La memoria que no puede ser borrada:
¿Sabes qué es lo bueno de amarte?
Que mil días pueden pasar, o años,
y aunque mi memoria no lo recuerde,
ten por seguro, que sí mi corazón.
Perdido y loco en ti:
No sé si es amor o locura,
pero es por ti, sin dudar, que sí moriría.
Y no sé si es amor o locura,
pero es que me enamoras cada día.
Trato rojo:
No sabes bien que daría por ti,
y es que toda mi sangre la daría,
solo porque tú vivas, y aún mucho más,
yo al demonio hasta mi alma vendería,
para que tú puedas vestir esa sonrisa.
Amor resiliente:
Flores de inverno, que resisten el hielo.
Envites de viento, que no las mataron.
Finaliza el frío, y las flores aguantaron.
No te hablo de flores, hablo de ti, cielo.
Cuentos de medianoche:
Noche de terciopelo, cúbreme,
en tus brazos de constelaciones.
Quiero perderme en tú infinidad,
y a otros mundos, juro que te voy a llevar.
Plata en espera:
Besos hechos de Sol, caricias de seda,
palabras de terciopelo y sobre la mesa,
dos anillos escondidos, esperando el día.
En mi mente, ya tengo lo que quiero hacer:
Tomaré en mis brazos la tierra, la arena, el mar y el cielo.
Construiré un jardín, un lago y un castillo volador.
Haré de ese mi hogar, y te tendré a ti como mi reina.
Tú serás con quien camine en el jardín o cerca del agua.
Mil granos de arena, cada uno una historia:
En mis manos tengo tanto, no sé qué hacer con ello.
Ven y hagamos juntos un castillo de arena,
un castillo que el viento y el agua lo puedan romper,
pero da igual cuántas veces lo ataquen, conmigo siempre te tendré.
Fue un asedio, tú amor:
Muros de cristal, puertas sin cerrojo.
A ti, te abro mi alma y cuerpo.
Cabaña:
No me falta hogar,
no me falta calor.
Ya que eres tú,
quién es mi casa,
quién es mi todo.
Hoguera cambiante:
Te amo, como el bosque al fuego.
Un amor que puede ser eterno,
o durar menos de un segundo.
Pero yo te amo lento, cariño,
te quiero con dulzura, suave, tranquilo,
quiero tus lenguas de fuego.
Quiero que lo sepas, que no seré el mismo,
pero porque el bosque cambia, y el soy yo
no te haré daño con mis ramas ni espinos
haré flores, flores bellas, flores de fuego,
haré campos de lavanda, para amarte, lento.
Lunes sin ti:
Con un triste sonido, se apaga la vida en casa,
la oscuridad se cierne y se come la vieja vida,
espero volver a abrir aquella querida puerta,
tras la cual guardo toda una vida que no daría.
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Rimas y versos para el entretiempo
PoesíaColección propia de poesías, y aquí una para abrir el apetito: Cada poeta, sus cartas. Cada autor, sus novelas. Yo a mi estilo, lo denomino, como único y propio, inigualable y variable.