Me enamoré sin querer

Se fue

Un día estaba yo conversando con mis amigas. Nuestra conversación giraba en torno a mi novio. Sí, tenía novio. Pero no estaba pasando los mejores momentos con él debido a ciertas situaciones familiares que el tenía, las cuales estaban poniendo en peligro nuestra relación. Su padre era un militar viviendo en Utah y quería llevarlo a vivir con él. La cosa iba en serio. Su madre quería impedirlo, pero al fin y al cabo supo que sería lo mejor para él. Obviamente yo no estaba de acuerdo con la idea. Mi novio se iría muy lejos de mí y ya probablemente no lo vería más. Él se fue. Pasaron semanas, tratamos de mantener una relación a distancia pero claramente yo sabía que eso no funcionaría ya que yo me estaría exponiendo a una traición. Así que cortamos. Todo esto llegó a oídos de Joseph por medio de uno de sus amigos. A partir de ese momento sus acercamientos hacia a mi eran más. Me atrevo a decir que empezó a comportarse como todo un confianzudo, lo cual me molestaba muchísimo. Se podría decir que tenía a aquel moreno como mi guarda espaldas. Me seguía a todos lados, siempre trataba de estar cerca de mí. Cada día mi paciencia iba agotándose. Mis amigas se habían aprovechado de la situación para comenzar una serie de bromas y burlas. En un momento me llegué a enterar de que Joseph era atleta, practicaba béisbol y boxeo. De todos modos, eso no me sorprendía, ya que su cuerpo no decía lo contrario. Era un chico fuerte y rudo. Desde ese momento en adelante mis amigas me mortificaban la vida hablándome del moreno boxeador y béisbolista. Donde quiera que yo estaba, mis amigas comenzaban a hablar de él para molestarme. Mi cabeza ya estaba completamente saturada gracias al nombre de Joseph. Joseph aquí, Joseph acá, Joseph por todos lados. Realmente era frustrante.