Capítulo Quince

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Spreen's POV:

—¿¡Lo vas a dejar plantado!?— Fruncí el ceño cuando grito casi a mi oído, y aunque una parte de mí quiso decir que no y que ya me levantaría, simplemente cedí a la parte mala —No creo que vaya...— Prácticamente asintí a sus palabras de una forma rotundamente negativa, escuchando sus regaños bajos, pero parecían no afectarme, o bueno, quizás sí, pero preferí no darle mente.

Aún estaba envuelto en mis sábanas cuando escuché que su voz quejándose disminuia hasta ya no escucharse. Missa dejó de insistir en sacarme y sentí como el peso extra de mi cama desapareció, seguido de eso oí la voz de mi hermano algo lejana, dando a entender que estaba a nada de salir de la habitación.

—Esto es tu decisión, tú serás quién sufra las consecuencias de tus actos, y tú más que nadie eres consiente del daño que haces. No vengas llorando después— Y con eso cerró de un portazo, dejándome en un profundo silencio lleno de tensión y pensamientos.

¿En qué estaba pensando?; No le cuestionaba eso a mi hermano, me lo cuestionaba a mí ¿Qué demonios se supone que hago aquí tirado?

Y por más que me queje, seguí ahí acostado, reflexionando las cosas mientras trataba de dormir, aunque los próximos quince minutos se vieron interrumpidos por mi teléfono sonando; algo que ignoré hasta que dejó de sonar.

Quince minutos después volvió a sonar, pero seguí sin contestar, escuchando una vocecita parecida a la de Missa en mi cabeza que me reclamaba mi ausencia en dicha salida ¿Qué se supone que Carre estaría haciendo ahora? ¿Habrá llegado al centro o no? ¿También se habrá arrepentido?

Y creo que la voz de mi padre ordenandome por afuera de la habitación salir tampoco me ayudaba a pensar de forma sensata, pero seguí sin hacer caso.

Más minutos pasaron y con eso las llamadas, cosa que al final mató mi paciencia y me hizo levantarme, tomando el celular en mis manos.

Casi me ahogo al leer el nombre que iluminaba mi pantalla. Mis ojos se aguaron y mi pecho se contrajo, sin saber que hacer. "Rodri ♡ - 22 llamadas perdidas" Mi respiración se aceleró, sintiendo la culpa calarme por todos los huesos.

¿Cómo pude ser así de insolente? ¿Como no pensé en él? Ahora lo que mi mente pensaba es que estaba en un banquito solo, o capaz ya volvió a su casa, nadie es capaz de soportar una hora solo esperando a un amigo.

Pero aún así me levanté rápido, ignorando a mi cerebro que decía que ya no valía la pena, que ya la había cagado, pero igualmente lo valía para mí, Rodri lo valía.

Una voz en mi teléfono me hizo sobresaltar y salir de mis pensamientos mientras amarraba mis cordones, el nombre "Roier :b" relucia en letras blancas ¿En que momento lo llamé? Ni la menor puta idea, no estaba con mis cinco sentidos activos, hago todo sin pensar.

¿¡SPREEN!?Gritó justo cuando puse mi teléfono en mi oído, si no quedé sordo es de puro milagro. —Roier ¿Carre está en su casa?— Escuché como hizo un sonido de duda, ya con eso estaba más que seguro que no lo estaba, Carre no estaba con él.

Hace casi como una hora que se fue a esa salida contigo ¿Por qué lo preguntas?¿Y como le digo que dejé a su hermano plantado? Es capaz de venir corriendo y patearme las bolas, o hasta castrarme.

El Trabajo de Historia | Happybear [Remake] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora