Las manecillas del reloj se detuvieron por un minuto completo, Jeongin vio a su alrededor y todo estaba paralizado, volvió su mirada al reloj y la manecillas empezaron a retroceder con prisa.
Ha regresado en el tiempo para salvar al amor de su vida.
“El destino ya está escrito pero Yo quiero creer que se puede Reescribir”
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Ver su hermoso rostro al amanecer es el mejor placer que la vida me puede dar, tocar sus mejillas cubiertas de pecas me hace imaginar que estoy tocando un cielo estrellado.
Verlo durmiendo tan tranquilo me hace pensar lo afortunado que soy al tenerlo, Felix es el hombre más hermoso y deseado en toda la universidad, saber eso me provoca ñañaras en el estómago pero a la vez me siento tan orgulloso de que sea a mí a quien eligió, soy afortunado de ser yo quien disfrute de tenerlo cada mañana dormido en mis brazos.
He pensado mucho sobre el motivo por el cual viaje al pasado, llegué a la conclusión de que no estoy aquí solo para salvar a Felix, creo que hay otro motivo mas pero aún no se cuál es y el tiempo sigue avanzado.
He descubierto que el reloj si es una máquina del tiempo y esto es como un juego de vida o muerte, tengo cinco oportunidades, ya he usado dos me quedan tres mas, si en esas tres oportunidades no consigo resolver el dilema por el cual estoy aquí, significa que perderé la oportunidad de salvar a Felix.
Lo amo tanto que si es necesario dar mi vida a cambio de que él pueda vivir, yo estaría dispuesto a quedar atrapado entre átomos y moléculas en el espacio y tiempo solo para darle una segunda oportunidad de vida a él.
—¿Hace mucho despertaste?— Preguntó con su voz ronca dando un bostezo, no hay persona más linda que Felix despertando, es una cosita tan tierna que dan ganas de apretarle las mejillas y comerlo a besos.
—No, creo que apenas han pasado cinco minutos— Mentí con una sonrisa dibujada en mis labios, desperté hace dos horas pero me perdí en su hermoso rostro y en el mar de mis pensamientos.
—Te vez realmente adorable cuando despiertas— Estiró su mano para acariciar mi mejilla y apartar el cabello rebelde de mi rostro, se acercó más y me beso, sus labios se mueven sobre los míos provocando un beso perfecto.
—Eres hermoso— Murmuré contra sus labios, él sonrió y siento que esa sonrisa hace que todo mal pensamiento se aleje de mi cabeza y aparezca un arcoiris y nubes de algodón de azúcar sobre mi cabeza.
Hoy no tenemos universidad así que podemos estar en la cama hasta que nuestra espalda duela.
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Felix.
Los dedos ágiles de Jeongin presionan las teclas de aquel bello piano platinado, está tocando una canción que jamás la habia escuchado, estudia música así que supongo que él la compuso.
—Dejame amarte como la primera vez, déjame besar tus labios rojos y perderme en el sabor a miel, muéstrame las estrellas dibujadas en tu piel, déjame dormir en tus brazos una vez más, quiero susurrar al oido lo mucho que te amo—
La voz de Jeongin es como el susurrar de un ángel, la melodía en su piano suena tan angelical.
—He vuelto del futuro para amarte otra vez, cambiaré nuestro destino para que nunca digas adiós— La letra es tan profunda y con la voz de Jeongin es una canción maravillosa.
—El reloj nunca se detendrá, así que hay que amarnos con cada tik tak, I Love You Felix— Sus dedos se alejaron del piano y ahora Jeongin me sonríe como si fuera la primera vez que coincidimos.
—¿Te gustó?— Preguntó tomando mi mano para darle un beso y justo ahora ahora me encuentro en una montaña rusa de emociones, es la primera vez que lo escucho cantar, antes lo había escuchado tocar el piano pero nunca imaginé que también cantará —Aun no está termina y...— Me le lance a los brazos sorprendiendolo con un beso.
—Me encantó ¿La escribiste para mí?—
—Claro que sí, corazón, la escribí pensando en lo mucho que te amo y que si se me permitiera volver al día en que te conocí, me aseguraría de volverte a enamorar— Y sin duda alguna, me he sacado la lotería con Yang Jeongin —Si el reloj fuera una máquina del tiempo y tus pecas constelaciones...—
—Viajaria a través del tiempo solo para volver a enamorarte— Complete su frase, ambos reímos.
Nos quedamos unos minutos ahi, abrazados, disfrutando del calor del cuerpo del otro, a Jeongin casí no le gusta el contacto físico pero conmigo es tan diferente y eso me encanta.
