Hora de aventura; "En busca de un corazon"

(T2)Capítulo 29 - Ninfas...

El lago resplandecía bajo la luz del sol, su superficie tranquila reflejando el cielo azul como si fuera un espejo cristalino

A su alrededor, una muralla natural de altos arbustos formaba un círculo casi perfecto, protegiendo el lugar del exterior. Entre los arbustos, grandes flores de colores vibrantes se asomaban, sus pétalos desplegados como pequeñas joyas, cada una más hermosa que la anterior...

Flores azules, moradas, y rosas crecían enredadas entre sí, creando un mosaico de colores que llenaba el aire con un perfume dulce y suave

Pequeños rayos de sol se filtraban entre las hojas, iluminando el claro con una luz suave y cálida, dándole un ambiente de ensueño, como si estuvieran en un mundo aparte

Allí, tendido en el suelo y rodeado por las tres ninfas, yacía el gran cuerpo de Bill...

El leñador de hojalata estaba inconsciente, su gigantesca figura de metal opacada por un tono oscuro y oxidado que cubría buena parte de su pecho, brazos, y piernas

La humedad del chorro de agua que lo había golpeado había empezado a corroer la superficie, y algunas de las placas metálicas que formaban sus extremidades estaban cubiertas de un óxido profundo, dándole una apariencia triste y desgastada...

Las tres ninfas estaban sentadas a su alrededor, observándolo con expresiones de preocupación

Lyra, que se sentía más afectada que nadie, acariciaba con suavidad el pecho oxidado de Bill...

Sus dedos de agua se movían lentamente sobre el metal, como si sus suaves caricias pudieran restaurarlo o devolverle la vida. Su mirada estaba llena de preocupación, sus labios ligeramente fruncidos, y sus cejas arqueadas en una expresión de culpabilidad...

Ooooh, entonces no te estaba acosando… —dijo Denise, la ninfa de cabello largo como una cascada, sus labios rosados brillando con la misma intensidad que su bikini rosa

Rascándose la nuca con un gesto incómodo, miró a Lyra con una sonrisa avergonzada, tratando de disculparse después de escuchar la explicación completa de su hermana menor

Pues… non! ¡Claro que no! —replicó Lyra, mirándola con ojos severos, aunque su tono era más de regaño que de verdadero enojo. —¡Denise, siempre haces lo mismo! ¿Por qué tienes que ser tan… tan impulsiva? ¡Mon pauvre ami! —murmuró, volviendo a mirar el cuerpo de Bill con tristeza. —Mira lo que le hiciste al pobre...

Denise se cruzó de brazos y alzó la barbilla con una sonrisa segura de sí misma, sin mostrar una verdadera pizca de arrepentimiento

Para eso estoy aquí, hermanita. Soy la mayor, y mi deber es cuidarte, ¿no? No es mi culpa que pareciera que el gigante de hojalata te estuviera molestando... —se defendió, encogiéndose de hombros con una sonrisa burlona

Lyra la miró con una mezcla de exasperación y afecto. Suspiró, sin poder evitar preocuparse por la seguridad de Bill y, al mismo tiempo, molesta por la reacción precipitada de su hermana

Mary, mientras tanto, estaba sentada un poco más atrás, observando en silencio. La ninfa de cabello corto y traje de baño azul apenas miraba a Bill de reojo, sus mejillas tornándose de un sutil color azulado que contrastaba con su transparencia acuosa

Intentaba evitar mirarlo directamente, pero no podía resistirse a contemplar la robusta figura metálica del leñador; cada tanto sus ojos volvían a él, admirando sus fuertes brazos y su pecho macizo, antes de desviar la mirada de inmediato, con una timidez que la hacía ver más retraída de lo habitual...

¡Denise, no tienes por qué cuidarme todo el tiempo! —continuó Lyra, alzando un poco la voz y mirando a su hermana mayor con un gesto decidido — Moi… yo sé cuidarme sola, ¿sabes? Y Bill… él es… él es gentil conmigo...