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Después de largos días, de estrés y preocupación, me decidí a enfrentar la situación de que la realidad me de una bofetada.

En realidad solo quería ir a visitar a Vernon y hablar con él. Me sentía abrumado. 

No podía sacarme de la cabeza a ese chico. —Nonie, ¿De casualidad no tienes un gemelo y nunca me lo dijiste? Me senté en el suelo, llenándome de polvo; tenía que aprovechar que no había tanto sol.

Quiero decir… Ese chico se parece mucho a ti, pero solo en el físico, porque su personalidad es horrible y me asusta. No sé si llegar a pensar que es un delincuente. Cambiando el tema, por fin terminaron los exámenes, ojalá y apruebe.

—¿Por qué le hablas a la piedra?— me asusté tanto que, me empezaron a temblar las manos, no quería mirar; me estaba arrepintiendo de haber venido.

No me quería involucrar con un delincuente que se parece a Vernon, así que mi plan era levantarme lentamente y salir corriendo.

Que sea lo que dios quiera. Me levanté y empecé a correr, sin mirarlo.

—¿Seungkwan?— me detuve con sorpresa; su voz, diciendo mi nombre, me recordaba aquellos tiempos, que era imposible porque tenía más que claro que no es él; además, no sé cómo sabe mi nombre.

No sé si era valor o curiosidad, pero estaba segurísimo de que era peligroso. —¿Cómo sabes mi nombre?— me volteé lentamente y sin acercarme para encararlo; tenía un semblante serio y despreocupado; era raro.

—Pense que venías en fechas exactas— dijo mientras se empezaba a acercar. Eso me dió escalofríos; cada vez que se acercaba más, le encontraba todo tipo de parecido a Vernon. Dios, que me está pasando.

—¿Quién eres?, ¿cómo sabes mi nombre?— me estaba asustando ese tipo.

—Calma, no te haré daño —me tocó mi mejilla con la palma de su mano lentamente, haciendo que me quedé tieso. —Lo escuché, cuando el chico escandaloso gritaba tu nombre—  evitaba hacer contacto con sus ojos.

—M-Me tengo que ir —dijé tartamudeando; logré asimilar que probablemente tenga a un asesino en frente. 

Salí como pude, con miedo de que me estuviera siguiendo y se me habían quitado las ganas de todo, de venir, averiguar; simplemente no podía.

Por cuestión de que me empecé a sentir vigilado, decidí devolverme ese mismo día a la ciudad. Tomé mi bolso y me fui a esperar el bus. Pasé horas y el bus nunca apareció; me empecé a sentir miserable mientras caminaba de regreso al hotel. No entendía mi mala suerte.

Yo solo quería tratar de no enloquecer, de estar tranquilo, pero era inevitable. Al llegar al hotel, resulta que no había habitaciones…

Así o más patético.

No sabía qué hacer y estaba apunto de llorar; consideré ir otra vez a visitar a Vernon, y así tal vez me calme y pueda pensar, pero lo descarté; no quería encontrarme a ese loco de nuevo.

Al darme cuenta estaba ahí, otra vez.

Coloqué mi bolso en la piedra y me senté en el suelo suspirando; definitivamente no sabía qué hacer con mi vida y al parecer iba a llover para completar.

¿Por qué? Nonie, yo solo quiero… Ya no sé que es lo que quiero, tal vez desaparecer.

—Otra vez aquí y hablándole a la piedra—, pues mi mala suerte seguía y más con este ser molesto.

—¿Qué haces aquí? Ya deja de seguirme —dijé con fastidio mientras lo miraba feo.

—No eres de por aquí, sin embargo, sigues viniendo a este lugar continuamente, ¿por qué será?, sabes, este lugar es peligroso.

Find you [Verkwan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora