El fin de año fue un caos. Intenté evitar el encuentro familiar, pero Theo me hizo chantaje emocional de nuevo, y no pude resistirme.
Pero esta vez no estaba el general para hacerme de barrera, así que, termine discutiendo con mi madre, con mi tía por meterse en medio, con mi padre por no posicionarse, y acabe yéndome sola y cabreada justo después de medianoche.
-Capitana, pase, llega temprano.
-Perdone, ¿prefiere que vuelva luego? -El general me dijo que viniera al cuartel el día dos, pero no me dijo a qué hora, o para que, así que me he presentado en su despacho a media mañana, con café.
-No, está bien. ¿Qué tal la Noche Vieja? ¿Lo paso bien?
Un flashback de mí, subiéndome a un taxi de noche, cabreada para irme a mí casa dónde he estado encerrada hasta que he salido esta mañana viene a mi cabeza.
-Eh, sí, bien, normal.
-Mentirosa. -Acepta el vaso de café que le ofrezco, mientras me sonríe como si me leyera la mente.
- ¿Ahora es usted quién sabe cuándo miento?
-No es difícil saber que aún no soporta estar con gente, menos con gente que te hace preguntas, es decir, tu madre.
-Fue insoportable, me fui en cuando dieron las doce. -Confieso.
Me siento en el sofá, esperando a que me diga que hago aquí. Hasta mañana no tengo nueva sesión de terapia.
-No se acomode mucho, capitana, debemos irnos.
- ¿Irnos? ¿A dónde?
-Ahora verá, ¿cuándo se ha descalzado?
Me miro los pies que he puesto encima del sofá. Ni siquiera me he dado cuenta, creo que lo he hecho automáticamente. Tengo costumbre a descalzarme cuando llego a casa.
-Oh, eh, perdone.
Me pongo mis zapatillas y le sigo fuera del despacho. ¿A dónde coño me lleva?
Entramos al ascensor, pero no pulsa ningún botón, sino que saca una llave, y la introduce en una rendija que hay en la pared.
- ¿Puedo preguntar?
-Aún no. -Responde firme.
No me mira, está derecho, mirando al frente. Serio.
¿De qué irá todo esto?
El ascensor empieza a bajar, pero cuando llega a la última planta, sigue bajando. ¿Un sótano?
No, por favor, no...
Sí.
Las puertas se abren, y solo veo un pasillo oscuro, con apliques iluminando a cada metro.
El general sale del ascensor, pero yo no soy capaz.
Esa sensación de tener una chincheta presionando el centro de mi pecho ha vuelto, me cuesta respirar.
No soy capaz de dejar el interior del ascensor. Solo veo oscuridad.
Davenport se da cuenta de que no le sigo y se gira para mirarme.
- ¿Aberdeen?
Me llama, quiere que yo me adentre ahí. No puedo. No puedo volver.
Tengo que escapar.
Presiono con fuerza el botón del ascensor para volver a subir. Lo presiono varias veces.
- ¡Giselle! -Consigo oír mi nombre antes de que las puertas se cierren.
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PUEDO, PERO NO QUIERO
RomansaGigi lleva 10 meses viviendo un tormento, sin vera su familia o amigos, ni la luz del sol. Pero ha decidido terminar con eso hoy mismo. Ronan, lleva 10 meses buscándola, sin embargo, se va a llevar una gran sorpresa cuando Gigi aparece en su puerta...