El Pensar:
El castigo del hombre
es pensar, el hambre
insaciable de saber
Alguno dirá, alguien pensará:
"¿qué dice este?
no tiene ni pies
ni cabeza". Lo sé
yo y todos, no tienes
por que decirme
el castigo que
me es debido.
Y yo te digo:
"lo sé, se que piensas
en diferentes maneras
de cambiar y refutar
mis palabras enteras,
pero yo soy el único
que se ha atrevido
y que ha salido y escrito
lo que piensa el mundo
pero calla en silencio.
No calla por temor,
calla el mundo por
la no aceptación
de la verdad callada
que esta prisionera
por la sociedad."
Y ahora repito el castigo,
por si alguien se ha perdido:
El pensar es nuestro destino,
pero también, es nuestro castigo.
--x--
Los Prejuicios:
Prejuicios,
malditos prejuicios,
ligaduras al hablar
que no me dejan actuar
de una manera natural.
Prejuicios,
malditos prejuicios,
unos pensamientos
que limitan la acción,
que limitan el habla,
que limitan la vida,
que lo limitan todo,
todo,
todo,
todo.
No puedes moverte,
no puedes pensar,
no puedes alejarte
del destino por llegar.
Los prejuicios,
tu destino.
O rompes esos prejuicios
o en un foso acabarás;
no uno real, sino mental.
Tus ideas, lo que piensas,
otra persona se los llevará.
Esa persona sin prejuicios
sonará, su nombre se sabrá.
Y tú o yo, con prejuicios,
nos habremos quedado quietos,
sin nada para evitar el destino,
culpa de nuestros malditos
prejuicios.
--x--El fin del ciclo:
Somos lluvia,
transparente.
Somos nube,
gris y clara.
Somos contradicción,
anhelamos más,
pero con menos
Como nubes,
nos vamos;
como seres,
nos quejamos.
Como lluvia,
no dejamos nada.
Como ser con vida,
lo queremos todo
sin hacer nada.
Como nube,
o criatura,
vivimos,
resbalamos;
y como lluvia,
todos nos vamos.
Como humano,
como pensamiento,
nos quejamos,
lo queremos,
sin nada, todo.
Como lluvia
debemos vivir.
Como humano,
debemos olvidar;
y el ciclo dejar,
en su eternidad.
Irse y ya,
ser solo,
algo más...
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Rimas y versos para el entretiempo
PuisiColección propia de poesías, y aquí una para abrir el apetito: Cada poeta, sus cartas. Cada autor, sus novelas. Yo a mi estilo, lo denomino, como único y propio, inigualable y variable.