Sawyer Gables, un granjero común con excelente sentido de la moda escapa de casa. Sin embargo, es transportado por el Espejo de Encanta a la academia de Hadas de Twisted Wonderland. Pronto descubre que FairyLand Academy está repleta por arrogantes h...
—Acabemos con esto de una vez. ¡Oh, Espejo de Encanta llévanos a la Isla Arco de roca!
Sawyer tenía la mirada puesta en su objetivo, su determinación era evidente en sus ojos celestes. No dudó en cruzar el Espejo de Encanta contando con cierta emoción por tener una nueva aventura. Sintió un cosquilleó por todo el cuerpo, pues era la primera vez que se transportaba a través de un artefacto mágico. Todo lo relacionado con la magia era nuevo para él y eso hacía que tuviera más energía desbordante.
El director Blossom Land fue específico, al norte de Isla Madre se encontraba la Isla Arco de roca. Una isla habitada por las sirenas de la laguna, rebosante de naturaleza mágica y por supuesto donde abundaban cuevas repletas de tesoros de piratas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El primer panorama tras llegar era el famoso arco de roca en el fondo, la playa era contemplada por los recién llegados. El agua era cristalina, la arena blanca y la naturaleza alrededor era tropical y mágica. La reacción esperada de los estudiantes fue genuina admiración por tan bello paisaje. Moopaloon y Milo corrieron directamente a la playa, pero cuando el oleaje se acercaba demasiado a ellos, con gritos se alejaban rápidamente.
—Nunca había visto el mar tan cerca. Ohh～ —el dragón dejaba huellas sobre la arena y corría a toda velocidad cuando las olas parecían querérselo tragar— ¡Ricitos ven aquí!
Sawyer tenía toda la intención de divertirse y pasar un buen rato en el agua con sus nuevos amigos. Sin embargo, Julian tenía una expresión tan disgustada que dudó en hacerlo.
—Julian ¿estás bien? —preguntó Gables.
El estudiante de magia cambió tan rápido la cara que Sawyer no tuvo oportunidad de decir algo más. Julian volvió a su apariencia tan agradable y prudente. No había ningún rastro de disgusto en el muchacho. El rubio no era el único interesado en Julian. Milo dejó de jugar y prestó atención a la conversación de aquellos dos.
—¿Qué dices? Estoy perfectamente bien. Debemos conseguir esa gema mágica antes de que anochezca —ciertamente el cielo todavía era claro, pero aun asi debían hacer las cosas rápido antes de quedarse varados en una isla en la totalidad de la oscuridad.
—¡Tienes razón, Julian! Debemos buscar la gema jejeje —el chico ratón parecía creer todo lo que decía Quest.
Todo indicaba que en breve comenzaría la búsqueda. No obstante, algo más problemático debía suceder. Moopaloon comenzó a gritar desesperadamente, clamando ayuda a Sawyer. Los tres chicos se aproximaron a ver, no esperando encontrar un grupo de siniestras sirenas intentando ahogar a Moopaloon. La que parecía la líder, apretaba al pequeño dragón por la zona del cuello.
—Yo no haría eso. No desean que ahogue a su amiguito ¿verdad ～? —los futuros magos bajaron sus varitas mágicas, haciendo caso de las ordenes de una sirena tan siniestra— Eso es mucho mejor. De acuerdo, criaturas terrestres. ¿Qué hacen en mi isla?
