(T1)Capítulo 24 - ¿Amor?

61 7 2
                                    

El sol se desvanecía lentamente detrás de las ruinas de la ciudad, tiñendo el cielo de un gris opaco que parecía reflejar el agotamiento del grupo

Después del caos vivido con los mutantes y la tensión de la batalla, el silencio que ahora los envolvía era inquietante, pero bienvenido...

Bill aún estaba algo débil, apoyándose en una pared mientras Marceline lo miraba de reojo, mordiéndose el labio con preocupación

Tenemos que encontrar un lugar donde refugiarnos y descansar... -murmuró Simon, sus ojos aún cargados de la sombra de lo que había pasado. Apretó la corona que llevaba en su mano, deseando no tener que usarla de nuevo ese día- No por hoy -pensó...

Sí... creo que sería lo mejor -respondió Bill, con voz ronca. Se irguió, sacando fuerzas de lo más profundo de sí mismo, pero sus piernas temblaban, aún resentidas por las toxinas (radiación) que había absorbido

Sabía que no era grave, solo haría falta un buena noche de descanso para sentirse mejor... pero eso no le quitaba el cansancio que sentía en este momento...

La sensación de mareo y dolor de cabeza seguía presente, pero lo último que quería era parecer débil frente a Marceline o Simon

Hey, Bill, ¿cómo te sientes?~ -preguntó Marceline con una sonrisa dulce, su mirada estaba cargada de un afecto que parecía más profundo de lo que él lograba captar

Bill la miró y sonrió levemente, tratando de quitarle importancia al malestar que lo aquejaba- Estoy bien, Marcy. Solo necesito descansar un poco, nada que no pueda soportar...

Seguro que con un buen sueño te pondrás como nuevo -añadió Simon con una sonrisa forzada, tratando de alivianar el ambiente

Sin embargo, notaba cómo Marceline miraba a Bill con una intensidad que no pasaba desapercibida para él- Esta niña está creciendo demasiado rápido... -pensó, con una mezcla de ternura y preocupación

El grupo siguió caminando por las calles desiertas, sorteando escombros y restos de edificios derrumbados. Los mutantes ya no los perseguían, pero el ambiente seguía cargado de una tensión palpable, como si la amenaza aún estuviera al acecho, esperando un descuido

Mañana tendremos que regresar por la mochila... -dijo Simon, rompiendo el silencio. Habían perdido valiosas provisiones en el caos de la huida, y no podían permitirse dejarlas atrás- Hay cosas importantes ahí, sobre todo... el peluche de Marceline...

¡Mi Hambo! -exclamó la niña, mirando a Simon con ojos grandes- No podemos dejarlo, Simon

No te preocupes, Marcy. Lo recuperaremos... -Bill intercedió, a pesar de su estado. Siempre había sido así, protector hasta el extremo

Sabía lo que significaba Hambo para Marceline, y aunque su cuerpo estaba al límite, no dudaba de que lo encontrarían

Marceline le dedicó una sonrisa cálida- Gracias, Bill~ -dijo, acercándose un poco más a él mientras caminaban

Aprovechó el momento para agarrarse de su brazo, como si eso fuera lo más natural del mundo. Bill no le dio importancia, pero Simon, que observaba la escena de reojo, no pudo evitar fruncir ligeramente el ceño. Sabía lo que estaba pasando por la cabeza de Marceline, y aunque aún era joven, veía cómo poco a poco esos sentimientos empezaban a cambiar

La noche se hizo más densa, envolviendo la ciudad en sombras espesas y frías. El viento gélido levantaba polvo y escombros por las calles vacías

Al final, tras varios minutos de caminar en silencio, encontraron un edificio que parecía haber soportado mejor el paso del tiempo y el caos de los últimos días. Un hotel, antiguo y ruinoso... pero lo suficientemente intacto para servir de refugio...

Hora de aventura; "En busca de un corazon"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora