Fnia: Otra Oportunidad (Secuela).

(T2) Capítulo #1 Castigo, sospechas y planes?

Casa de Keily, Madre de Theo 10:27 a.m

Una fresca mañana de un lunes, allí estaba Theo en su habitación, boca abajo mirando su teléfono.

No podía acostarse boca arriba porque aún le dolía un poco la espalda por ese severo castigo que recibió.

Keily: *entrando con delicadeza al cuarto* Hijo.....el desayuno esta listo.......vas a bajar? *en tono de culpa*

Theo: Si, mamu.....ya bajo......(si me pudiera mover, la conch* de la lora.....!) *estaba molesto, pero podía disimular*

Keily: Quieres que te pase la crema en la espalda.....?

Theo: *suspira* Por favor........

Keily: Bueno, voy a buscarla, ya regreso.....*se va de alli*

Theo solo sigue revisando su teléfono, era incómodo ver Instagram desde esa postura, pero otra no le quedaba.

En eso le llega un mensaje, era del grupo que hizo con sus tíos.

Mauro: Muchachos, como amanecieron?

Theo: Podría estar peor, pero safo......ustedes?

Mauro: Sacando las ratas y el polvo, todo bien

Martín: Olvidé que mi hermana era exagerada con sus castigos 0_o

Theo: Y vos tío, estaba cómodo el piso?

Martín: Uy, si.......no tenés idea..... -_-

Mauro: Que amargura la del narigón XD

Theo: No seas malo XD

Martín: Bueno che, dejemos de hablar tanta pajereada.......encima Jurlia me dijo que ibas a almorzar en la casa de Theo......pero se comportó amable y dulce conmigo........tengo miedo.

Mauro: Fuiste, yo sigo aquí encerrado.

Theo: Posta van a venir a comer? no sabia.

Martín: Si.......no se si tengas una consola en tu habitación Theo, así subíamos los 3 a jugar.......así hacemos algo mientras nos tienen "cortitos"

Theo: Sabés que no? Lo único en mi pieza es una Tele que ni la usé.......

Mauro: Yo le voy a preguntar a mi mujer en cuanto me saque de aquí si puedo llevar mi pley allá...... ;u;

Theo: Héroe sin capa 🫡

En ese momento llega la madre de Theo, con la crema que le costó encontrar en la habitación de ella, pero finalmente la tenía.

Es así que se acerca a su hijo a pasarle la crema en la espalda, donde tenía las marcas de la chancla de metal.