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Hyunjin se levanto debido a un sonido de un celular timbrando.

Jisung se encontraba acurrucado entre sus brazos y no pudo evitar sonreír ante aquella imágen.

Él realmente quería al menor y dudaba que algún día ese cariño acabara, por más sitacuiones que surgieran Hyunjin tenía una cosa segura.

El amor que tenía por Jisung jamás acabaria.

Tomo el celular de Jisung, que era el que no dejaba de sonar y pudo ver el nombre de Minho en el verificador.

Inmediatamente se sintió incomodo y algo mal, no quería seguir mintiendo de esa manera, pero aún no podía decir nada, no hasta que Jisung estuviera preparado.

Aún se sentía una mierda por arruinar su amistad con Minho, habían sido amigos desde los diez años y en algunas semanas eso quedaría en el olvido, todas las aventuras y momentos quedarían en el pasado.

Solo como un recuerdo.

Minho terminó la llamada y Hyunjin no pudo evitar mirar el chatt que tenían, no quería hacerlo pero algo dentro de él dijo que lo hiciera.

Entre más desplazaba los mensajes hacía arriba, más se partía en dos su corazón, todo parecía indicar que Jisung realmente no iba a dejar a Minho.

Apesar de que Minho no había contestado los mensajes anteriores Jisung, este seguía dejandole mensajes de amor a diario y mencionaba que lo extrañaba, que ojalá volviera pronto.

Todo indicaba que él seguiría siendo la segunda opción y aquella situación seguiría igual, jamás dejaría de ser un amante y su amor jamás sería valorado como para que pudieran presumirlo frente a todos.

Hyunjin dejo el celular de Jisung dónde estaba y le dio una mirada a este. Aquella noche sería la última vez que caía ante él y se prometio a si mismo salir de ahí, aún así llevará con él todo el amor en manos.

No quería seguir lastimandose de esa manera, no lo merecia.

Hyunjin tomo sus cosas y sigilosamente salio de la habitación del menor ahogando un sollozo.

No podía más, todo dentro de él dolia.

¿Cómo lo lograría? ¿Cómo podría acabar con todo el amor que tenía hacia Jisung?

Las lágrimas comenzaron a correr por su rostro sin intención de parar y como pudo salio de aquel lugar.

Lo peor de todo es que no tenía con quién desahogarse, no tenía con quién refugiarse y liberar su dolor.

Una vez que llego a su auto lo pensó, y él único que le quedaba era Jeongin, y sabía que para poder liberar su dolor debía contarle la verdad, así que se armo de valor y llamo el número de Jeongin sin saber que este ya sabía todo.

Un tono, segundo tono, tercer tono...

Justo cuándo Hyunjin iba a cortar la videollamada al cuarto tono aparecio en la pantalla un chico.

Claramente no era Jeongin.

—¿Hola?—saludo el chico del otro lado, se le veía recién levantado.

—Ah, ¿es el teléfono de Jeongin?—cuestiono Hyunjin ahogando un nuevo sollozo.

Féli, quién era él que estaba del otro lado de pantalla, abrió bien sus ojos acostumbrandose a la luz del aparato y viendo bien la pantalla del celular de Jeongin, quién había salido y olvidado su celular.

Pudo apreciar del otro lado de llamada a un chico pelinegro de facciones masculinas muy bien marcadas, era realmente hermoso, pero lo que llamo su atención fue que él chico parecía estar llorando, con la poca luz que le alumbraba pudo ver la nariz, ojos y labios del chico sumamente rojizos.

—Ah si, pero no esta él salio y olvido su teléfono, ¿ocupabas algo urgente?—cuestiono Felix y Hyunjin lo observo antes de romper en llanto cosa que sorprendio al pecoso quién no sabía que hacer.

Él chico bonito parecía destrozado.

—¿Puedes decirle que le llamo Hyunjin?—pidió entre sollozos—Por favor—suplicó con la intención de cortar la llamada pero Felix lo impidió.

Por lo que pudo ver el chico se encontraba dentro de un auto y se veía destrozado, no era muy viable que condujera así, pensó el pelirubio.

—Oye espera, Hyunjin ¿cierto?—hablo el menor llamando la atención del pelinegro quién lo miro atraves de sus lágrimas asintiendo—¿Estas bien? ¿Puedo ayudarte en algo? Veo que estas en un auto, no creo que sea lo mejor que conduzcas bajo la condición en la que estas—hablo rápidamente.

Para ese momento ya estaba más que despierto.

—¿Te han roto alguna vez el corazón?—pregunto Hyunjin sin parar de llorar—¿Te has sentido muerto en vida?—siguio hablando el pelinegro mientras Felix veía la imagen destrozada de aquel chico.

Automáticamente su corazón se encogió y quiso atravesar la pantalla para darle un gran abrazo.

Claro que sabía lo que era un corazón roto, Felix lo sabía a la perfección.

—Claro que lo se—hablo llamando la atención del pelinegro—Y te puedo asegurar que no vas a morir como es que sientes ahora mismo—siguió hablando el pelirubio—Sin embargo tienes que vivir tu duelo, no importa cuánto sea el tiempo que llores, hazlo solo así podras liberar el dolor que ahora mismo hay dentro de tu corazón—la voz de Felix a los oidos de Hyunjin era tan melodiosa y traquilizadora, a tal punto que sentía conocerlo desde hace tiempo—Recuerda como florecen las plantas después de una espantosa tormenta—sonrió Felix al ver como el chico había parado de llorar y lo miraba mientras suspiraba trantado de tranquilizarse—Un corazón roto sana Hyunjin, toma su tiempo, pero lo hace—sonrió el menor y Hyunjin no pudo evitar pensar que su sonrisa era hermosa.

—Gracias—murmuro Hyunjin limpiando las lágrimas de su rostro—¿Cuál es tu nombre?—cuestiono sin quitarle la mirada al pelirubio del otro lado de pantalla.

—Felix—respondió—Lee Felix—completo tallando sus ojos pues el sueño volvía hacerse presente en su cuerpo.

—Gracias Felix por escucharme, por atender la llamada—suspiro—Gracias—volvio a decir haciendo reír al pecoso.

—No hay nada que agradecer Hyunjin—nego sonriendo—Dejaré mi número en tu chat con Jeongin, supongo que no tienes muchos amigos—siguió hablando—No manejes cuando tus emociones estan así, puede terminar en lo peor—reprendio el menor—Si necesitas ser escuchado, no dudes en enviar un mensaje, cuídate Hyunjin y buenas noches—dijo Felix cortando la llamada dejando al peli negro mirando la pantalla frente a él.

Por primera vez en mucho tiempo, se había sentido importante para alguien.

Por primera vez alguien se había tomado la oportunidad de preguntarle si él estaba bien.

Y entonces sus ojos se llenaron nuevamente de lágrimas a la par que llegaba un mensaje con un número de teléfono.

Si un día necesitas que alguien te escuche, mi chat estará siempre disponible, ve a casa y descansa Hyunjin, es lo que mejor que puedes hacer por ahora.

Moral of the story [2MIN VER.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora