Corredora A0

Capítulo 3

Todo ha sido muy normal hoy, todos siguen sus rutinas normales. Cada quien hace sus cosas.

Yo he estado la mayor parte del tiempo hablando con Chuck, también conocí a Teresa, es una chica muy callada, solo habla con Thomas. Al igual que también conocí a Minho y a Gally. Chuck me ha dicho que esta noche iban a hacer una especie de reunión. Por lo que me comentó, todos los chicos compartían al rededor de una fogata y hacían diversas actividades. Me ha dicho que la última vez que la hicieron fue justo el día que llegó Thomas al área y desde esa última vez no han hecho otra más, pero ahora con nuestra llegada y que gracias a unas inyecciones que traía Teresa lograron salvar a Alby de la picada de uno de los penitentes, es suficiente motivo para celebrar.

Aún no conozco a Alby pero Chuck me comentó que es el primero al mando en el área y que es muy querido y respetado por todos.

—¿Qué tal la comida que hace sartén? —me pregunta Thomas, señalándola.

—Muy buena —observo a sartén a lo lejos—. Tiene un don.

Thomas ríe junto conmigo.

—Oye —llama mi atención.

—¿Si? —pregunto.

Dirijo mi mirada hasta él mientras termino de comer. Mira el suelo con inquietud y duda si hablar o no.

—Cuando Teresa despertó y hablé con ella... me dijo que tenía ciertos recuerdos extraños—explica detenidamente—. Yo creía que mis recuerdos eran sueños, pero no era así —levanta la cara y me ve—. En nuestros recuerdos aparecemos tú, ella y yo —dice—. Y una voz de mujer diciendo lo mismo una y otra vez...

—Cruel es bueno —digo antes de que él lo haga.

Me mira con el ceño fruncido.

—Todo esto me hace pensar que los tres nos conocemos de antes.

—Hasta que algunos de los tres no recuerde algo concreto no lo podremos saber —respondo, colocando el plato a un lado dándole toda mi atención—. Pero yo también pienso lo mismo —me acerco un poco—. No son solo los recuerdos, también es la familiaridad con sus presencias.

—Tus ojos —dice mirándome fijamente los ojos—. Me recuerdan a los de alguien más.

Nos quedamos observándonos el uno al otro con detenimiento intentando recordarnos mutuamente, algo que ninguno de los dos puede lograr.

—¿Qué intentan hacer?

La voz confundida de Newt se hace presente. Thomas y yo lo miramos de pie frente a nosotros con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

—Conversamos —aclara Thomas.

—Eso era lo menos que hacían.

—Tampoco es que te importe tanto lo que hacíamos o no —respondo de forma cortante hacia Newt levantándome del tronco en que estaba junto a Thomas, dirigiéndome a dejar el plato que tenía en donde sartén.

Ellos me ven confusos por mi forma de hablar y la verdad no me importa. Hoy he estado alejada de todos —excepto de Chuck y de Thomas—. La mayoría están haciendo cualquier cosa o están muy pendientes de Thomas y Teresa, incluso de Alby, mientras yo no he hecho nada. Al principio pensé que Newt me daría algo para hacer como me comentó ayer pero no se acercó a hacerlo, así que me limité a esperar pero nunca pasó.