No te vayas {sanégiyuu}

Capítulo 4

(Pov de Sanemi)

Lo miro mientras su cuerpo se desploma, la respiración cada vez más profunda y su figura perdiendo toda resistencia. Es extraño ver cómo se desmorona de esta manera, sabiendo lo que acaba de pasar, lo que acabo de hacer. Pero no siento nada. No siento culpa, no siento arrepentimiento, ni siquiera una pizca de remordimiento.

Es un espectáculo común para mí, ver su cuerpo tendido allí, inconsciente, después de lo que le he hecho. Un pequeño preciopor su deuda, como siempre lo recuerdo. Así de simple. Nada de sentimentalismos.

Me quedo mirándolo por unos segundos más, observando cómo su pecho sube y baja lentamente, como si estuviera durmiendo, aunque sé que no es así. Sonríe levemente, casi de forma burlona. .
¿Y qué?La deuda sigue allí, pendiente, más grande que nunca. Y lo que acaba de suceder solo fue una pieza más en este juego del que no puede escapar.

A pesar de todo, lo cargo sin prisa, con calma, dejándome llevar por la costumbre. Mi rostro se mantiene impasible, aunque por dentro hay algo que me divierte en esta escena: lo tengo exactamente donde quiero.

No me importa que esté desmayado, ni el hecho de que su cuerpo esté tan vulnerable ahora. Lo llevo al lugar que le corresponde, colocándolo sobre la cama. En este punto, ya no me molesta. Sé que volverá a la realidad en algún momento, sabiendo lo que pasó, pero también sabrá que no tiene opción. No tiene ninguna otra salida.

Me aparto un poco, sentándome en una silla cerca de la cama, mientras observo su rostro. Su expresión ahora es suave, pero sé que esa calma no durará mucho. Giyuu es más fuerte de lo que parece, lo sé. Pero esta vez, su fortaleza no será suficiente para resistir lo que tengo preparado.

Sus sueños, su vida, sus decisiones, están a mi merced. Y en este momento, es lo único que realmente me importa. Todo está bajo control.

Me encontraba vistiéndome lentamente, ajustando la chaqueta y mirando al espejo mientras una ligera sonrisa burlona se dibujaba en mi rostro. **"¿Creías que no te iba a despertar?"** pensé para mí mismo, sabiendo muy bien que en cualquier momento Giyuu se daría cuenta de lo que había sucedido, de lo que había hecho. Y como siempre, no falló.

Escuché el sonido suave de su respiración, y luego, el repentino movimiento. Apenas pude reaccionar cuando lo vi saltar de la cama, corriendo al baño en estado de pánico, desnudo, claramente intentando huir de lo que acaba de pasar.

Vaya...murmuro para mí mismo, sin moverme del lugar, disfrutando de la pequeña escena que acababa de presenciar. No pude evitar reír suavemente, la burla en mi tono evidente.

—¿Pensaste que podrías escapar tan fácil, Tomioka?—dije en voz baja, con una sonrisa que no ocultaba mi diversión.

Es tan predecible. Claro que lo sería. Giyuu Tomioka, con su orgullo herido y su temor al control, corriendo a esconderse en el baño como si eso pudiera cambiar algo. Sabía que esto pasaría, que intentaría huir de la realidad, pero la verdad es que ya estaba atrapado. Nadie podía escapar de lo que había comenzado.

Me encogí de hombros mientras me terminaba de abrochar la chaqueta, sabiendo que nada de esto cambiaría nada. Tomioka tendría que enfrentar lo que pasó tarde o temprano. No importa cuánto corriera o intentara evitarlo. La deuda seguía ahí, más grande que nunca, y solo había un camino para él.

Decidí no molestarme más en seguirlo al baño. Él sabría qué hacer cuando saliera. Mientras tanto, yo me tomé un momento para disfrutar del control, sabiendo que todo estaba bajo mi mando.