15

72 15 11
                                    

—¿Te gustó?—cuestiono Seungmin cuando entraron a la casa del mencionado.

Después de encontrarse con Minho acudieron todos juntos al encendido del árbol. Seungmin estaba realmente feliz ya que parecía ser que el mayor se llevaba bien con sus amigos y nada le emocionaba más que eso.

—Si realmente es hermosa la tradición que tienen—contesto sincero el mayor mientras se retiraba el gorro de lana de la cabeza y hacia una gesto con su nariz.

—¿Te duele algo?—pregunto Seungmin al ver a Minho con un semblante diferente, algo cansado.

—Un poco la cabeza, si me voy a dormir tal vez se me pase—murmuro Minho y se sorprendio un poco cuando sintio las manos del menor en sus mejillas.

—Por Dios Minho estas ardiendo—murmuró Seungmin tocando su frente—No debiste venir parece como si fueras a resfriarte—le regaño el menor y Minho no pudo evitar sonreír.

—Esta bien, con descanso se me pasará—le resto importancia el mayor y Seungmin negó.

—Ve a la habitación, te llevaré un té y buscaré algún remedio para que no empeores—ordeno Seungmin caminando hacia la cocina dejando a Minho parado en la sala de estar.

Minho estaba jodido por que lo había aceptado, Seungmin le gustaba y el sentimiento que había crecido en él cuando niño seguía ahí, él seguía sintiendo todo tipo de sentimientos por él menor.

La pregunta era, ¿ahora que haría? No podía volver a perder a Seungmin pero tampoco quería lastimar a Jisung, no se lo merecia después de todo fue quién estuvo durante todo su proceso de recuperación y hasta cierto punto, Jisung había tomado el lugar de Seungmin en cuanto amistad.

Pues cuándo Seungmin se fue Jisung aparecio en la vida de Minho para hacerlo sentir menos solo.

Regresando a casa hablaría con él, por que ahora le quedaba claro.

Él seguía enamorado del menor y eso ni el tiempo, ni la distancia parecía podría cambiarlo, solo esperaba que Jisung no lo odiará.

—¿Qué haces parado ahí?—el menor asomo su cabeza por la puerta y Minho solo nego sonriendo—Ve arriba—señalo y este asintió comenzando a caminar.

El tiempo que estuviera ahí junto a Seungmin no estaba dispuesto a desaprovecharlo, aún así al final tuviera que sufrir de alguna manera. Minho camino a la habitación dónde se estaba quedando, entro y se tiro a la cama, realmente le dolia todo.

Justo cuando sus ojos estaban por cerrarse la puerta se abrió y vió entrar a Seungmin.

—¿Estabas durmiendo?—cuestiono y Minho se reincorporo con una mueca en su rostro.

—Tal vez—rio mientras Seungmin le tendia una pastilla para el refriado y una taza de té.

—Tomala con el té y recuestate—dijo el menor dandose la vuelta.

—¿Me dejarás solo?—se apresuro a decir Minho al ver que Seungmin tenía la intención de irse.

—No, ya vuelvo—sonrió derritiendo a Minho con esa bonita sonrisa que lo caraterizaba.

Seungmin se dirigio a su cuarto para entrar a su baño y tomar una toalla y mojarla lo suficientemente.

Al exprimirla bien tomo su bastón de nuevo y se dirigió al cuarto de Minho quién se encontraba recostado mirando por donde entro.

La mirada de Seungmin no pudo evitar caer en el equipaje de Minho, ¿Aún no lo habia deshecho?

Camino hasta el mayor y con cuidado puso la toalla en su frente.

—¿Aún no has deshecho el equipaje Lee?—cuestiono acomodando la toalla.

—Ah eso...no he tenido tiempo—sonrío nervioso al saber que estaba mintiendole al menor.

—No cambias, siempre has sido un perezoso—le regaño mientras ambos reían—Si necesitas algo más ya sabes dónde esta mi habitación—murmuro Seungmin levantándose de la cama—Descansa Honnie, espero que mañana te sientas mejor—dijo Seungmin al ver como los ojos de Minho comenzaban a cerrarse.

El menor salió del cuarto cerrando despacio la puerta y se dirigio a su cuarto.

Una vez en este se comenzo alistar para dormir mientras pensaba en las palabras de Felix.

¿Realmente le gustaba Minho?

Remontandose años atrás fue Minho quién lo había hecho descubrir su sexualidad ya que fue el primer niño que le gusto, sin embargo jamás se lo confeso por temor a dañar la amistad, cuándo dejo de recibir cartas de Minho era un adolescente y recuerda haber llorado por una semana por que su primer flechazo ni siquiera lo había notado como otra cosa más que como su mejor amigo, el cual parecía lo había sacado ya de su vida.

Y fue cuando aparecio Seo y lo considero como su primer amor, pues con él experimento muchos sentimientos pero si lo pensaba ninguno como el que Minho le había hecho sentir como cuando era más joven.

¿Y si realmente de quién estaba enamorado era de Minho?

Y es que después de tantos años, al haber besado a Minho este lo devolvio aquellos días de juventud, dónde por primera vez sintió una especie de abejas asesinas revolotear dentro de él.

Seungmin se metio en su cama una vez que se cambio y se lavo la cara.

Cuando sus ojos comezaban a cerrarse la puerta de su cuarto se abrió y se sorprendio al ver a Minho entrando.

—¿Pasa algo?—pregunto con preocupación el menor al verlo algo adormilado.

—Dijiste que viniera si necesitaba algo—murmuro Minho—Necesito tus brazos, no me siento bien—lloriqueo y Seungmin sonrío.

Minho jamás dejaría de ser un drámamtico.

Seungmin abrió su cobija y palmeo el lado izquiero de la cama.

Y como si de un niño pequeño se tratara Minho corrio para subirse a la cama junto a Seungmin quién se encargo de arroparlo y comenzar a dejar caricias en el cabello del mayor.

—¿Te sientes muy mal? Puedo decirle a mamá que te lleve al hospital—hablo el menor y Minho se abrazo a él haciendolo sonreír.

—No, estando contigo me sentiré mejor—murmuro más dormido que despierto—Contigo siempre será todo mejor—se escucho casí inaudible por parte del mayor.

Seungmin lo observo por varios minutos y lo confirmo.

Le gustaba Lee Minho.

El amor que un día sintio por él jamás se apago, estuvo ahí y al regresar volvio a encenderse y ahora con más fuerza.

Moral of the story [2MIN VER.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora