Me abro paso entre los árboles que separan Palacio del pueblo. Para alcanzar los parques nacionales, creo recordar que había que pasar la autopista, y era bastante peligrosa, hace casi 8 años que no voy, pero el camino no es tan difícil. Recuerdo que papá había comprado a un tipo árabe, que también tenía mucho poder en su país, una especie de teleférico para pasar la autopista, por que, además de ser yo pequeña cuando pasábamos por allí, los otros niños al ser como yo también tenían dificultades para pasar, entonces mi padre pensó que si lo compraba no solo me ayudaría a mí, si no al resto de los niños del pueblo. Al fin y al cabo, no era tan mala persona como la abuela. Por algo se enamoró de una plebeya; el matrimonio por conveniencia nunca le agradó.
Camino un poco más, y tal como recordaba, allí estaba el teleférico. Pero claro, hay que pagar para subir, y... yo no tengo dinero. Al ser la Princesa, fijo que me dejaban pasar, pero, se supone que me he escapado, y si alguien se entera, se lo comunicarán a Palacio y me obligarán a volver, y eso no lo puedo permitir. Tiene que ocurrírseme algo para poder pasar... ¡Ah! ¡Ahí está mi amiga Lluvia! Hablaré con ella a ver si me puede pasar de incógnito.
-Ey...pstttt...Lluvia -susurro- pstttt....
-¿Quién me llama? -pregunta Lluvia, en un tono bastante alto que me molesta-.
-Lluvia -sigo susurrando- soy yo, Áine, habla en bajito...
-¿Áine? ¿Qué haces aquí? Había oído que no te dejaban salir por el momento.
-Y así es pero... me he escapado -digo con miedo a defraudarla-.
-¿Te has escapado? ¡Tú estás loca! ¿Qué harás si te pillan?
-No tienen por que enterarse... si me ayudas.
-Oh, no... tu cómplice otra vez no...
-Pero si nunca te he pedido ayuda -le digo, muy indignada-.
-Bueno... a ver, ¿qué pretendes que haga por ti?
-Necesito que me pases de incógnito por el teleférico para poder pasar la autopista. No llevo dinero encima y si les digo que soy la Princesa me enviarán de vuelta a mi casa.
-Te presto el dinero. Pero tienes que responderme a una cosa, ¿a dónde vas?
-A los parques nacionales, he quedado con... un chico.
-¿Un chico? ¿Marcus y tú ahora estáis juntos?
-¡No, con Marcus no! por Dios que me lleva 10 años... He quedado con un chico que conocí hace un año en las fiestas de Adelide, era un cámara. Nos hemos vuelto a ver este año, y, no sé como ha conseguido mi número, pero hemos quedado.
-Áine... no sé en que te estarás metiendo pero, yo no jugaría a los novios que conoces de un par de veces, sobretodo ahora que le están pasando cosas malas y sospechosas a tu familia... yo te dejo ir pero, te aconsejo que tengas cuidado con tus acciones, ya viste lo que le pasó a tu madre, que no te pase lo mismo...
-Tendré cuidado. Pero Alex no parece una amenaza, si no todo lo contrario -digo sonriendo como una imbécil-.
Lluvia me ha dado 20€ para que sobreviva un día. En Adelide 20€ no son tanto como creéis. También me ha dado un pañuelo y unas gafas de Sol para disimilar un poco. Me lo coloco a modo de velo y las gafas me vienen genial. Me miro en el móvil y paso desapercibida bastante bien. Entro en el teleférico.
-Para una -digo con un tono más grave de voz-.
-Son 50 céntimos.
-Tome -le doy el dinero- gracias -entro en una de las cabinas-.
El asiento de la cabina está bastante frío, espero ir sola. Pero no tengo suerte y entra un compañero de mi clase con el que estuve liada un par de meses. Tenía la esperanza de ir sola y tranquila, ahora tiemblo como si estuviéramos en el polo Norte. No hace Sol ninguno, con lo que me da mucha vergüenza llevarlas puestas, pero no puedo quitármelas, o si no me descubrirán. Creo que no sabe quién soy. Dios, aquí dentro hace un calor de la leche y yo con un velo encima. Voy a sacar un poco la cabeza fuera de la tela. Con mucha cautela saco la barbilla de ahí dentro y respiro. Me está mirando. Queda poco para bajar.
-¿Áine? ¿Eres tú?
Salgo corriendo de la cabina y desaparezco entre la multitud.
Joder... Me descubrió. No pensé que por mi boca ya sabría quien era. Aunque tiene sentido por que lo único que hacíamos era besarnos y solo nos mirábamos a la boca.
Camino por la acera, y veo unas señales. La de arriba de todo pone Centro Ciudad, en la de abajo de esa, Edificios Empresariales, debajo, Parques Nacionales de Adelide, y abajo, calle Elsa de Adelide, osea la calle de mi madre. Dios mi madre... me imagino que seguirá en coma, puf... mejor no pienso en ello, que me pongo peor. Tengo que ir a los Parques Nacionales, están... cruzando dos calles. Camino, camino y camino. Y aquí estoy. Iré a sentarme en un banco y avisar a Alex de que ya estoy aquí.
Alex Cámara - en línea
Alex, ya llegué, estoy sentada en un
banco -19:06
Vale, voy para ahí -19:07
Alex Cámara - últ. vez hoy a las 19:07
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Princesa Actual
General FictionLas historias de reyes, príncipes y princesas de la Edad Media han terminado. Ahora son distintos, se relacionan con la plebe, se casan por amor... cosas que en aquella época eran imposibles.