Park Jimin y Min Yoongi, un matrimonio feliz, una supuesta infidelidad, envueltos en una red de engaños y mentiras.
Jimin "De ángel a demonio" , su viaje está lleno de emociones desgarradoras. ¿Podrá encontrar la fuerza para sanar y luchar por lo qu...
Yoongi sentía que su vida, cada vez se enredaba más, era un laberinto sin salida y su madre el más grande obstáculo.
—Madre, no quiero que sigas inmiscuyéndote en mi matrimonio, soy un adulto y amo a Jimin- expreso realmente molesto, el es perfecto para mi.
—¿Qué te molesta? Todo lo que dije de ese niño mimado, y berrinchudo, es cierto.
—¿Cómo puedes ser tan insensible y tan ruin ante mi felicidad, convirtiéndola en algo malo? Aunque claro, todo lo que tocas, lo conviertes en mierda. —me tienes harto.
—¿Por qué? ¡Porque te molesta la verdad! ¡Si lo amaras tanto! ¡Jamás lo hubieras engañado! —respondió en un tono amargo y despectivo.
—¡Eres una víbora, madre, ambiciosa, egoísta! ¡¿Cómo te atreves a hablar de Jimin?!
—El es Perfecto, si como no ¡¿Cómo te atreves a hablarme así?! Soy tu madre... gritaba exasperada la mujer.
—Quiero que sepas, que no intercederé por ti antes los Park, los ofendiste, denigraste a su hijo, ellos no te lo perdonaran. -Yoongi salió del lugar totalmente dolido y decepcionado por las acciones de su madre.
Seo Ye Ji era tóxica, despiadada, sin una pizca de bondad en ese corazón de fuego. No se preocupaba por su familia, pese a que, la aceptaban tal como era.
Min Jungkook había llegado de su gira por Japón, y estaría solo unos días, ya que acompañaría a su prometido Kim Taehyung a Paris para cumplir con su agenda de Celine, pero no contaba, con el desastre que se había convertido la vida de su hermano mayor durante su ausencia.
- Hola, Yoongi Hyung. ¿Qué haces aquí solo en este bar a estas horas? -preguntó Jungkook mientras se sentaba a su lado en la barra.
- Ah, Jungkook. Solo necesitaba salir un rato de casa. Las cosas están complicadas con Jimin... -respondió Yoongi con la mirada perdida en su vaso de whisky.
-¿Complicadas? ¿A qué te refieres? -inquirió Jungkook, preocupado por la expresión de su hermano.
- He metido la pata, Jungkook. Fui infiel a Jimin y ahora todo está patas arriba. Me arrepiento tanto, me odio por haberlo lastimado de esa manera. Pero él... él no lo entiende. No puede perdonarme, ¡Jungkook, mi vida se está desmoronando! Jimin... Jimin me odia. Y todo por mi culpa.
-Yoongi, todos cometemos errores. Lo importante es reconocerlos y hacer todo lo posible por enmendarlos. ¿Has hablado con Jimin sobre tus sentimientos? -aconsejó Jungkook, poniendo una mano reconfortante en el hombro de su hermano.
- Sí, lo he intentado. Pero él está tan dolido, tan decepcionado. Y nuestra madre... nuestra madre lo hace más ¡Difícil! ¡Es una víbora! Está destruyendo mi matrimonio, mi felicidad no hace más que acusarme, insultarlo, entrometerse y complicar más la situación. Me siento atrapado en esta pesadilla, sin salida alguna. Solo quiero que Jimin entienda que lo amo de verdad, que él es mi todo -susurró Yoongi, con la mirada nublada por las lágrimas que amenazaban con caer.
- Sé que lo que hiciste, Yoongi hyung. Fue un error terrible.
- ¡Un error! ¿Un error? ¡Estoy por perder a la única persona que realmente amo! ¿Cómo puedes llamar a eso un error?
- Lo sé, lo sé. Pero tienes que entender que Jimin también debe estar sufriendo. El príncipe Te Ama.
- ¿Sufriendo? ¡Él tiene toda la razón para estar furioso! Soy un imbécil, un cobarde. No merezco su amor.
-Yoongi...
-¡No me digas nada! ¿Qué puedo hacer? No quiero separarme de él.
-Tienes que darle tiempo, hyung. Y tienes que demostrarle con hechos que has cambiado.
-Tienes razón. Pero es tan difícil...
- Debes ser fuerte, Yoongi. Habla desde el corazón, demuéstrale a Jimin tu arrepentimiento sincero y tu amor verdadero. No pierdas la esperanza, las cosas pueden mejorar si ambos están dispuestos a trabajar juntos en ello -alentó Jungkook, transmitiendo su apoyo incondicional.
- Gracias, Jungkook. Aprecio mucho tus palabras. Intentaré seguir tu consejo, lucharé por nuestro amor hasta el final. Porque Jimin es mi vida, mi razón de ser. Y no descansaré hasta hacerle entender que lo amo con toda mi alma -declaró Yoongi con determinación, secando sus lágrimas y levantando la mirada con renovada fuerza.
- Estoy contigo en esto, hermano. Si necesitas ayuda o simplemente alguien con quien hablar, sabes que siempre estaré aquí para ti. Juntos superaremos esta prueba y saldremos más fortalecidos que nunca -aseguró Jungkook, brindando su apoyo inquebrantable a Yoongi en ese momento de angustia y desesperación.
- Gracias, Jungkook. Eres el mejor hermano que podría pedir. Con tu apoyo y el amor que siento por Jimin, sé que podremos superar cualquier obstáculo. Juntos, seguiremos adelante, luchando por nuestro amor y nuestra felicidad -concluyó Yoongi, con una sonrisa esperanzadora que reflejaba su determinación de enderezar las cosas con su amado esposo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Horas después...
- ¡Hola Jimin!, Príncipe ¿Puedes venir al bar por favor? Tu esposo está muy ebrio y necesita tu ayuda.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jimin se encontraba molesto y preocupado al mismo tiempo. Sus cejas fruncidas y su mirada intensa reflejaban claramente sus sentimientos encontrados. A pesar de su frustración, no podía evitar sentir inquietud por lo que estaba ocurriendo con Yoongi.
- ¡Grrr! Enseguida voy. Gracias por avisarme, Jungkook.
-No hay problema, Jimin. Estaré esperándote aquí para asegurarme de que todo esté bien.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mis Hermosas Yoonminas, aquí el capítulo 8 espero les guste...