11. Ira

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Al día siguiente, afuera de una habitación del castillo del rey demonio Asmodeus, Ajuka junto a otro demonio salen del cuarto donde los estaban esperando Sirzechs y Serafall.

Sirzechs: ¿Cómo se encuentra?

Ajuka: Mal, la herida no sana de ninguna forma, le colocamos un dispositivo que realizará magia de curación todo el tiempo, pero aún así, hasta que no encontremos una forma de romper esa maldición y obliguemos al que le hizo esa herida seguirá así hasta quien sabe cuándo – relató soltando un suspiro, miró al demonio a su lado diciéndole con la mirada que ya se podía ir – Puede moverse si quiere, pero la herida empeora, así que decidió dormir hasta que podamos curarlo.

Hablando hasta allí, la atmósfera sobre los tres era demasiada pesada, cualquier sirviente que fuera a pasar por ahí sentía su cuerpo tan pesado para no poder caminar, por lo que de inmediato se alejaban.

Serafall: Eso significa que seremos tres reyes demonios por el momento – dice frunciendo el ceño.

Ajuka: No conocemos mucho sobre estos individuos aparte de lo que nos contaste Serafall, ni si todos ellos juntos pueden contra Sirzechs o yo, pero siempre que esa lanza nos hiera estaremos en una enorme desventaja.

Serafall: Lo sé, ni siquiera el escudo de Falbium pudo detenerlos, tendré cuidado.

Sirzechs: Si alguno se encuentra con estos servants contacten a los demás, es peligroso enfrentarse a ellos solos, ya reprimieron a dos reyes demonios siendo tres contra uno – habla provocando que el humor de Serafall empeore al recordar que perdió contra Scáthach.

Serafall: Odio a los lancers.

Por otro lado, Issei se encontraba paseando por la ciudad junto a Mash y Okita, mientras que las demás se encontraban por distintas partes de la ciudad en su forma espiritual

Debido al ataque nocturno de Euclid y hacia Falbium, las chicas decidieron que vigilarían más la ciudad, claro que como Issei quería salir del hotel y pasear por las calles, decidieron que al menos dos de ellas lo acompañarían.

En el paseo, Issei se divertía con las reacciones de Okita al ver el estilo moderno de la ropa que venden varios locales de ropa. En un momento incluso quería arrastrarlo a una tienda de lencería donde se veía desde afuera que la gran mayoría era fina, lujosa y bastante provocadora.

Al final Mash acompañó a Okita, mientras Issei se quedaba en la entrada del local con la mirada en la multitud de gente que iban y venían.

La mirada de Issei se posó en un momento en una familia, por lo que el recuerdo de su madre sin saber quien era él le dio un sabor amargo en la boca.

De repente, se despierta de sus pensamientos al notar un poco a lo lejos a una chica muy bella sentada con una mirada en el vacío, al mismo tiempo nota como varias personas, especialmente algunos grupos de chicos que la veían con sonrisas.

Volviendo la mirada hacia la chica, comprendió porque algunos la veían con malas intenciones, tal vez alguno de ellos quiere hacer cosas malas con ella y era entendible. La chica era bastante bella, cabello verde claro tan largo que llega hasta por debajo de la cadera, unos adornos blancos con otros dorados por debajo de ellos en cada lado de la cabeza por encima de las orejas, usa un kimono azul con celeste, un obi negro con un obijime amarillo para hacer juego, la diferencia con su kimono es que tiene aberturas que revelan sus pálidas piernas con unas medias que le llegan a los muslos y unas sandalias negras con detalles amarillos.

A pesar de ser japón, era raro ver a alguien usando un kimono en ese lugar donde no hay templos cerca.

Issei voltea a ver al interior de la tienda y se asegura que las chicas seguían viendo mucha ropa haciéndole pensar por qué tardaban tanto.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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