𝗜 𝗠𝗶𝘀𝘀 𝗬𝗼𝘂 - 𝖸𝖺𝗇𝗀 𝖩𝗎𝗇𝗀𝗐𝗈𝗇

Episodio 11

Sorpresa fallida...

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Hoy era el cumpleaños de Jungwon, realmente no era mucho de celebrar cosas pero por todo lo que ha pasado quería hacerle algo especial. Ese día pedí permiso en el trabajo y me levanté muy temprano para prepararle un desayuno a Jungwon

– Señora, no es necesario que usted haga el desayuno. Las empleadas y yo podemos encargarnos.

— No, hoy es cumpleaños de Jungwon y yo quiero hacerle algo especial.

Me puse manos a la obra y empecé a preparar una torta, pero la memoria empezó a fallarme.

— ¿Ya le puse sal? No recuerdo, pero creo que no, le pondré otra vez.

Metí la torta al horno y acomodé todo en la cosina, escuché unos pasos y supe que era Jungwon quien se dirigía a su trabajo. Tome la torta y me acerqué a él con una sonrisa.

— Feliz cumpleaños!

— Yoon-Ah... muchas gracias, ¿eso es para mi? — preguntó señalando torta.

— Si, prueba y me dices qué tal quedó.

Jungwon tomó el pedazo de torta y le dio un mordisco, me sonrió y me hizo la señal de que estaba rica.

— Esta deliciosa.

— ¿De verdad? Déjame, quiero probar un poco.

Tomo el plato y tomo la cucharada de la torta, no escupí en ese momento porque me daba pena de Jungwon. Estaba salada, seca y sabía asquerosa, deje el plato en el comedor y agaché la cabeza sintiendo un nudo en la garganta.

— Esta horrible, ¿por que no me dijiste nada?

— Es que, te vi muy feliz y no quise arruinarte tu felicidad. Pero la torta no me  molestó.

— Lo siento, quería darte una sorpresa pero olvidé que ya le había echado sal así que lo hice de nuevo, la puse de más en el horno y le hecho más harina que leche, lo siento.

Empecé a llorar al sentirme inútil y patética, los brazos de Jungwon me rodearon en un fuerte abrazo. Me aferré a él fuertemente mientras seguía llorando.

— Esta bien Yoon-Ah, todos nos podemos confundir y olvidar. La próxima vez, nosotros haremos la torta juntos ¿te parece?

Solo asentí, porque en el fondo no podía expresar lo que tenía en el corazón.

Estaba sentada en casa pensando en cómo decorarle a Jungwon, probablemente solo globos y un cartel de feliz cumpleaños, también habría torta pero esta vez sería una comprada. Tome mi tarjeta de crédito y salí hacia un mercado que estaba cerca de nuestro barrio.

Empecé a buscar todo lo que necesitaba, globos, cartel, platos y vasos. Había llamado a sus padres y ellos había dicho que con gusto aceptarían, no podían perderse el cumpleaños número 22 de su hijo. Una vez terminé de hacer mis compras me dirigí a casa, pero todo se tornó diferente.

Todo el ruido a mi alrededor parecía desaparecer, no veía bien, no sentía mi cuerpo y prácticamente podía decir que ni siquiera sabía qué día era. Empecé a caminar sin rumbo, hasta que me detengo en una camino solitario, no había ni una sola luz.

— ¿Donde... estoy?

Mi teléfono empezó a vibrar, lo tome entre mis manos y vi que era el papá de Jungwon.

— ¿Señor Yang? ¿Sucede algo?

— Si, tuvimos un inconveniente en la empresa y no vamos a poder ir, dile a Jungwon que lo sentimos.

— ¿Puede decirle a él... que venga por mí?

El señor Yang no respondió, solo colgó. Me senté en el suelo frío abrazando mis rodillas, tenía demasiado miedo. Empecé a llorar como si fuera una niña pequeña, me sentía desprotegida y abandonada.

— ¡Yoon-Ah!

El grito de Jungwon me sacó de mis pensamientos, me levanté del suelo y observé como él corría hacía mi. Apenas estuvo cerca mío no dudé en abrazarlo fuertemente.

— Won...

— ¿Por qué sales sola? ¡Sabes que es peligroso por tu enfermedad!

— Ya lo sé pero yo... te tenía una sorpresa, lo lamento nuevamente. Arruine tu cumpleaños.

— Claro que no, no arruinaste nada. El mejor regalo para mi, es que tú estés bien.

Y allí fue, donde me di cuenta de algo que no quería aceptar: estaba empezando a sentir cosas por Jungwon.