Un sonido estridente, una mezcla de música electrónica y risas ahogadas, irrumpió en la quietud de la madrugada. Theo se incorporó en la cama, frotándose los ojos con la mano. Eran las 2:15 de la mañana, un lunes, y él tenía que levantarse en pocas horas para su nuevo trabajo en la pizzería.
Se acercó a la ventana, mirando hacia la casa de enfrente. A través de las cortinas blancas, vio a varios chicos reunidos en el jardín, bailando y gritando al ritmo de la música. La casa estaba iluminada, con luces de colores que se proyectaban hacia el cielo nocturno.
-¿Qué es ese ruido?- una voz ronca se escuchó detrás de él. Era Lucas, su hermano, quien también se había despertado por el escándalo.
Theo se encogió de hombros.-Parece que alguien tiene fiesta.
-Un lunes,- dijo Lucas, con un tono de indignación. -¿No tienen nada mejor que hacer?
Theo asintió, compartiendo la molestia de su hermano.-Deberían tener un poco más de consideración.
Lucas se acercó a la ventana, frunciendo el ceño.-Voy a bajarles el volumen.
Theo lo detuvo con un gesto de la mano.-No, Lucas. No es buena idea. No se ven nada amables.
Lucas frunció el ceño, mirando con desconfianza a los chicos que se movían en el jardín.-¿A quién le importa? Es un lunes, deberían estar durmiendo.
Theo suspiró.-Lo sé, pero no vale la pena arriesgarse. Ya sabes cómo son las personas de este barrio. Mejor no provocarles.
Lucas se quedó pensativo por un momento, luego asintió con resignación.-Tienes razón. Pero qué fastidio.
Theo se encogió de hombros, sintiendo la frustración de no poder hacer nada para detener el ruido.-Lo sé. Esperemos que se calmen pronto.
Se alejó de la ventana, regresando a su cama. La música seguía sonando, un recordatorio constante de que su descanso había sido interrumpido. Theo cerró los ojos, tratando de conciliar el sueño, pero el ruido persistente se negaba a dejarlo descansar.
Se dio la vuelta, mirando a Lucas, quien ya se había acostado de nuevo.-¿Crees que vamos a poder dormir alguna vez?- preguntó, con un tono de resignación.
Lucas se encogió de hombros.-No lo sé. Tal vez mañana sea mejor.
Theo suspiró, sintiendo que la noche se extendía ante él, una noche llena de ruido y de la sensación de que su descanso había sido robado.
Theo intentó ignorar el ruido y cerrar los ojos nuevamente, pero una sensación inquietante lo llevó a asomarse una vez más por la ventana. A través de la luz tenue de la fiesta, vio una escena que le heló la sangre. Un chico, con una actitud agresiva, estaba gritando y jalando el cabello de una chica que parecía estar intentando liberarse de su agarre. La chica, con lágrimas en los ojos, luchaba por escapar, pero el chico la mantenía firme, desafiando a todos a intervenir.
-Lucas, ven a ver esto- dijo Theo, su voz tensa.
Lucas se acercó rápidamente, su expresión cambiando de confusión a preocupación al ver la escena.-¿Qué demonios está pasando?
-Ese tipo... está agrediendo a esa chica.- respondió Theo, su corazón latiendo con fuerza.
Lucas apretó los puños, su mirada centelleando con furia.-No voy a permitir eso. No puedo quedarme aquí y hacer nada.
Sin pensarlo dos veces, Lucas salió disparado hacia la puerta del departamento. Theo sintió un escalofrío recorrerle la espalda.-¡Lucas, no te metas!- gritó, pero su hermano ya había desaparecido en el pasillo, decidido a enfrentar la situación.
Theo sintió que la adrenalina le subía por el cuerpo, y sin pensar en las consecuencias, siguió a Lucas.
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Rugido Del Corazón ©
Teen Fiction"El rugido del corazón" es una historia llena de drama, pasión y emociones intensas. Theo y Diego deberán enfrentarse a sus propios demonios y a la complejidad de sus sentimientos para encontrar la verdad y, quizás, una segunda oportunidad para el a...