Convergencia Espiritual

10. Ataque

Merlin, Scáthach y Raikou no fueron las únicas en sentir aquella oleada mágica. Debido a la intensidad de la magia y por donde se originó, varios demonios de gran poder lo sintieron, como los cuatro reyes demonios, siendo que dos de ellos se encontraban reunidos.

En el momento en que sintieron esa magia desconocida ambos fruncieron el ceño y se mantuvieron en silencio por varios segundos.

Para romper la tensión, un círculo mágico hace presencia, de donde surge Serafall con una expresión urgente.

Serafall: Sirzechs, Ajuka, ¿Lo sintieron verdad? – les preguntó tomando asiento por su cuenta.

Ajuka: Seria extraño no sentir una magia tan intensa – comenta aflojando el ceño – No sentía un despliegue de magia tan poderoso desde la guerra – dice su pensamiento siendo compartido por los otros dos.

Serafall: Estuve con Falbium cuando ocurrió, dijo que tratará de encontrar la fuente de la magia. El uso de magia tan poderosa no puede ser nada bueno – decía sintiendo una sensación extraña como si estuviera olvidando algo.

Sirzechs: Solo espero que sea algo que se solucione rápido, tengo un mal presentimiento – dice mirando a la mesa.

Mientras tanto, las tres servant llegaron al hotel con prisa encontrando nada más entrar al cuarto de Issei a Mélusine cruzada de brazos y con su vestido.

Mélusine: ¿Llegaron más servants?

Merlin: Eso me temo.

Mélusine: ¿Cómo nos rehusamos a ir con ellos invocaron a otros? Entonces pueden invocar a todos los servants que quieren si lo desean – planteaba sosteniéndose la barbilla.

Raikou: ¿Pero no debería de tener un tiempo para poder hacer otra invocación? ¿Cómo es que el santo grial de este mundo posee tanta energía?

Scáthach: Diferente mundo, diferentes métodos, deben tener en sus manos algo para recargar su energía, solo debemos esperar a que no sigan invocando más servants, o si no estaremos en serios problemas. Recuerda que en nuestro caso fuimos nueve héroes las invocadas, bien podrían ser otros nueve servants invocados.

Merlin: Así es, ciertamente es algo demasiado grave, tomando esto en cuenta debemos advertirle a nuestro maestro del peligro. Por cierto, Mélusine, ¿A qué te refieres con haberse rehusado a ir con ellos?

Mélusine: Se los diré con las demás, todavía no se lo decimos a nuestro maestro – dijo dándose vuelta y caminar hacia el interior de la habitación.

Issei estaba sumamente curioso del porque todas estaban presentes con rostros serios y en silencio. Apenas se despertó notó la tensión en el aire, eso y que seis de las nueve estaban en su cuarto, casi como si lo vigilaran, lo cual le hizo pensar si lo estuvieron vigilando mientras dormía por horas.

En eso, Mélusine llega acompañada de las tres que faltaban.

Mash: Por fin volvieron, hay mucho por contarles – dijo soltando un suspiro de alivio.

Luego de tomar asiento, Mash procedió a relatar los eventos de la noche anterior. Mientras más contaba, la boca de Issei se abría más y más, y por el final el miedo se vio en su rostro.

Al finalizar el relato, Okita chisteó la lengua enojada por no haber podido cortarle la cabeza gracias a esos círculos mágicos como barreras.

Scáthach, Vaya, si que se divirtieron anoche – dijo deseando haber estado presente.

Merlin: Debido a la baja reserva mágica de nuestro maestro es de esperarse que no hayan podido matarlo.

Issei: ¡¿Eh?! ¿Por qué yo?