Capítulo 5

64 14 3
                                    

Capítulo 5

Una visita inesperada

Jin reía libremente mientras compartía el almuerzo con el grupo de JungKook. En esas dos semanas que llevaba allí adentro había logrado hacerse buen amigo de todos, pero aún más de TaeHyung y Dooly. Sus personalidades eran muy parecidas. Con ellos podía pasar mañanas y tardes divertidas, mientras que las noches (y parte de las tardes) estaban reservadas sólo para JungKook.

En esos catorce días se había hecho costumbre que el omega entrara silenciosamente hasta su celda y, ya ahí, ambos compartieran su apasionado encuentro. Pero a pesar de lo que muchos pudieran imaginarse, jamás habían llegado a la penetración. Después de todo, el omega evitaba que se llegara a eso con algún que otro delicioso juego atrevido. El alfa no entendía el por qué, pero sospechaba que había una buena razón para eso. Tal vez el omega sólo quería hacerse desear, cosa que le estaba saliendo demasiado bien según la perspectiva de Jin. Se moría de ganas de entrar por ese trasero tan apetecible. Se moría de ganas de hacer suyo a JungKook, suyo y de nadie más. Marcarlo para que todos supieran que ese omega tenía ya un alfa.

—Ey, Jin ¿qué te parece mejor? ¿Una pizza o una hamburguesa de almuerzo?

Volteó a ver a TaeHyung confundido, sin saber a qué iba esa pregunta.

—¿Perdón? No entiendo.

—Es que con Dooly estábamos hablando sobre que almuerzo es mejor, si una pizza o una hamburguesa. Él dice que la pizza, porque es más grande y yo digo que la hamburguesa, porque puedes agregarle muchas cosas. ¿Tú que dices?—explicaba el pelirrojo mientras le daba mordiscos a su pan.

El alfa no sabía si reírse con la pregunta o no, pero los entendía. No había muchas cosas buenas de las cuales hablar por lo que una discusión sobre una pizza o una hamburguesa debía ser lo mejor para pasar el rato.

—Bueno, creo que depende del gusto de cada uno, porque para mí sería mejor almorzar un jugoso bistec con ensalada. Por decir un ejemplo, claro—respondió el alfa con una sonrisa mientras veía que Dooly se burlaba de su amigo con gestos.

Eran como dos niños, aunque grandes y en prisión.

—Oye, Jin, necesito un favor—le habló en el oído Suga acercándose a él.

El alfa se asustó un poco por la repentina acción, pero rápidamente se recompuso y se imaginó el favor que querría ese joven...ese cuyas sospechas habían sido resueltas completamente.

—Dime Suga—respondió gentilmente mientras se acercaba al chico con confianza, era alguien agradable por lo que había descubierto.

Y no sólo eso.

—Quiero que me des un tiempo a solas con Dooly, aleja a los demás para darnos un tiempito para los dos ¿sí?

También había descubierto que, como sospechaban todos, era un alfa haciéndose pasar por omega. Y no sólo eso, el grupo de JungKook lo sabía, en especial Dooly, con quien ese hombre llevaba una estable relación.

Lo que no sabía era si estaba ahí por error, igual que él, o acaso simplemente se hizo pasar por omega para estar con su pareja.

—Claro, cuenta conmigo—le dijo alegremente guiñándole un ojo.

No era la primera vez que le pedía algo así. Desde que se había unido al grupo le pedía esa clase de favores, después de todo Suga lo ayudaba a que nadie se acercara mientras él y JungKook tenían sus momentos. Se ayudaban mutuamente en eso, además era muy fácil distraer al resto, después de todo de JungKook se encargaba él, Lisa y Rosé de TaeHyung (aunque era Lisa la que más distraía al pelirrojo) y así Suga tenía el camino libre con Dooly. No se quería imaginar qué tipo de cosas hacían cuando estaban solos, pero lo mejor era no saberlo.

Entre rejas y hormonas {JinKook}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora