Cookies (Jikookmin)

17 (Final)

Seis meses después

- Director Park, ¿llamó? - dijo un hombre alto de mediana edad, mirando por las puertas entreabiertas. 

Aquel a quien se dirigían, cansado, levantó la vista de los documentos y movió los hombros, masajeándose el cuello. Saludó con la cabeza al visitante que entró en la oficina, se paró frente a la mesa, sin atreverse a sentarse, y se movió de un pie a otro, esperando una paliza por ser lento. 

- Sr. Jonas, ¿Qué le pasa al alcohol? ¿Por qué aún no ha sido entregado al almacén? 

- No sé por qué hubo un retraso. Pagué todo a los proveedores hace mucho tiempo, pero ellos guardan silencio. 

- Es gracioso. Acabo de hablar con ellos y me dijeron que no recibieron ningún dinero de nuestra parte en su cuenta. Entonces, Sr. Jonas, no me importa por qué se retrasa en el pago, pero si en quince minutos el proveedor de alcohol no me llama y me dice que recibió el dinero del pedido, en veinte minutos lo haré sacado de aquí. Te despedirán con referencias dañadas y sin indemnización. 

El hombre asintió y salió de la oficina. 

Al cabo de diez minutos resonó en la habitación el trino del teléfono, a través del cual el cliente recibió la confirmación del pago del pedido y la seguridad de que hoy sería entregado en el almacén. 

Jimin suspiró profundamente y frunció el ceño, y luego llamó al gerente de personal y le pidió que despidiera al Sr. Jonas a petición propia, ya que no necesitaba empleados tan astutos y poco profesionales. 

Llamó a su amigo Kim Namjoon, un coreano-estadounidense que era dueño de su propia pequeña tienda de comestibles, y por enésima vez le ofreció un puesto como gerente en su hotel. Se conocieron cuando Namjoon estaba suministrando comida a los trabajadores de la construcción, quienes pronto comenzaron a trabajar en un sitio de construcción previamente cerrado después de que Jimin lo reanudó. 

Park inmediatamente se dio cuenta de que se podía confiar en su hyung y que sería un excelente gerente. Sólo el propio Namjoon se negó, temeroso de asumir tal responsabilidad, y constantemente decía que no podía manejarla. 

Al final de la conversación de hoy, Jimin tuvo una epifanía e invitó a Namjoon a convertirse en proveedor de productos para la cocina del hotel, que está casi listo para abrir. Namjoon aceptó esta oferta y dijo que nunca antes había tenido un cliente tan grande y que intentaría no decepcionar a su amigo. 

Jimin colgó la llamada y se estiró en su silla, tras lo cual se sentó en silencio durante un par de minutos. El hotel estaba ultimando los preparativos para su inauguración, prevista para una semana y media después. Pero cuando Jimin llegó por primera vez al sitio de construcción abandonado, miró las ruinas sin terminar con decepción, les tomó fotografías y se las envió a su padre. 

El ex gerente escatimó en todo, desde cemento hasta clavos, y el edificio sin terminar se vino abajo por sí solo. Jimin le pidió permiso a su padre para demoler el antiguo edificio y este dijo que hacía mucho tiempo que le había dado libertad en sus acciones. El hombre llamó al arquitecto que trabajó en el proyecto del antiguo hotel y junto con él finalizaron los planos según los cuales se construiría el nuevo hotel. 

Jimin eligió un nuevo lugar en el lado más ventajoso de la vasta trama, y muy pronto comenzaron allí los cimientos del futuro hotel. La construcción se llevó a cabo las 24 horas del día, el propio Jimin supervisó la calidad de los materiales de construcción comprados y el trabajo realizado. 

Sobre los cimientos de un antiguo edificio desmantelado, Jimin mandó construir un enorme invernadero para que los huéspedes del hotel pudieran disfrutar de flores frescas a su gusto. Era mucho más rentable que pagar de más cada vez por el envío de flores desde el extranjero o desde otra ciudad.