnos al matar lo que est dentro del castillo..."
Evan dio media vuelta. A pocos metros de distancia, se eriga ante l un slido muro de araas, haciendo clic, sus muchos ojos brillando en sus feos cabezas negras. Como un ro negro, se reunieron rpidamente en el centro de la cavidad.
Pareca que Pettigrew estaba aturdido y yaca inmvil en el suelo.
Las piernas de Evan temblaban, pero su corazn estaba decidido, saba que deba involucrarse en esa lucha desesperada. Si no tomaba la iniciativa, no tendra ninguna oportunidad.
Puede que no logre capturar a Aragog, pero puede amenazarlo con magia, abrindose un camino para salir con Pettigrew.
Al siguiente segundo, Evan se volvi violentamente y se lanz hacia Aragog, quien estaba en el centro de la telaraa.
Su varita emiti una luz roja, golpeando al Acromntula entre ellos. Sin detenerse, evit sus afilados y oscuros tenazas que hacan clic incesantemente, y las enormes patas ondeantes de las araas alrededor de Aragog.
Aragog agitaba sus enormes ocho patas, tratando de evitar que Evan se acercara.
Pero estaba envejecido y no tena suficiente fuerza para reaccionar rpidamente. Su enorme tamao no le permita moverse y esquivar con rapidez.
Evan, respirando con dificultad, trep por la brumosa telaraa abovedada. La telaraa bajo sus pies era pegajosa, pero no lo detuvo. Apret su varita y lanz un Hechizo Aturdidor, causando que Aragog sintiera un breve mareo. Aprovech la oportunidad para lanzarse sobre l.
Sin duda, esa fue la cosa ms loca que Evan haba hecho nunca. Apunt su varita contra el spero exoesqueleto de Aragog.
Mir a la araa cubierta de pelaje negro y duro, y sinti una nusea sin precedentes.
Solo con tocar el exoesqueleto de un Acromntula, no saba cmo Hagrid poda lidiar con ellos.
El corazn de Evan lata rpido, casi queriendo salir de su pecho. Sudaba por todo el cuerpo mientras el fro viento de la noche soplaba. La noche de invierno estaba muy fra, y la temperatura en el bosque prohibido era unos grados ms baja que fuera de l, pero la telaraa estaba muy clida, y una corriente caliente soplaba de abajo hacia arriba.
La incomodidad causada por el fro viento se disip al instante.
Evan gir la cabeza y vio un agujero detrs de la telaraa. Una ligera pendiente descenda. Profundo en el fondo, deba de estar la guarida de Aragog.
El aire clido soplaba de adentro hacia afuera. Eso explicaba por qu desde afuera esta telaraa en cpula siempre estaba nebulosa. Evan no saba qu estaba sucediendo debajo, tal vez haba un manantial termal subterrneo, o algo ms que pudiera emitir calor...
Si no fuera por la situacin actual, realmente le gustara entrar y echar un vistazo.
Siendo la Guarida del Rey de las Araas, Aragog deba de haber acumulado muchas cosas extremadamente valiosas.
Si nada ms, definitivamente habra un montn de ingredientes para pociones y plantas mgicas. O habra objetos mgicos poderosos. Sabes, incluso para un Acromntula de ms de 50 aos, Aragog era realmente enorme en tamao.
Esta situacin era sumamente anmala; deba existir algo que facilitara que eso sucediera.
Ahora no era momento para pensar en tales cosas. Evan sacudi la cabeza, apunt su varita hacia la cabeza de Aragog y dijo brevemente: "Marchmonos, o sino".
No lleg a terminar sus palabras, pero la punta de su varita resplandeca intensamente.
Aragog tembl ligeramente y pudo sentir el calor que emanaba de la varita de Evan. No esperaba que aquel joven humano fuera tan audaz como para amenazarlo.
La intencin de Evan era clara. Si Aragog no aceptaba dejarlos ir, aunque no pudiera matarlo en el acto, estaba absolutamente seguro de que usara la magia para destrozar su cabeza. Aragog ya era demasiado viejo y una lesin as podra resultar fatal.
Incluso, si hubiera una oportunidad, Evan podra incluso prender fuego al Escondrijo de Aragog.
Has ganado, amigo de Hagrid, eres realmente valiente, no es de extraar que pudieras matar a esa criatura en el castillo! Haciendo clic, las grandes pinzas de Aragog se movieron rpidamente. Lleva al tipo all abajo y vete, yo contendr a mis hijos.
Haciendo clic, bajo el mando de Aragog, las araas retrocedieron.
Unos segundos ms tarde, el centro de la cueva estaba vaco, y solo Pettigrew yaca all, jadeando dbilmente.
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Harry Potter y el Tesoro Oculto (Español)(Volumen 1)
Fiksi PenggemarHarry Potter y el Tesoro Oculto (Español): Un adolescente llamado Evan Mason, quien se adentra en el mágico mundo de Harry Potter y se inscribe en Hogwarts.