Estos poemas son algunos con rima como toodos los anteriores, pero luego empecé a experimentar con una rima y versos más libres, jugando más con la musicalidad que con el formato cuadrado y las rimas calculadas. Escriban un comentario para decirme cual es su favorito, que me entra la curiosidad.
Canciones:
Quiero escuchar, todas tus historias de guerra.
Quiero también, oír todas tus nanas de cuna.
Me da igual donde me tumbe, o dónde muramos,
siempre que lo último, sea tu voz y tú mano.
Un escritorio y un cuervo:
Déjame ser parte de tu caos y desastres.
Alguien que corresponda tus locuras,
alguien que termine todas tus frases
y alguien que, sin hablar, encuentre paz.
Mi Sol tras el nubarrón:
Este sea el peor día de mi vida, tú lo alegras.
No me importa nada, lo malo a tu lado se va,
todas las nubes son blancas si a tú sombra estoy,
por todo lo que me cuidas es porque te amo.
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A ti y gracias, mi cielo:
Ataré la Luna a una cadena, cuyos eslabones sean, las memorias de una vida entera.
Que la luz de Luna de vida a mis memorias, incluso si aún no las hemos vivido,
porque te bajaré el astro para que duermas soñando, en todo lo que nos queda por vivir.Grande y robusta es la cadena que nos ata, forjada en dolor, hierro candente, bañada en oro y consuelo.
Férrea para levantar montañas. Firme para doblegar monstruos.
Y pronto, fuerte para bajar la luna, pues sufro de una nostalgia de algo que todavía no ha pasado.Y cuanto más queme y férrea sea la cadena;
más ligero me siento, y más brilla mi alma.
Oro para morir, metal para matar, y en conjunto para vivir sin miedo a olvidar ni dejar ni nada de ti.
Porque la Luna será mi regalo, para que siempre te acuerdes de mi.---
Malditas manecillas:
Mataría por un minuto, y giraré el reloj al revés,
no habrá más arena que caiga, ni nadie que cuente,
porque es contigo, que el tiempo se detiene.
Permafrost:
Hasta que mi aliento muera en un glaciar,
hasta que mi sangre grite que no puede más,
hasta que me caiga, me rompa y me levante,
cada día, cada caída, cada vez que respire,
quiero que sepas que todas mis palabras son tuyas,
y todas mis palabras son a ti porque te amo.
Aquel que late uno por dos:
Con sangre escribo, para que no quede registro,
de que yo te deseo, más de lo que yo debo,
amo tus brazos a mi alrededor, tú calidez, y tú ser.
Amo que seas mi refugio, y yo quiero serlo tuyo,
jamás te dejaré de amar, tanto te querré,
que olvidarás que una vez no éramos uno.
Pero quiero que con sangre quede, que mi sangre
es la tuya, porque mi vida es tuya, y la protegeré.
Ángel penitente:
Y nunca será condena, no habrá cadenas,
no hay mal ni pena, no hay ninguna queja.
Y es que una eternidad contigo, es un suplicio con quien sea.
Que mi tumba tenga rosas, y que se enreden en la tuya,
porque te daré la mano en esta vida, y todas las que vengan.
Bajo la tierra, el cielo:
Oh, ángel de piedra, que calla y llora.
Dime, ¿qué habrá cuándo me duerma?
Oh, ángel de piedra, con libra o espada.
Dime, ¿veré allí a quién amé toda mi vida?
El reflejo de tu rostro:
Tan basto océano, tan grande e imponente,
fue él quien me habló sobre la eternidad.
Las olas no susurraban, sino que me cantaban acertijos,
de sal y arena, imposibles e incontables.
Más yo me quedaré en las rocas, hasta que se vuelvan sal.
Tengo una infinidad para probar, más versos que nunca,
pero prefiero dar todos mis segundos a la Luna,
la sonrisa de plata que brilla sobre el mar.
Mi dama y amor, quién se ríe en la cara del mundo,
y haces que yo quiera enfrentar la infinidad.
Alianza irrompible:
Hilo de sangre y plata, cruzada escogida,
seguiré este camino hasta que caiga y muera,
mientras, honraré la plata con tu risa y sonrisa,
y la sangre que dejaré en el camino será la prueba
de que he vivido feliz, siempre amando, siempre a ti.
Amantes fugitivos:
Manto de estrellas, cúbrenos esta noche,
que el Sol nunca sepa nuestros secretos.
Que bajo la Luna nadie nos escuche,
pues el cielo no debe oír nuestras mil promesas.
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Rimas y versos para el entretiempo
PoésieColección propia de poesías, y aquí una para abrir el apetito: Cada poeta, sus cartas. Cada autor, sus novelas. Yo a mi estilo, lo denomino, como único y propio, inigualable y variable.