Reto

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Narrador omnisciente

Ya todos se encontraban en el living. Estaban sentados rodeando una botella, dejando un espacio para que esta dé vueltas en un mismo círculo o donde la suerte quisiera que esta gire.
Estaban ordenados de la siguiente manera: Zeki, Pipe, Daisy, Margarita, Merlín, Otto, Mei, Romeo, Alaska, Rey, Única y Sasha.
Por las edades que la mayoría tenían, el juego no iba a tener niveles muy altos, pues desde un inicio se les dijo que debían ser responsables con cada cosa que hicieran. Por tal motivo, iban a cuidarse entre sí.

Otto tenía la mano sobre la botella, listo para darle vuelta.

—Pongamos unas cuantas reglas—habló el chico—Si la botella gira y el lado del cuello cae a cierta persona, cualquiera puede ponerle un reto o una verdad, pero la gran mayoría tiene que estar de acuerdo. Eso sí, ya saben que nada de pasarnos de copas ni quitarse prendas—Zeki se quejó junto a Única, Rey y Alaska—Bueno, chicos, está la responsabilidad y por otro lado, recién nos vamos a conocer—alzó sus hombros.

—Bueno bueno, que empiecen los juegos—Zeki giró la botella. El lado de la tapa cayó en Romeo, quien comenzó a frotar ansiosamente la cadenita que llevaba puesta.

—Yo tengo un reto para vos—habló Rey—Tenés que comerte algo de color anaranjado, pero todo y sin hacer caras—el pobre chico lo miró aterrado.

—¿Pero qué decís?—Margarita movió su mano—Sabemos ya que Romeo no come cosas de ese color y-

—Por eso mismo—Rey dijo en tono de burla—Le quitamos el miedo entre todos de una vez—los demás se miraban entre sí.

—Mar tiene razón—habló Merlín—Se supone que hay que ser responsables—lo miró firme.

—Habló el rey de la responsabilidad, por favor—se rió Rey.

—Chicos, chicos—intervino Otto—Me parece que le ponemos otro reto, ¿sí?—el grupo cerca a Rey rodó sus ojos.

—Uy, si vamos a jugar así, mejor regresamos a primaria, che—esta vez Única comentó.

—Yo tengo una pregunta para vos—le dijo Mei a Romeo—¿Besarías a alguna chica de este lugar?—

—Ay, nena—Única volteó sus ojos—¿Qué pregunta es esa?—mordió sus labios.

—Bueno, si sos tan divertida, inventáte algo vos—esta vez habló Daisy.

—Eh...—Romeo comenzó—No creo que me gustaría besar a nadie aquí porque a través de un beso, el intercambio de bacterias es de un porcentaje bastante alto, incluso-

—Ya entendimos—Rey lo miró con molestia.

Zeki volvió a girar la botella y esta vez cayó en Sasha—Como sos un nene, te pongo una fácil—habló Zeki—Matar, besar y casar. Personas del lugar, eh—el adolescente miró con los ojos entrecerrados a las chicas que estaban a su alrededor.

—Mato a—señaló—Única—la chica abrió su boca ofendida—Beso a Mei—esta negó riendo—Y me caso con las dos Margaritas—ambas amigas también se rieron.

—Epaa, boludo—Rey lo despeinó.

—Yo giro—dijo Sasha.

La botella dio en dirección a Daisy.

—Mmm—observó un poquito el espacio—A vos te gusta alguien de aquí, ¿no?—la chica lo miró asustada.

—Mmm—tragó saliva—No sé—

—Respondé bien, nena—Alaska insistió.

—Puede que sí, pero todavía no lo conozco bien como para decir que me gusta—miró hacia el suelo.

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