Princesa Actual

Mi nombre es...

Me despierto. No sé exactamente que hora es pero me imagino que será temprano. Me levanto para abrir la ventana y contemplo el paisaje; exactamente igual que el día anterior. La fuente sigue ahí, formando una especie de rotonda por la que giran los automóviles para posicionarse delante de Palacio, más allá de la fuente se encuentra los grandes jardines que mi padre mandó realizar para que yo pudiera tener un lugar de juego, sinceramente no sé porque siempre tiene que excederse en cuanto a mí, siempre he sido simple, no he necesitado mucho, pero claro, ese estúpido título que dice que mi familia es aristócrata... ¡eso debía de ser antes, que estamos en el siglo XXI por Dios, deberíamos ser como todo el mundo, los tiempos han cambiado! En fin, dejaré de quejarme y me aguantaré, es lo que me ha tocado vivir, y como mamá siempre dice, si Dios nos ha dado esto, bien agradecidos deberíamos de estar. Ella es la única en esta familia que me entiende, puede que sea porque proviene de la plebe, creo que he heredado su parte considerada.  Me acerco al móvil para mirar la hora y son solo las 10:00 de la mañana, pero... -se escucha a alguien petando en la puerta-. Rápidamente corro hacia mi cama y vuelvo a meterme en ella, como si no hubiera salido y me acabara de despertar.

-Me aclaro la voz y digo-: ¡Adelante!

-¡Buenos días, Alteza! Le traigo su desayuno -dice Marcus, mi mayordomo-.

-Buenos días, gracias -digo y le dedico una gran sonrisa-.

- Espero que haya dormido usted bien, ya sabe lo que toca hoy... -dice Marcus, con esa mueca de asco-.

-Ay cierto, puff, que asco..., ¿crees que me lo podré saltar?

-Imposible, ya sabe como es su padre respecto a eso...

-Ya, bueno, será mejor que me prepare rápido, a menos que quiera enfados.

-Sí será mejor - dice con cara de pillín-.

-¿Te importaría salir? -le digo con cara de estar apunto de echarme a reir-.

-¿Seguro que quiere que salga? -pregunta con segundas-.

-¡Sí! Venga, largo -esta vez sí que estallo de la risa-.

-Bueno... otra vez será... -me besa en una mejilla y se va-.

Ay, este mayordomo mío... desde que vino aquí en mi 15 cumpleaños, no ha parado de bromear conmigo. Más que mayordomo es mi mejor amigo, cuando estoy triste, es el primero en percibirlo y trata de animarme, se tiene quedado noches durmiendo conmigo, es el chico más tierno, comprensible y amable de este mundo. Y lo cierto es que es muy guapo... Es bastante alto, más bien delgado, pero musculado, tiene una barba muy ligera que casi ni se le nota porque tiene el pelo muy claro, sus ojos hacen un gran contraste con su pelo, son un de verde azulado, o azul verdoso, ¡ni idea! es realmente muy guapo. ¿Puede que me guste? Yo creo que sí, es más, de no ser porque me lleva casi 10 años, ya le hubiera echado la zarpa. Dejaré de hablar de él y me iré a preparar, que va siendo hora-.

Como hoy hay evento y habrá un montón de cámaras haciéndonos fotos, voy a llevar algo fresquito y primaveral, y espero ver al cámara que me tiene loca desde que le vi el año pasado en este mismo evento, día 27 de Marzo, fiesta nacional de mi país, Adelide, un minúsculo pero precioso país del Sur de Europa. A ver que es lo que ocurre este año, espero que todo salga bien. Ah, casi se me olvida deciros mi nombre, es Áine.